Son las doce del medio día en Autlán de Navarro; el sol está implacable. Extiende sus ardientes rayos, abraza el valle con sus terribles brazos de fuego. En la Alameda Municipal las personas buscan desesperadamente la sombra de los árboles, y cuando
Todo inició en 2016, primero por curiosidad, después vino el interés por la comunidad de las personas sordas: