Quila El Grande, Jalisco.- Los pobladores de la comunidad de Quila, están conscientes de los impactos que el cambio climático tiene en el lugar que habitan. Sin embargo, la adaptación a esta situación la viven en un entorno de adversidad, impuesto por la presencia de empresas agroindustriales que producen fresas, arándanos, aguacate y papa.
Las personas de la comunidad de Quila El Grande, han habitado la sierra por generaciones, Ignacio Luquín integrante del colectivo Despierta Quila incluso recuerda cómo rugía el río en los tiempos de lluvia por la fuerza y la cantidad de agua que corría por su cauce.
El panorama no estaba plagado de techos plásticos que anuncian la presencia de invernaderos, grandes camiones que no caben por los caminos de la comunidad, los animales no morían en grandes cantidades por la presencia de agroquímicos, ni tampoco encontraban serpientes muertas, aparentemente asesinadas por quizá considerarlas peligrosas.
Las personas más jóvenes y las no tanto, todas tienen recuerdos e imágenes de una sierra antes y después de ser invadidos por las empresas agroindustriales.
Un llamado antes que la situación empeore
Para el adecuado funcionamiento de las empresas instaladas en la sierra, los empresarios adecuaron un área habitacional -aseguran en Quila que es para entre 300 y 400 personas- donde viven los trabajadores.
A decir de la comunidad, la unidad habitacional está cien por cien adecuada para quienes viven ahí, sin embargo en Quila han documentado que se vierten las aguas negras, provenientes de esta área sobre las tierras de los ejidatarios.
Otro hecho también documentado con imágenes, son las muertes masivas de aves que en la comunidad lo atribuyen al uso de pesticidas y agroquímicos para los cultivos, aunque no han realizado un estudio que sustente científicamente estos hechos.
El inicio del 2024 después de las escasas lluvias del año anterior, no empezó con el mejor panorama para quienes viven y trabajan en la sierra.
En noviembre de 2023, personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) estuvo en Quila y de acuerdo a información compartida por la comunidad, la autoridad ejecutó una clausura de 50 hectáreas a varias de las empresas instaladas en la sierra, que los empresarios no respetaron.
Por su parte, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) también hizo una visita a la sierra de la cual hasta el momento se desconocen cuáles fueron los resultados de la inspección.
Los integrantes del colectivo Despierta Quila, ejidatarios y personas de la comunidad tienen contemplado de nueva cuenta visitar las dependencias ambientales estatales y las delegaciones federales, para continuar con las gestiones que hasta ahora no han dado los resultados necesarios.
La gente de la comunidad sigue haciendo un llamado para preservar su entorno, en medio de la adversidad impuesta por las empresas agroindustriales.