Para ser un súper ratón hay que tener los ojos de niño y la voz ausente, por eso Roberto nunca pudo serlo; sus ojos de adulto al que le gusta trasnochar rompían abruptamente la fantasía del escritor que trazó su deseo de
El primer recuerdo que tengo al escuchar el nombre de Fátima rememora mi vida a los 4 años de edad, pero no dudo en que el nombre apareció mucho antes de lo que soy capaz de recordar o de lo que mis