Los antiguos mexicanos la llamaban “flor de cuero” y ahora está dentro de las 10 flores de ornato más vendidas del mundo. Pero de esto, los productores mexicanos obtienen pocos dividendos. El mercado es dominado por Estados Unidos; ahí, la tecnificación de
Marco Antonio Paéz camina a través de un tapete fulgurante de botones naranjas. Hay tantas nubes que los colores pintan gris, pero las flores no dejan de resplandecer, como si brillaran por sí mismas. Desde hace varios años, Marco Antonio cultiva cempasúchiles