Autlán de Navarro, Jalisco.- La visita en Autlán de la comitiva cubana de la Reserva de la Biósfera Sierra del Rosario, con motivo de retomar el hermanamiento con la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán, traerá consigo la posibilidad de generar alianzas estratégicas para todos los proyectos encaminados hacia la preservación y cuidado del medio ambiente.
En entrevista para Letra Fría con el investigador, especialista y director del Centro de Aprendizaje para la Sostenibilidad Aplicada (CASA) en El Grullo, Salvador García Ruvalcaba, compartió su propia experiencia al recibir a la comitiva cubana y sobre los antecedentes que tiene Autlán y la región con los hermanos en Cuba.
Uno de los lugares que visitaron los especialistas cubanos que estuvieron en Autlán hace días, fue el CASA en El Grullo, a decir de Salvador García y de su colaboradora Ana Elizabeth Velázquez Amaral, la experiencia resultó grata y emotiva.
“El grupo cubano era muy entusiasta con ganas de generar lazos y emprender acciones, vienen con la idea de reactivar todas las acciones que sean posibles a través de este hermanamiento que es un crecimiento en alianzas estratégicas para los proyectos de esta región”, expresó Salvador García.
Desde la perspectiva de Salvador, el trabajo con esta comitiva cubana va a implicar un crecimiento y un fortalecimiento entre la red que ya existe aquí y hacia el exterior.
“La dinámica que se generó de las presentaciones que hicimos fue muy interesante, nos da mucha esperanza de trabajar en estos temas y sin duda estamos con la mejor disposición de contribuir”, agregó.
Antecedentes de vínculos entre esta región y Cuba
Durante los años 90´s ocurrieron varios acontecimientos importantes en torno a temas ambientales en la región y vinculados con Cuba, en 1996 el gobierno municipal de El Grullo oficializó el programa de separación de residuos sólidos, que hasta la fecha aplican; a finales de esa década, Salvador García Ruvalcaba adquirió el espacio que actualmente alberga el CASA, compartió el investigador.
En 1994, Enrique Jardel y Salvador García estuvieron en Cuba apoyando un proyecto de plan de manejo para la Reserva El Rosario y después de esto nació el hermanamiento que posteriormente se concretó con la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán, ocurrido en el año de 1996.
A partir de aquella experiencia surgió un acercamiento de los especialistas en Autlán con la actual presidenta de la Agencia de Medio Ambiente en Cuba, Maritza García.
Para 1997, Salvador García estuvo nuevamente en Cuba, invitado a participar en un taller de Interpretación Ambiental en la península de Guanacahabibes, donde tuvo la posibilidad de aprender y compartir lo que se hace en esta región de Jalisco.
El vínculo con los hermanos cubanos continuó vigente, en el año 2022 la doctora Tania Merino, vicepresidenta de la Fundación Iris de medio ambiente e integrante de la Red Iberoamericana de Medio Ambiente (REIMA) hizo una estancia post doctoral en Autlán, invitada por el Centro Regional para el Desarrollo Sostenible, donde desarrolló un proyecto durante tres meses.
A través de la doctora Tania Merino, su hija Beatriz Ardir Merino se enamoró de Autlán, hizo primero una estancia y actualmente es estudiante de la maestría en Ciencias en Manejo de Recursos Naturales, del CUCSur.
Para Salvador García esta cadena de hechos afortunados entre esta región y Cuba ha generado una red de lazos que suman para hacer frente a los problemas globales del medio ambiente.
Acuerdos a mediano plazo
Luego del encuentro con los representantes de la Reserva de Sierra del Rosario en Cuba -que el investigador Salvador García definió como fraterno y divertido- surgió un compromiso.
Para el próximo mes de marzo de 2026, en el marco del festejo del aniversario de la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán estará en Autlán otra comitiva cubana, con quienes habrá la posibilidad de darle continuidad a los proyectos que vayan surgiendo, por ejemplo la apertura de un CASA en Cuba.
“Necesitamos emprender acciones para revertir estas situaciones y si no frenarlas y formarnos para poder tener capacidades con gobiernos, sectores empresariales, medios de comunicación, necesitamos trabajar todos”, expresó el especialista.
A nivel personal y luego de muchos años y proyectos emprendidos, Salvador García expresó que esta experiencia de compartir y hermanarse con otras personas del país o el extranjero es algo que le llena el ser y le da plenitud, a él y a toda su familia.
Agradeció también la disposición de todos los actores involucrados para que estas redes se tejan, porque la posibilidad de aterrizar y avanzar en estas propuestas tiene que ver con el trabajo y la disposición en conjunto.
Beatriz Ardir Merino, enamorada de Autlán
En entrevista con Beatriz Ardir Merino, joven cubana estudiante de la maestría en Ciencias en Manejo de Recursos Naturales, del CUCSur, habló de su propia experiencia y de cómo Autlán, la región y el maestro Salvador García han influenciado su vida y quehacer.
Ella se crío con su mamá (Tania Merino) que siempre trabajó temas del medio ambiente, sobre todo relacionados con el impacto del cambio climático en las comunidades.
En el 2023, Bety empezó a trabajar en el Instituto de Geofísica y Astronomía, en el proyecto AdaptHabana para crear un plan de adaptación ante el cambio climático para la zona costera de La Habana, haciendo uso de tecnologías de principios de adaptación verde, basada en el ambiente.
“Dicho plan no podía ser creado solo por nosotros, los científicos que hacemos la ciencia dura, estos planes de adaptación debían ser creados con la comunidad y cuando empiezo yo a trabajar directamente lo que son los temas sociales de atención al cambio climático, pero con la comunidad”, compartió la joven especialista.
En enero del 2024, estuvo por primera vez en Autlán para hacer una pasantía con Salvador García, con quien aprendió cómo desarrollar la educación ambiental desde el espacio abierto con técnicas demostrativas, donde la intención es que la comunidad genere sus propias estrategias de acción.
De esta experiencia de la pasantía, surgió el modelo de talleres para los seis municipios de la zona costera de La Habana.
Luego de la pasantía, Bety tomó la decisión de volver nuevamente a Autlán ahora para estudiar la maestría, en la que está actualmente.
Buscan un Centro Regional para el Desarrollo Sostenible en Cuba
Como parte de los proyectos que quiere impulsar, Bety compartió con Salvador García el interés de crear un Cuba un Centro Regional para el Desarrollo Sostenible, que tenga como antecedente el proyecto de AdaptHabana, para lo cual resulta beneficioso el hermanamiento retomado entre las Reservas de la Biósfera y la visita de la comitiva cubana.
El objetivo de Bety apoyada por Salvador García, es avanzar lo más posible en la propuesta de la creación de este para que en marzo próximo que vuelva a Autlán una comitiva cubana puedan presentárselo.
“Plantearlo como un proyecto bilateral, es decir se crearía en Cuba el Centro Regional para el Desarrollo Sostenible, pero a través de una pasantía o una capacitación con expertos como el profe Salvador García Ruvalcaba”, expresó Bety.
La posibilidad de que otros especialistas cubanos respalden la iniciativa de la creación de un Centro Regional para el Desarrollo Sostenible anima a Bety y al propio Salvador porque ya estarían involucradas instituciones dentro de la iniciativa, que podrían hacer más factible darle impulso al proyecto.
En América Latina hay 28 centros, de los cuales en México hay dos centros, el de Autlán que están buscando ampliarlo para que tenga alcance estatal y uno más -binacional- entre Chihuahua y Texas.
“Esas alianzas estratégicas nos van a permitir hacer más eficiente nuestro trabajo, utilizar recursos económicos y sobretodo generar en los gobiernos municipales junto con las otras instituciones proyectos a largo plazo, planificación a largo plazo en el territorio más allá de la región, esas son las oportunidades que podemos desarrollar en los próximos meses”.




