“Hijo, - ¿de qué seda está tejido ese capote?” - le preguntó el escritor Federico M. Alcázar a Luis Castro “El Soldado” después de haber puesto de pie al público de Madrid en una tarde de 1943. En ese festejo, “El Torero
Lo de Juan Ortega el domingo en Guadalajara hay que ponerlo aparte. Aún cuando el diestro sevillano salió con sólo una oreja de la Nuevo Progreso, lo que dejó en el ruedo vale más que una ligera conversación. Es una reflexión para
Don “Huicho”, llamado así por su círculo más cercano, ahora vive de forma pacífica en la Sierra de Amula y ya sin la agitación del día a día. Esas jornadas de celeridad quedaron atrás y ahora se toma con calma las ocupaciones



