Por: Guillermo Tovar Vázquez, cronista de Autlán | Historias de plaza pública
Autlán de Navarro, Jalisco. 06 de enero de 2023. (Letra Fría) Aunque la iniciativa vino de antiguos compañeros de armas del General Paulino Navarro que ocupaban altos puestos en el Ejército Mexicano, no fue difícil hallar entusiasmo entre las “fuerzas vivas” autlenses para emprender la tarea de perpetuar la memoria de este militar nacido en El Aguacate, mediante la instalación de un monumento.
El 22 de marzo de 1939, en una asamblea celebrada en el salón municipal, espacio que se encontraba dentro de la Presidencia (la que ostentaba todavía la añorada torrecilla), quedó constituido un Comité Pro Monumento al General Paulino Navarro, que se encargaría de las gestiones para la instalación de dicho monumento en un lugar público de Autlán.
La convocatoria había sido lanzada por don Flavio Fierro, ciudadano autlense recordado por su dinamismo e interés por el desarrollo del pueblo pero, según la nota publicada en El Informador para dar a conocer este caso, la convocatoria se hizo nada menos que ”por indicación” del entonces ya General Brigadier Marcelino García Barragán, quien vivía en Sayula desempeñando el cargo de jefe del Sector Militar en ese lugar. Y desde entonces, cuatro años antes de asumir la gubernatura de Jalisco, tenía la capacidad de dar indicaciones a las personas prominentes de Autlán.
Sin embargo, el interés por este monumento venía de mucho más alto: en palabras del mismo García Barragán, expresadas en esa asamblea, la idea se la había comunicado el mismísimo Presidente de la República, general Lázaro Cárdenas del Río, en una reciente visita a Guadalajara. Y esto no es raro, si tenemos en cuenta que Cárdenas y Paulino Navarro habían sido compañeros en los últimos días de éste, cuando combatían a los rebeldes delahuertistas.
El caso es que la asamblea fue suficientemente concurrida, pero no por el pueblo en general sino por personas seleccionadas de entre los “elementos representativos de la ciudad”: estuvieron ahí, entre otros, el doctor Luis Enrigue Villaseñor, promotor del Hospital de Las Montañas y antepasado del escritor Álvaro Enrigue; el ubicuo Jaime Llamas García; las profesoras María Mares, de quien Paulino Navarro había sido alumno, y Filiberta Rosales; Clemente Nuño, presidente del Consejo Municipal, además de algunos militares que venían acompañando al general García Barragán.
Fue este militar el que expuso la idea del general Cárdenas, quien además propuso donar el monumento, que se elaboraría a partir de un diseño de los ingenieros tapatíos Juan José Barragán Morfín y Jesús Garibi Velasco, nada menos que el hermano del enorme Luis Barragán y su colega, activos integrantes del Movimiento Moderno de Guadalajara y constructores de espacios como el Hotel del Parque, el Parque de la Revolución y otros en Guadalajara. Por cierto, si se confirmara que la estatua de Paulino Navarro de Autlán es efectivamente un diseño de estos personajes, aumentaría en buena medida su valor patrimonial.
Antes de la intervención del brigadier, el señor Flavio Fierro había hecho el panegírico de Paulino Navarro, de quien dijo que “en vida fue un alma gigante y noble que no tuvo más sueño que servir a su querido solar”, sueño que no pudo realizar por haber encontrado la muerte todavía en su juventud.
Para terminar la asamblea se constituyó un comité directivo encargado de la empresa del monumento, que quedó conformado de la siguiente manera: presidente honorario, general brigadier Isauro García Rubio; presidente efectivo, general Marcelino García Barragán; secretario, Jaime Llamas García; tesorera la profesora María Mares Germán; comisión de propaganda los señores Luis Michel y Salvador Araiza, además de las profesoras Filiberta Rosales y Guadalupe Arias. También se acordó enviar invitaciones a los amigos del general Navarro que aún vivían y a las colonias autlenses en las ciudades de México y Guadalajara, representadas por los abogados Daniel Benítez (ex gobernador de Jalisco) y Víctor González Luna.
Acaso por el interés de los involucrados o por el apoyo recibido desde la Presidencia de la República o por la conjunción de ambos elementos, los trabajos se realizaron con prontitud y eficiencia: en diciembre de ese mismo 1939 fue inaugurado el monumento, instalado en la Alameda Municipal, que desde la década anterior llevaba como nombre oficial Parque Paulino Navarro.
Han pasado 84 años de este acontecimiento, que los autlenses lograron concluir con buenos resultados. En este 2023, cuando se cumple el centenario luctuoso de Paulino Navarro, se impone que los habitantes de Autlán sigamos este ejemplo.
Fuente:
- Catálogo El Movimiento Moderno en Guadalajara. Museo de la Ciudad de Guadalajara, 2015, pp. 22-29. Consultado en https://issuu.com/albertinaproyectosculturales/docs/el-movimiento-moderno-en-guadalajar el 4 de enero de 2023.
- Correspondencia de Autlán. El Informador. Martes 28 de marzo de 1939, página 4.
