Hace unas semanas la opinión pública mexicana volvió a sacudirse por un caso que, aunque surge de un recurso institucional ya existente, hasta ahora, no había logrado un alcance tan masivo y excesivamente cuestionado: “Dato protegido”.
El excepcionalismo “americano” es muy bien conocido en todo el mundo como la teoría (o creencia a ciegas) de que el país de los Estados Unidos es social, política, económica y culturalmente superior o mejor que cualquier otro en el mundo.
El candidato republicano ha demostrado recientemente que su poder e influencia es suficiente para contrarrestar a las instituciones públicas. En una seguidilla de conflictos legales, el expresidente ha sido apoyado por parte de los grupos sociales más conservadores, minorías y grupos excluidos