Tras confirmarse las cornadas y posteriores cirugías (reconstructiva en el caso de Garza) los comentarios de la afición no se hicieron esperar en las redes sociales. Desde la premeditada malicia de echar novillos toreados al ruedo, como el desarrollo del instinto en
La pasada novillada en Las Ventas dejó vacante el cetro de triunfador en los jóvenes aspirantes a matadores, ya que los astados de Dolores Aguirre dieron pocas opciones y en su arrastre hubo silencio en la mayoría. De lo que sí podemos
Sí, es una práctica centenaria y esto para la mayoría es sinónimo de rechazo, dados sus estrictos dogmas que se ejecutan hasta hoy. Más aún cuando hay cábalas de por medio.