El Profesor y Licenciado en Historia, don Gabriel Chávez Morett, nació en la ex hacienda de San José del Rincón, municipio de San Gabriel, Jalisco, el 29 de febrero de 1940. Su padre fue don Crispiniano Chávez Lomelí y su madre doña María de los Ángeles Morett Cervantes.
El señor Chávez Morett, tuvo como hermanos a Rogelio, Agustín, Fernando, Miguel, Candelario, Juan y María Felícitas. Él nació en tercer término.
Los primeros grados de su educación primaria los cursó en la misma comunidad y, al mismo tiempo, se dedicó a las labores propias de un peón jornalero. No satisfecho de seguir dedicándose como peón asalariado decidió trasladarse a San Gabriel, alojándose en la casa de su tía Agustina Morett Cervantes y también con su tía Ma. de Jesús de los mismos apellidos para aprender el oficio de la sastrería con el señor Leocadio Ramírez Anguiano.
Después de un año dedicado a este oficio y siendo ya un adolescente emigró a la Ciudad de Guadalajara en busca de trabajo, hospedándose con familiares en donde permaneció un breve tiempo, ya que luego viajó a la ciudad de México, fue allí donde terminó la Educación Primaria y el nivel de Secundaria.
Sintiendo la vocación de la docencia ingresó a la Escuela Normal para Maestros “Ignacio Manuel Altamirano” en donde obtuvo el título de Profesor Normalista. Más tarde continuó sus estudios en la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM, siguiendo la especialidad de Licenciado en Historia.
Indudablemente que en esa máxima casa de estudios, fue donde confirmó su vocación y su amor a la historia; durante muchos años, su tiempo lo dividió entre la docencia y la investigación histórica, mostrando interés especial por los acontecimientos históricos y la vida de personajes poco conocidos de San Gabriel, pero de gran trascendencia.
Su primera obra fue “Siguiendo los pasos al General Pedro Zamora”, 1990, en la que narra el Movimiento Guerrillero y Revolucionario, que tanto asoló al municipio gabrielense y toda la región Sur de Jalisco.
Publicó innumerables artículos para “El Informador” sobre temas históricos relacionados con la vida de San Gabriel y la región, obsequiaba esos temas a las personas de San Gabriel con quienes mantenía correspondencia y cultivaba la amistad. Impartió conferencias relacionadas con temas de San Gabriel; por ejemplo, el evento que organizó el H. Ayuntamiento de San Gabriel el 11 de abril de 1994, fecha en que se cumplieron 100 años de que el Congreso de Jalisco, concediera a la Villa de San Gabriel el título de Ciudad con el Decreto número 658 con la conferencia titulada: “Características sociales de finales del siglo XIX y principios del siglo XX”.
Su segunda obra fue “Gabrielenses distinguidos en la historia“, 1998, en la que se incluyeron 46 biografías de personajes gabrielenses que destacaron en los ámbitos político, de la ciencia, la cultura, el periodismo, la literatura, el canto; y otros tantos que han tenido raíces gabrielenses hasta completar 65 biografías en 294 páginas ilustradas.
Su obra la justificó plenamente cuando comentó“… es injusto que varios hombres y mujeres que en vida tuvieron cualidades y méritos notorios quedaran en el anonimato y en el olvido, y a los que están aún con nosotros, no se les reconozcan tales méritos”. Para él fue un gran reto y un éxito haber logrado la publicación de esta obra, ya que en algún momento dijo: “… no moriré a gusto si antes no publico Gabrielenses distinguidos en la Historia”.
A la presentación de esta obra que tuvo lugar el 9 de agosto de 1998, las Autoridades Municipales, ex presidentes del municipio, profesores, líderes de organizaciones, autoridades eclesiásticas, cronistas de la región, familiares y amigos.
Su tercera publicación fue “La lucha por el poder” que apareció en el año de 2001.
Sus obras y su trayectoria de servicio desinteresado, servirá de ejemplo, sus temas son obligada fuente de consulta para la niñez y juventud de la región sur de Jalisco.
Don Gabriel Ch. Morett estuvo presente en San Gabriel el 25 de junio de 2013, día en que se cumplieron 20 años de la recuperación del nombre del municipio y comunidad de San Gabriel, con ese motivo fue presentado el libro “Pedro Zamora, bandolero sin bandera” del Ing. José Luis Ortiz García, de Tonaya, Jalisco.
Retirado ya de la vida laboral en la Ciudad de México, regresó al pueblo de San Gabriel, aquí vivió los últimos años de su vida, desde agosto de 2017 siempre rodeado de sus familiares más cercanos, de sus admiradores y amigos. En un mensaje dirigido a los gabrielenses el 9 de enero de 201, escribió:
Es martes 9 de enero del presente año, cuando en estos instantes antes de terminar la tarde, inició el magno y prolongado repique de campanas, con eso anuncian a su pueblo y comarca de San Gabriel, que están iniciando las fiestas patronales religiosas.
Y se están preparando para recibir a los que un día se fueron de este pueblo, muchos de ellos no lo hicieron por gusto, sino por mera necesidad, salieron tristes, desesperados, o tal vez llorando, sin dinero, sin saber a dónde ir.
¡Cuántos se han ido por diferentes causas! Siempre en busca de un mejor bienestar, por carencia de un trabajo, buscando una preparación académica, por persecución, etc.
Cuantos se han ido, y por diferentes causas jamás han regresado, ya sea por falta de dinero, por enfermedades, vejez, por no tener libertad, porque ya no hubo voluntad o porque murieron. Sin faltar quienes se olvidaron de su pueblo, el que un día los vio nacer.
¿Quién de los que aquí han nacido, han renegado de su pueblo? Los que han renunciado a su iglesia que los bautizó, los confirmó, les dio su primera comunión, los matrimonió.
Los que se han establecido en diferentes estados, los que han tenido que traspasar fronteras entre agua y tierra para establecerse en otros continentes, allá se fueron en busca de laborales, estudios académicos o en viajes recreativos.
Cada gabrielense, en cualquier parte donde se encuentre, le parecerá en su mente escuchar las singulares y sonoras campanas de su pequeño y adorado San Gabriel, ubicado geográficamente entre el Mar del Pacífico y el Occidente de México.
San Gabriel, está cerca de Apango, el pueblo prehispánico, el último en toda la región donde se habló el mexica o nahuatleca, el pueblo que está en las alturas a 1960 metros sobre el nivel del mar, entre bosques de coníferas donde se anidan y cantan los singulares jilgueros y cenzontles, donde huele a tierra húmeda de la sierra, donde están los tejocotes o manzanillas que dan colorido y sabor a la tierra, con flores tachonadas de colores, de sabores y salpicadas de perfumes, donde la niebla se esconde entre la tierra y los pinares. Allí encontramos viejos árboles ataviados con sus collares de paixtle o heno. Así vive el viejo Apango, el que está entre pinares, con su verdor eterno.
Los hijos ausentes vienen bajando, ya se están acercando, empiezan a reconocer la geografía; observan los colosales volcanes de Colima, la sierra de Tapalpa, el Cerro Viejo, el Llano Grande, la Sierra de Perote; también se ve el Cerro de las Piedras Niñas, que tienen un gran parecido a unas infantes.
Por el otro lado se observa una serie de cráteres volcánicos y otros lugares de la geografía jalisciense, los visitantes ya se acercan al lugar de su destino, observan las dos cúpulas de las torres parroquiales; en sus remates vemos, en una la cruz griega; y en la otra, la cruz latina.
Ya llegaron, están en su pueblo, algunos no venían desde hace 20, 30, 40 o más años. Abrazos, besos, flores, saludos, risas, palabras, palabras y más palabras, llanto y lágrimas.
Pero también hay alegría y felicidad, porque están nuevamente en este su pueblo que los vio nacer; pero oh qué tristeza encontrarse en el olvido, hay quienes han llegado al pueblo en el anonimato, como forasteros, desconocidos o extranjeros. Sus familiares ya no existen, los que viven ya no los conocen, ni ellos tampoco; otros, aunque no nacieron aquí, han venido a conocer el pueblo de sus padres o abuelos, porque aquí están sus raíces”.
Don Gabriel Ch. Morett, falleció el 3 de marzo de 2019 en Ciudad Guzmán, Jalisco; fue velado e inhumado en su querido pueblo de San Gabriel. El Gobierno Municipal y el pueblo gabrielense le rindieron un homenaje en la planta baja del edificio de la Presidencia Municipal.
Era un hombre sencillo y modesto, forma parte también de la extensa relación de “Hombres ilustres de San Gabriel”, vive y vivirá en la memoria colectiva.
Es cuanto, que tengan buen día.
