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La Capilla del Cerrito en San Gabriel, Jalisco

José de Jesús Guzmán Mora, cronista de San Gabriel, nos acerca a la breve historia de la construcción de la Capilla del Cerrito, establecida en ese pueblo.

La Capilla en El Cerrito, 2025, foto cortesía.

A finales del siglo XIX y principios del XX, la Ciudad de San Gabriel, vivía una época de notorio progreso, así lo demuestran las noticias de los periódicos de ese tiempo, uno de ellos era “El Gabrielense” 1887-1888; en éste se asentaba que los comercios de ese tiempo ofrecían productos de primera calidad y de muy diversa índole, tales como zapatos, abrigos, rebozos, casimires de primera clase, paraguas, máquinas de coser y loza fina de porcelana.

El ciudadano de aquellos tiempos podía adquirir abarrotes, cervezas, vinos y licores, sellos de goma, sedas, encajes, medicamentos, sombreros, cristalería, adornos para la iglesia, lámparas, candelabros, pasamanería, flecos de oro y plata, relojes de oro, relojes para sala, de colgar y de mesa; muchos productos procedían del extranjero, había imprentas con el servicio de todo tipo de impresiones, una fábrica de pastas de harina, etc.

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Los orígenes de la Capilla

Los habitantes de la comunidad católica de San Gabriel, cuentan con varios templos o capillas a dónde acudir para acrecentar su fe religiosa. Entre ellos podemos citar:

  • El templo parroquial del Señor de la Misericordia de Amula.
  • El templo dedicado a la Virgen de Guadalupe.
  • La capilla de Nuestra Señora del Refugio.
  • La capilla de la Purísima y del Sagrado Corazón.
  • La capilla de San Vicente de Paúl.
  • La capilla de la Preciosa Sangre de Cristo.
  • Las capillas de los diferentes barrios.
  • La capilla del Cerrito de la Cruz.

Cuentan las personas  que vivían en la primera década de los años veinte del siglo pasado,  que en el cerrito llamado  “El Boeyero”  o  “De los Garambullos” (localizado al poniente de San Gabriel) se escuchaban por las noches “… unos fuertes y extraños ruidos,  y unas  risas diabólicas que inquietaban a la mayoría de los habitantes”… y que ese lugar se iba convirtiendo poco a poco en una zona de pánico, motivo por el que las personas del pueblo tuvieron la idea de colocar cruces, sobre todo a la salida del pueblo para que la gente se santiguara y tuvieron un feliz viaje o un buen retorno, así nacería “La Cruz Verde”, “La Garita”, etc.

La cima del cerrito

Un día que se pierde en la lejanía de los años, platicando de este asunto el gabrielense don Longinos Montes de Oca Santana con su hermano el sacerdote don J. Félix, de los mismos apellidos y párroco en Zapotlán El Grande, tomaron la iniciativa de erigir en la cima del cerrito una capilla en donde se exaltara y venerara la Santa Cruz. La idea fue comunicada a los familiares que aceptaron la propuesta. Entre esos familiares estaban los señores Lázaro Santana y Jorge Robles Santana (que eran sus primos) y don Gregorio González Alcántar.  

En seguida se comunicó la idea al señor Lucio Ramos Guerrero quien era el propietario de los terrenos del cerrito y cedió con gusto el lugar para su edificación, quedando al frente de dicha construcción don Longinos bajo la dirección del Padre J. Félix Montes de Oca. Se colocó la primera piedra, en el año de 1925, en tiempos del señor Cura don Ireneo Monroy. Para dar inicio a la construcción don Longinos buscó algunos compañeros, familiares y amigos que se encargaran de hacer colectas, casa por casa, para recabar fondos y empezar a obtener el material necesario, con la idea de que en la edificación cooperaran la mayoría de los habitantes del pueblo.

La construcción

Una vez que colectaron los primeros fondos económicos, se compraron algunos materiales; es de imaginarse que era muy difícil trasladar las herramientas y los materiales de construcción, pues se trataba de escalar el cerro; pese a todos los obstáculos,  el entusiasmo de muchos hizo posible que el material llegara al lugar indicado.

San Gabriel
Pbro. J. Félix Montes De Oca Santana, (sentado), foto cortesía.

Eduardo Nieves, Felipe e Ireneo Montes de Oca Ramírez, (los dos últimos hijos de don Longinos) fueron los primeros en trasladar lo necesario para preparar la mezcla de arena de río con cal, el agua la llevaban en sus hombros en pesados botes alcoholeros que colgaban en un yugo, la piedra para colocar los cimientos fue tomada de las cercanías.  También colaboró en el acarreo de materiales el señor Elías de la Torre Montes de Oca, acompañado de muchos jóvenes de la población.

Felipe era carpintero, y después de cumplir con  su tarea de subir con botes de agua, dedicaba tiempo para hacer los ventanales, la primera Santa Cruz que había de colocarse, y las dos puertas de madera que él mismo instaló. Fueron tres largos años de subir y bajar, de dedicar cuerpo y alma a la obra que habían emprendido, de sacrificar su tiempo libre para culminar con la tarea que se habían echado a cuestas, de hacer colectas casa por casa, entre el vecindario. No fue fácil, si se toma en cuenta que en 1926 había iniciado la Guerra Cristera, que los templos habían sido clausurados por órdenes del Gobierno y los grupos de soldados merodeaban por la región. La construcción debió de haberse concluido a finales del año de 1927.

Más de la Capilla

La Capilla es de un solo cuerpo, consta de una alta cúpula octagonal que en su interior está tachonada de estrellas en relieve, colocadas en ocho cenefas, la cúpula remata en una cruz en la parte más alta, a su alrededor hay ocho ventanales. La segunda cúpula es más baja y tiene el adorno similar con cenefas y estrellas. Hay un sencillo altar; en el centro está el ara con las correspondientes reliquias, una cruz de madera en su interior. Dentro de la capilla se pintaron dos retablos en los que se admiraba la “Batalla de Constantino El Grande”. 

Estos cuadros alegóricos a la Santa Cruz, fueron pintados por don Valentín Ramos González, quien era un excelente pintor, artesano y experto dibujante. Desgraciadamente esas bellas pinturas fueron destruidas con el paso del tiempo. A unos cuantos metros de la capilla y al lado norte hay una gran cruz de material, tiene una base o peaña de más de dos metros de altura, y encima de ella una gran Cruz de las mismas dimensiones, teniendo como base un semi globo.

Hay dos puertas para su ingreso: una en la parte trasera, que es la principal, y otra en la parte lateral que mira al norte. Hay otras dos portadas que se nota que fueron cegadas en épocas anteriores.

El piso es de ladrillo “de sombra” y sobre éste un gradín cuadrangular terminado con ladrillo mosaico en tono verde. Cuando ya estaba por concluirse la obra el señor Longinos obtuvo de una hacienda cercana un molde metálico de buen tamaño que se usaba para elaborar piloncillo, éste sirvió por varios años como campana para la capilla, finalmente la obra se terminó en plena “Guerra Cristera”; así permaneció hasta el fin del conflicto religioso en 1929. Se ha constatado que  desde que la Cruz fue colocada en el lugar, jamás se ha vuelto a escuchar nada extraño.

Solicitud al Arzobispado de Guadalajara

Fueron cuatro largos años los que tuvieron que pasar para que se obtuvieran los permisos correspondientes de la Arquidiócesis de Guadalajara, para que se celebrara la Sagrada Eucaristía. Para ello don Longinos pidió al señor Cura don Ireneo Monroy (administración 1917-1936) que le ayudara a obtener las licencias para la celebración de los Sacramentos, haciendo las siguientes diligencias:

SOLICITUD DE LICENCIA PARA CELEBRAR MISA EN LA CAPILLA DE LA STA. CRUZ.

AL MARGEN: Un sello. Parroquia de San Gabriel. Arquidiócesis de Guadalajara.

DENTRO: Excmo. y Rvmo. Sr. Arzobispo Dr. y M.          D. Francisco Orozco y Jiménez. Guadalajara.

El señor Longinos M. de Oca, vecino de esta población construyó con ayuda de algunos vecinos en un cerrito cercano, y en lugar de su propiedad, una ermita con un altar, dedicado a la Sta. Cruz, la cual terminó desde hace cuatro años; desea y por mi conducto suplica a V. Excelencia Rvma. se le conceda licencia de que en dicho lugar se celebre, de vez en cuando, el Santo Sacrificio de la misa. Para el pago correspondientes a los D[ere]chos de esta licencia adjunto un giro postal por valor de $ 25.00 veinticinco pesos.

Dios Ntro. Señor guarde la importante vida de V. E. Rvma. San Gabriel, 23 de noviembre de 1931.   Pbro. Yreneo Monroy. (Rúbrica).

-o-

Solo bastaron unos cuantos días para que se diera la siguiente respuesta en la que se solicitan ciertos informes respecto de la situación legal de la capilla.

Respuesta

-o-

AL MARGEN: Un sello. Gobierno Eclesiástico del Arzobispado de Guadalajara. C. 2679/31. Guadalajara 27 de noviembre de 1931.

DENTRO: A fin de proveer lo conducente, informe el Sr. Cura si el interesado cede a la iglesia la propiedad de la Hermita de que se trata; cuáles sean las dimensiones de la misma; si se dedicará a beneficio de todos los fieles o solo se trata de una capilla particular; qué distancia hay a la cabecera; cuántos habitantes hay a los alrededores de la ermita; si no habrá dificultades por parte de las autoridades civiles. Contestará al calce.

Así el Excmo. y Rvmo. Sr. Arzobispo lo decretó. Mf. Alvarado (Rúbrica) Pbro. Luis Radillo Proscr. (Rúbrica)

Al cabo de cuatro meses, y tal vez, por las demasiadas ocupaciones debido a las festividades de navidad, de año nuevo y fiestas patronales, el señor Cura don Ireneo Monroy, dio repuesta, al calce del mismo documento, en los siguientes términos:

AL MARGEN: Un sello. Parroquia de San Gabriel. Arquidiócesis de Guadalajara.

DENTRO: En contestación a las preguntas que anteceden digo: que el Sr. Montes de Oca que se reconoce como dueño de la ermita dice que con toda voluntad la cede a la Yglesia, pues que la hizo con el fin de que los fieles honraran y veneraran la Santa Cruz; sus dimensiones son de N. a S. 3.50 mts. de fondo, de E. a O. 7 metros; la distancia que hay desde el centro de la población hasta el lugar donde está edificada es aproximadamente un kilómetro; alrededor de la ermita no hay habitantes; hasta la fecha no ha habido ninguna dificultad pues algunos de los actuales empleados civiles son de los que tomaron parte en la construcción de ella.

Dios nuestro Señor guarde la importante vida de S. S.         S. Gabriel, 28 de marzo de 1932. P. Yreneo Monroy (Rúbrica).

Permiso de la Santa Iglesia Católica

De parte del Arzobispado la respuesta fue de inmediato.

AL MARGEN: Un sello. Gobierno Eclesiástico del Arzobispado de Guadalajara. C. 856/32.

DENTRO: Guadalajara 30 de marzo de 1932.

Por dos años a contar desde la fecha, se concede autorización para que el Sr. Cura, según su prudencia, celebre o mande celebrar, una que otra vez, la Santa Misa en la Capilla de la Sta. Cruz, dando antes la bendición “loci y servatis de reliquo servandis”. Así el Excmo. y Rvmo. Sr. Arzobispo lo decretó.

Mf. Alvarado. (Rúbrica). Pbro. Luis Radillo Proscr.    San Gabriel, 6 de abril de 1938.     P. Yreneo Monroy.

De manera que,  cumplidos los requisitos primordiales,  la autorización fue otorgada el 30 de marzo de 1932. Para celebrar la Eucaristía (que fue el 3 de mayo de ese año) muchas personas se dieron a la tarea de preparar niños y niñas para que hicieran la primera comunión. Se asegura que años después llegó a celebrarse un matrimonio.

Guerra Cristera

En tiempos de la “Guerra Cristera” vino a oficiar una “Misa de gallo” el Padre J. Félix Montes de Oca Santana, los tiempos no eran muy propicios por lo que tuvieron que subir los habitantes de este pueblo en completo silencio. Se asegura que en el año de 1944, en dicha capilla hizo la primera comunión la niña Teresa Montes de Oca Ramírez; en 1957, hizo lo propio Ma. Magdalena Montes de Oca Rodríguez, ambas hijas de don Longinos.

En 1948 también lo hizo la niña Catita Villalvazo Montes de Oca recibiendo la sagrada hostia de manos del Padre Vidal Vital. Todavía se recuerda que a don Salvador Ramírez González, se encargaba de preparar –junto con algunas personas del pueblo-  los lazos de fiesta para adornar la cruz y se encargaba de subir la campana para llamar a misa.

La familia Montes de Oca, engalanaba la parte exterior de la capilla con lazos de papeles de diversos colores, velaban toda la noche a la Santa Cruz desde el día 2 de mayo; como era necesario permanecer despierto toda la noche lanzaban cohetes, ingerían canela, rompope y café, se cocía menudo para las personas que llevaban “Las mañanitas” se colocaban botes que contenían retazos de tela o estopa impregnados de diesel y así se iluminaban, formaban con dichos botes una gran cruz.

El 3 de mayo, día de la festividad, había hasta dos misas, se degustaban una gran variedad de platillos mexicanos y por la noche se quemaba un castillo. Desde aquellos años de la década de los 30’s, sin interrupción hasta hoy, ya es tradicional el festejo anual en honor de la Santa Cruz el día 3 de mayo. La familia Montes de Oca y sus descendientes continúan haciéndose presentes en esta celebración.

San Gabriel
Cruz de los PP. Pasionistas. Foto cortesía.

La cruz de los Padres Pasionistas en 1957

La familia deseaba celebrar, el 30 aniversario de la bendición de la nueva Santa Cruz que fue colocada el 29 de septiembre de 1957, y que fue llevada en hombros por los Padres Pasionistas. La Cruz anterior, elaborada por Felipe Montes de Oca, ya se había deteriorado.

La Cruz, que aún se conserva, tiene en el centro, el símbolo del Sagrado Corazón de Jesús tallado en altorrelieve con  la inscripción: JESÚS. XPI.PASSIO; también conserva esta cruz en el madero más largo la inscripción PP. PASIONISTAS SEP. 29.57 fecha en que fue devotamente instalada, complementan el símbolo, dos lanzas sostenidas en los “brazos” de la cruz. En aquel lejano 1957, un hombre, Longinos Montes de Oca caminó con paso firme hasta la cumbre, su corazón estaba lleno de alegría y sus ojos llenos de lágrimas contemplaron el gozo que se desbordaba en el camino, él se ha ido, pero su recuerdo existe en cada uno de sus nietos, que siguen su ejemplo.

La señora Ma. de Jesús Montes de Oca, su esposo don Gilberto Campos Vargas, contando con la ayuda de sus familiares que aportaron recursos económicos, se dieron a la tarea de restaurar el lugar, con el debido permiso del párroco, a quien se invitó a la bendición y celebración de los 30 años de la cruz ya citada (en 1987) y que luce gallarda en el interior de la capilla.

Las celebraciones hoy

En 1982, la señora Felícitas Montes de Oca Ramírez animó a sus hijos Jorge y David Herrera Montes de Oca para que no se perdiera la hermosa tradición familiar y devoción a la Santa Cruz y que le dieran la atención y el mantenimiento necesario a la capilla. Motivados por esta propuesta fue instalada la energía eléctrica en la capilla y durante cinco años doña Felícitas donó el castillo de juegos pirotécnicos que se quemó el día de la fiesta. Sin embargo, la capilla estaba muy descuidada y deteriorada. Antes de fallecer la señora Ma. de Jesús Montes de Oca, encargó a Catarina Villalvazo Montes de Oca (Catita) que continuara con la tradición y que no se perdiera la devoción a la Santa Cruz, con el propósito de que las siguientes generaciones amaran y veneraran este símbolo sagrado.

Desde entonces, Catita y sus familiares más cercanos, se han responsabilizado de conservar la capilla en buen estado y de celebrar el 3 de mayo esta festividad, en esa celebración se reúnen entre cien y doscientas personas, al final de la Sagrada Eucaristía, los amigos y familiares comparten los tradicionales antojitos mexicanos. En mayo de 1998, se le restauró para su mejor lucimiento, Noel Larios colocó una cruz que por las noches ilumina su parte más alta.

Los aniversarios

En 2007, se celebraron los 50 años de la colocación de la Cruz por parte de los Padres Pasionistas, por lo que se celebró un triduo religioso contando con la presencia del señor Cura don J. Jesús Bernardino y el Padre Adalberto Sanjuán Preciado,  se editó un folleto conmemorativo con datos reunidos por parte de la señora Rosa María Villalvazo Montes de Oca de N., hubo castillo y actuó la banda de música. En este 2025, se cumplen 100 años del inicio de la construcción de la capilla, 93 años de que la capilla fue cedida a la iglesia y de haberse bendecido para celebrar en ella la Sagrada Eucaristía, también se cumplen 68 años de la colocación de la Cruz por los Misioneros Pasionistas.

Estado actual de la Capilla

A pesar de haber transcurrido 98 años del término de su construcción, esta capilla se conserva en excelentes condiciones, ya que los descendientes de don Longinos se han preocupado, no solo de mantener viva la celebración, sino de darle mantenimiento al inmueble, se conserva sin cuarteaduras, con buena pintura, y sigue conservando su gran fisonomía.

Para llegar a la capilla se tenía que subir una escalinata de piedra, que partía desde la parte más difícil, hasta cerca de la cima, enseguida continuaba un tramo de empedrado hasta llegar a ella. Dicha escalinata se hizo a mediados de la década de los años cincuenta. Antiguamente el camino iniciaba en el “Arroyo de los Alambres” detrás del Santuario, y atravesaba el terreno en donde hoy está trazado el libramiento carretero. Hoy existen gradas que de manera cómoda nos llevan a la cima.

Hay en el interior del recinto la “campana” antigua que consiguió don Longinos, un cuadro pintado al óleo que representa a la Virgen Dolorosa, otro con el Divino Rostro de Jesús. Entre otras cosas, hay una campana de reciente fundición que lleva la inscripción  “12 DE DICIEMBRE DE 1990”, varios jarrones y floreros, una pequeña imagen del Santo Niño de Atocha.  

Junto al altar, y en tiempos no muy lejanos, fueron depositadas las cenizas de don Saturnino Ramos, antiguo compañero del literato Juan Rulfo.

Referencias:

  • Guzmán Mora, José de Jesús. La Capilla del Cerrito de la Cruz, apuntes para su historia. Segunda edición, 2014. Patronato Pro-conservación de la Capilla del Cerrito de la Cruz, Talleres gráficos de Vázquez & Murguía, Guadalajara, Jalisco.
  • Libro No. 4 de Gobierno de la parroquia de San Gabriel, 1929-1964, págs. 8-9.
  • “El Gabrielense” (1887-1888) periódico independiente de variedades, noticias y anuncios”. Villa de San Gabriel, Jalisco.  Responsable: Juan C. De la Torre. Imp. “Libertad”. Archivo del autor.
San Gabriel

Profesor, músico y cronista municipal, originario de San Gabriel, Jalisco.

El 1° de septiembre de 1994, recibió el nombramiento de “Cronista de la ciudad”, de manos de la autoridad municipal.

Es miembro Cofundador de la Asociación de Cronistas Municipales del Estado de Jalisco, A. C., desde el 19 de octubre de 1996.

Primer cronista vitalicio de San Gabriel, desde el 28 de julio de 2010.

En noviembre de 2011 se integró a la Asociación de Cronistas Municipales del Occidente de México, formada por Jalisco, Colima, Michoacán y Nayarit.

Con treinta y cinco años de servicio en el magisterio estatal en primaria y secundaria, es maestro jubilado desde el 1° de junio de 2011.

Ingresó como consocio a la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco, Capítulo Sur, el 15 de octubre de 2016 con el tema: “La hacienda de Nuestra Señora de Guadalupe del Salto del Agua”.

De 2009 a 2021 fue el responsable del Archivo Histórico Municipal de San Gabriel, Jalisco.

Ha publicado una treintena de libros con temas históricos, genealógicos y monográficos. Ha participado en la prensa jalisciense, en revistas locales y en programas de radio y televisión estatal, nacional y del extranjero.

Correo: [email protected]

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