En este hermoso pueblo, lleno de tradición y cultura don Ramón y Manuel Rodríguez Blas, se dedicaban desde su juventud, a la elaboración de huaraches de cuero, artesanía a la que la familia Rodríguez Blas le dedicó los últimos ochenta años. Compartían ese oficio artesanal con sus hermanos Pedro y Luis Rodríguez Blas.
Don Ramón fue artesano, músico y apasionado al fútbol, nació en San Gabriel en 1932 y murió en 2019, mientras que Manuel nació en 1940; aún vive; sus padres fueron don Antonio Rodríguez Liberio y doña Martina (conocida como Mariquita) Blas Gómez.
Una familia de artesanos
Miembros de gran una familia formada por Agustín, Alberta, Ramón, Cecilia, Luís, Lucía, Ma. Guadalupe, Ma. de Jesús, Manuel y Pedro. A corta edad aprendieron de su padre, don Toño Rodríguez, el gusto por la buena música y la elaboración de huaraches de cuero, artesanía y tradición que hoy –lamentablemente- ya no desarrollan en la familia, misma que les proporcionaba el ingreso para vivir.
El Maestro Ramón, fue desde 1963, el director de la banda de música “Ireneo Monroy”, hasta su fallecimiento; en tanto que Manuel -en la actualidad- es el maestro de los jóvenes músicos de la citada banda.
En la casa paterna situada por la calle Independencia No. 15, fue en donde con gran destreza elaboraban los huaraches de cuero, su manufactura era reconocida en toda la región del Llano rulfiano por su buena calidad. A esa actividad también se dedicaron sus hermanos Agustín, Luis y Pedro, ya fallecidos.

Los huaraches
Don Antonio Rodríguez, padre de los hermanos Rodríguez Blas, comenzó a trabajar con su suegro don Luis Blas Sánchez desde el año de 1920 y ahí aprendió el oficio. Los diferentes tipos de huarache para hombre, que producían, era el sencillo o de cuatro vueltas, el de araña de siete u ocho vueltas, el de petatillo con correa angosta y de recargue; todos llevan zapatilla que cubre la correa. Para las mujeres había de cadena o sencillos.
Los materiales que empleaban para la elaboración eran el cuero de res, la suela gruesa de cuero para la planta, correa o baqueta más delgada, suela de hule de llanta usada, (hoy se venden pacas de 5 tiras de hule del centro de la llanta), clavos, remaches bifurcados de dos patitas, hebilla para los correllones, forro delgado de cuero de chivo o de puerco.
Las herramientas de uso cotidiano eran los cuchillos, martillos, mochadores o pinzas, sacabocados, cinceles, almenillas, encorrelladores con cacha de hueso de cuerno, hormas de madera, máquina de coser, hilo de costura, piedra de afilar, chaira para asentar el filo del cuchillo, amén del mandil de mezclilla, hilos, una cuña, dedales y bancos artesanales para sentarse.
El proceso de elaboración de los huaraches:
- Se corta la suela basado en moldes de varios tamaños, hay moldes para taloneras y zapatillas, se cose el forro en la máquina, usando el hilo de costura.
- Se moja la planta (cuero de res) y se planchan con algo pesado para que se emparejen las plantas. Ya parejas y oreadas se golpean con un mazo de madera, para evitar que tengan partes disparejas.
- Se cortan las plantas sobre el molde y se agujeran alrededor con el sacabocados, ya que allí se insertarán las correas. Las zapatillas y taloneras se sacan del molde y se pican con cincel, el picado irá de acuerdo con el estilo de huarache.
- Se cortan las correas de diferentes grosores, según el huarache, y se ponen a remojar; finalmente se cortan los excesos en el grosor hasta quedar parejas. Se coloca la horma y se pone el encorrellado, poniendo la zapatilla y se teje con las correas, se ponen a secar. Se corta el hule para la suela de acuerdo con las medidas del cliente.
- Se pone la suela de hule clavándola a la planta, se vuelve a poner en la horma para darles el terminado, golpeándolos con martillo; se les saca el brillo con un trozo de madera llamado cuña. Se sacan de su horma. Se pone las hebillas y los correllones, que son los que se sujetan al pie del usuario.
Manuel y Ramón, en una entrevista, comentaban que en la antigüedad, usar huaraches era una necesidad, sobre todo de los campesinos, peones y jornaleros; hoy en día los huaraches se han convertido en un artículo de lujo, en sus mejores tiempos hacían cuarenta y cinco pares a la semana.
Costo de un par de huaraches
En 2015, el costo de un par de huaraches oscilaba entre los $ 220.00 y hasta los $400.00 pesos. Los huaraches para niños iban de los $ 80.00 a los $ 200.00 pesos
Según su apreciación, el costo real para producir un par de huaraches era de aproximadamente $200.00 quedando entre $ 40.00 y $ 50.00 pesos de utilidad, en tal virtud, lo que ellos producían no era por negocio, sino por metra tradición familiar y cultura artesanal.
Sus clientes eran ordinariamente personas de Colima y de la región, aunque había clientes que, viviendo en Estados Unidos, adquirían el producto en su visita a San Gabriel, durante las fiestas patronales.
Termina una artesanía y tradición gabrielense
Debido a la inundación del pueblo de San Gabriel por el desbordamiento del Río Salsipuedes, ocurrido el 2 de junio de 2019, la familia Rodríguez Blas perdió herramientas, muebles y pieles para producir los huaraches; sumado a lo anterior, Manuel ha sufrido ciertas enfermedades, por lo que los huaraches ya no se producen en el seno de la citada familia.
Hoy solo los recuerdos quedan.
Sin embargo, y pese a los tiempos y vida modernos, hay una tenería en donde se siguen curtiendo las pieles de un modo 100% artesanal, ojalá que perdure por mucho tiempo.
Es cuánto, que tengan buen día.
