Villa Purificación, Jalisco.- La Junta Intermunicipal de Medio Ambiente de la Costa Sur (JICOSUR) proyecta la apertura de dos viveros municipales para este año: Tomatlán y Casimirio Castillo, con recursos que gestionaron con la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET), dijo en entrevista el director de JICOSUR, Julián Flores Nieves.
En la región de la Costa Sur, actualmente solo hay dos viveros municipales en funciones, Villa Purificación y La Huerta, sin embargo resulta insuficiente para abastecer a toda la región; por ello la JICOSUR tiene proyectado gestionar que cada municipio tenga el propio.
Para este 2025, buscan abrir Tomatlán y Casimiro Castillo y para el 2026, Cihuatlán y Cuautitlán de García Barragán.
“Tiene tres o cuatro años en donde la gente se ha sumado de manera muy interesante (a las reforestaciones) -por ejemplo- en La Huerta que es uno de los viveros que no sólo nos dona planta a nosotros, sino que he visto que a otras regiones, a otros municipios, pero ya no podemos con más tenemos que sumarnos a apoyar”, comentó Julián Flores.
El recurso recibido por parte de SEMADET para la habilitación de los dos viveros (Casimiro y Tomatlán) es de 109 mil pesos más la inversión que deberán hacer los ayuntamientos.
“Esto lleva un compromiso de co-inversión del municipio, entonces los municipios también están comprometidos a ponerle lana para poder crear estos viveros, que si bien la inversión de un vivero es bastante elevada, vamos a estar trabajando con el recurso que obtengamos para empezar a producir planta”, agregó Flores Nieves.
Están en el proceso administrativo para adquirir el equipamiento destinado para los viveros, los convenios de colaboración con los municipios ya los aprobaron en cabildo y los espacios físicos ya los están habilitando.
Los viveros deben ser autosustentables
Con el fin de que los viveros sean sustentables, deben implementar un mecanismo para poner a la venta -a precios accesibles- una parte de la producción de las plantas y considerar una proporción para donación. Así comenzó La Huerta hace diez años comentó Julián Flores.
Aunque muchas personas les han preguntado por qué venden las plantas y no sólo las donan, Julián Flores destacó que esta es la única manera en la que los viveros municipales pueden asegurar su existencia y crecimiento.
Para los gobiernos municipales, la apertura de los viveros implica un compromiso que trasciende las administraciones porque son proyectos a largo plazo, que además servirán para instrumentar y fortalecer los programas de reforestación.
Agregó que con el fin de lograr que las reforestaciones resulten efectivas, antes de hacer una, evalúan el espacio donde van a plantar, hacen una propuesta de especies e incluso comprometen a la ciudadanía para garantizar el cuidado y mantenimiento de esas áreas.
“El tema de la restauración de una parcela, la reforestación es la parte más fácil porque te lleva una semana y se acabó, pero el mantenimiento ese es el gran punto, estamos creando convenios con los productores donde están firmando acuerdos donde no sólo se comprometen a mantener esta parcela, sino también capacitarse para atender plagas y otros temas”, agregó Julián Flores.