Hasta el momento han localizado más de 80 petrograbados y registrado 31 sitios con vestigios antiguos.
Por: Mayra Vargas
Autlán, Jalisco. 25 de abril de 2019. (Letra Fría) La Dra. Chloé Marie Pomedio, de origen francés y profesora investigadora en el Departamento de Estudios Mesoamericanos y Mexicanos de la Universidad de Guadalajara, dirige desde 2017 el proyecto “Arqueología de la Sierra de Manantlán”, en colaboración con la CONANP, la Reserva de la Biosfera y el INAH Jalisco.
En abril de 2018, comenzó la primera etapa de su investigación con duración de un año, con el objetivo de registrar, identificar y estudiar los vestigios arqueológicos que se encuentran en los municipios de la reserva.
Los primeros dos municipios explorados durante este primer año, fueron Cuautitlán de García Barragán y Tolimán, donde encontró vestigios de entre 500 y 2 mil años de antigüedad, entre ellos más de 80 petrograbados y diversos sitios arquitectónicos:
“Hay diferentes arquitecturas, estilos de arquitecturas que nos hablan de diferentes culturas y de diferentes antigüedades, también de los lugares, hay cuevas donde hemos encontrado vestigios tipo ofrendas prehispánicas, pero también vestigios más recientes, vinculados a la revolución mexicana y a la cristiada”.
En el caso de Cuautitlán, visitó la comunidad indígena de Cuzalapa en la que comentó que realizaron pequeñas excavaciones, donde se dieron cuenta que existen lugares con arquitectura prehispánica muy particular e interesante que no se había estudiado antes:
“También hay lo que se conoce como patollis o como juegos prehispánicos grabados en piedras y hay una concentración que de acuerdo a mi conocimiento, no se ha reportado para ningún otro lugar de Mesoamérica, es decir, es único”.
En Tolimán se encuentra un sitio de arquitectura monumental que podría ser el más antiguo de la región, se trata de “Los cerritos”, así lo explicó la investigadora de la Universidad de Guadalajara:
“Es hasta la fecha en el marco de mi proyecto, el lugar de arquitectura monumental más antiguo de toda la región, ya que su estilo remite a la tradición Teuchitlán o de Guachimontones, que es una tradición que existió aquí en el occidente de Mesoamérica hace más de 2 mil años”.
La investigadora detalló, que este se trata de un proyecto a largo plazo de al menos diez años, pues tiene el objetivo de cubrir toda el área de la reserva y de además generar un mapa donde se puedan ubicar todos los sitios arqueológicos que todavía se conservan y potencialmente se puedan estudiar:
“Justamente la cuestión de la preservación y la conservación del patrimonio cultural y arqueológico tiene que pensarse a largo plazo, porque es para las generaciones presentes y futuras y con la riqueza y el interés que hay en esta región, además por los tiempos algo tardados que son necesarios para llevar a cabo un estudio arqueológico de calidad, yo creo que dentro de diez años voy a seguir por aquí”.
La Arqueóloga también enfatizó en la importancia del rescate del patrimonio, pues es el testimonio del pasado de nuestra historia como seres humanos, además de ser las raíces de la identidad cultural mexicana y del occidente de México, en este caso de las comunidades de la reserva.