Para el calendario cívico hoy es un día importante, Constantinopla ha caído en manos de los turcos, y con ello se corta la ruta de Europa a Asia, cuando el intercambio comercial entre estos territorios iba en aumento.
Entonces surge “la prisa” principalmente de españoles y portugueses, por encontrar nuevas rutas marítimas, por eso se circunnavega el planeta por primera vez y entre muchas peripecias y tragedias, el 21 de noviembre de 1564 zarpa del antiguo Puerto de la Navidad la expedición que pudo concluir el tornaviaje Asia- América dando pie a lo que se conoce como la globalización temprana.
Pues cruzando por tierra el actual territorio mexicano una buena parte de las mercancías chinas en su mayoría salía de Veracruz hacia España.
Por primera vez se vincularon los tres continentes…y el norte de África…

Rescato y actualizo esta crónica incluida en su primera versión en el libro Simpatía por el Débil, obra que se representará el próximo martes a las 7 de la tarde en el Museo Regional de las Artes de Autlán donde se ha preparado un ameno e interesante programa con algunas sorpresas. Sin miedo.
Yo crecí con la idea de que Cristóbal Colón era un héroe o un santo. Me enseñaron la siguiente letanía que aún recuerdo, pues en mi mente nunca dejé de repasarla o tararearla in- conscientemente:
Un 12 de octubre de júbilo lleno,
llegó a nuestras tierras un gran marinero. Con tres carabelas y un gran corazón, llegó a nuestras tierras Cristóbal Colón.
Sobre el ancho mar, con sus blancas velas,
las tres carabelas se veían pasar:
la Niña, la Pinta y la Santa María trajeron a América ¡un glorioso día!
Pues esa percepción ha cambiado, no solo en mí, sino en millones de personas que consideran que la conquista espa- ñola fue una violenta invasión auspiciada por el papa y la corona española.
Hace poco escribí cómo el historiador Edmundo O’Gor- man acuñó el término «el encontronazo de culturas», ante aquellos que, queriendo interpretar la conquista como un hecho histórico que amplió tranquilamente la imposición de la cultura y civilización occidental, lo denominaron como el «encuentro de dos culturas».
Para darle un «sustento jurídico y legal» a la conquista es- pañola, el rey Fernando organizó las Juntas de Burgos de 1512, en las que un grupo de juristas y teólogos discutieron sobre el aspecto político y moral de la conquista, elaborando un docu- mento conocido como El Requerimiento. Se atribuye al jurista, catedrático universitario (Salamanca) y consejero real Juan López de Palacios Rubios su redacción final.
En términos generales, el Requerimiento era un docu- mento real que, a su llegada a tierra firme, los españoles leían como una advertencia. Pero eso era de lo más tramposo y marrullero del mundo, pues los pueblos conquistados no entendían el castellano… ja, ja.
Y si los que aceptan la conquista como un hecho histórico civilizatorio se horrorizan de los sacrificios humanos, che- quen una parte de la redacción del Requerimiento, donde les advierten lo que les esperaba en caso de no dejarse despojar de sus costumbres, creencias, hábitos y territorios:
«Si no lo hicieres, o en ello dilación maliciosa- mente pusiéredes, certificoos que con el ayuda de Dios yo entraré poderosamente contra vosotros y vos haré guerra por todas las partes y maneras que yo pu- diere, y vos sujetaré al yugo y obediencia de la Iglesia y de Sus Altezas, y tomaré vuestras personas y de vues- tras mujeres e hijos y los haré esclavos, y como tales los venderé y dispondré dellos como Su Alteza man- dare, y vos tomaré vuestros bienes, y vos haré todos los males e daños que pudiere, como a vasallos que no obedecen ni quieren recibir a su señor y le resisten y contradicen. Y protesto que las muertes y daños que dello se recrecieren sea a vuestra culpa, y no de Sus Altezas, ni mía, ni destos caballeros que conmigo vi- nieron. Y de como lo digo y requiero, pido al presente.
escribano que me lo dé por testimonio sinado, y a los presentes ruego que dello sean testigos.»
Vaya, eso no es muy amable ni de gente altamente civiliza- da y bautizada. Para los que ya vivían aquí, fue una invasión, una guerra que perdieron.
En la historia existe un concepto denominado «los im- ponderables», que sería algo así como lo impensable, lo pa- radójico, lo difícil de comprender. Desde esa perspectiva, me preguntaba qué hubiese pasado si los mesoamericanos, co- mandados por militares aztecas, hubieran creado una gran confederación rechazando la invasión a Tenochtitlán y pa- sando a la ofensiva, y con sus propias calaveras y galeones llegaran sorpresivamente a invadir la península. Ante eso, los eternos enemigos de España —principalmente ingleses, franceses, portugueses, holandeses— se unirían al ejército mesoamericano y terminarían sometiendo a la Madre Pa- tria.
Bueno, pues elaboré el siguiente prompt (instrucciones precisas) para el chat gpt:
Con base en las características del siglo xv y la his- toria, ¿qué hubiera sucedido si los aztecas se hubie- ran aliado con mayas, purépechas y tlaxcaltecas? Ela- bora un escenario favorable a los aztecas. Asimismo, señala desde una perspectiva histórica si la corona es- pañola debe pedir perdón al actual México.
Y esto fue lo que la ia arrojó en menos de 60 segundos: Desarrollo
- Unificación de fuerzas
- La alianza permite la creación de un poderoso con- junto de ejércitos, aprovechando la diversidad de tác- ticas y estrategias militares.
- La coordinación militar sería más efectiva, y las campañas de resistencia también serían de ataque continuo.
- Intercambio cultural y conocimiento
- Los aztecas se beneficiarían del vasto conocimiento en astronomía, agricultura y arquitectura de los ma- yas, así como de las técnicas de guerra de los tlaxcal- tecas.
- Este intercambio podría llevar al desarrollo de nue- vas tecnologías.
- Estabilidad política
- La unión de estas culturas podría dar lugar a un sis- tema de gobernanza más inclusivo, promoviendo la paz entre ellos.
- La consolidación de un poder político fuerte y respe- tado podría disuadir a posibles invasores y aumentar la estabilidad en la región.
- Resistencia a la conquista
- En lugar de ser derrotados fácilmente, los pueblos aliados podrían haber organizado una defensa efec- tiva contra los conquistadores españoles.
- La combinación de sus recursos y conocimientos podría haber resultado en una especie de confede- ración. Con el tiempo, podrían haber logrado esta- blecer tratados con los españoles, defendiendo sus derechos.
- Preservación cultural
- La alianza podría haber permitido la preservación y el florecimiento de las tradiciones culturales.
- Las tradiciones de cada pueblo se mantendrían vivas, en lugar de ser suprimidas.
Interesante, ¿no?
Y el tema que ha levantado polémicas y hasta desencuen- tros diplomáticos: pide el gobierno de México que la actual corona española pida perdón por lo que sus antepasados hi- cieron en perjuicio de las culturas que aquí se estaban desa- rrollando. No recuerdo haber escuchado que también quieran disculpas del papa.
Bueno, pues la ia arrojó el siguiente texto:
Reflexión sobre el perdón de la Corona Española
En cuanto a si la corona española debe pedir perdón a Mé- xico por la conquista, esta es una cuestión compleja y profun- damente debatida. Algunos puntos a considerar son:
- Reconocimiento histórico
- Un pedido de perdón podría representar un recono- cimiento de los sufrimientos y las injusticias infli- gidas durante la colonia.
- Este reconocimiento puede ser un paso hacia la re- conciliación y la construcción de una mayor identi- dad.
- Responsabilidad histórica
- La conquista fue un evento histórico que tuvo con- secuencias devastadoras para las civilizaciones origi- narias.
- Sin embargo, también es importante considerar que muchos de los actores involucrados en esos eventos
ya no están vivos, lo que complica la cuestión de la responsabilidad.
- Impacto en la identidad y la memoria
- Un pedido de perdón podría contribuir a la sanación de las heridas históricas y a la creación de un espacio para que las voces de los pueblos se manifiesten.
- Esto podría ayudar a promover una identidad nacio- nal más inclusiva en México, que reconozca y consi- dere su historia.
En resumen, el escenario favorable para los aztecas resal- ta el potencial de una unión entre culturas, mientras que la cuestión del perdón es una reflexión sobre la historia y sus consecuencias.
Para concluir, dos cosas. Hace unos años algunos universi- tarios fuimos a una gira de trabajo a Europa, principalmen- te a Madrid, Barcelona y el Reino de Andorra. Curiosamen- te nos tocó allá un 12 de octubre, en Madrid por la mañana; donde observamos todo el impresionante ceremonial con la nobleza presente y sus vestidos de gala. Es un desfile que lla- man de la Hispanidad. Orgullosos de la conquista.
Alfonso Zepeda, Rolando y su servidor volamos esa tarde a Barcelona. Ahí vimos la otra cara de la moneda. Los catalanes no ven bien la invasión al continente; en varios lugares pú- blicos se veían carteles o pintas en rojo condenando esa inva- sión: «Colón, genocida», y la gran columna donde en la cús- pide se encuentra una estatua del almirante señalando hacia el océano. La base estaba pintada de rojo sangre: genocida.
Y una anécdota: al llegar al hotel en Barcelona, Poncho Zepeda y el que esto escribe decidimos salir a caminar; Ro- lando prefirió quedarse a descansar. Y ahí vamos, caminan- do por una enorme avenida multicultural donde veías gente de varias nacionalidades. En una de esas, se nos emparejó un joven delgado que tenía rostro de mujer, muy raro. Quién sa-
be de qué nacionalidad era. En buen español nos preguntó de dónde íbamos y qué hora era. Y yo, ya desconfiando del andrógino, le iba a decir que se fuera, pero no hubo necesidad: de pronto él solo se fue caminando rápidamente. Y se fue por- que venían hacia nosotros un par de tipejos que después su- pimos eran policías.
Un joven y un viejón. El policía joven y yo de inmediato nos caímos mal. Nos pidieron identificaciones, santo y seña. Nos dejaron ir sin quitarnos nada, y yo, indignadísimo por esa «grave ofensa», ja, ja.
No podemos regresar la historia, no existe el túnel del tiempo, y volver al futuro solo en las películas. En el actual México existen dos posturas: el indigenismo, que, acorde a la llamada Leyenda Negra, considera que todo lo que trajeron los europeos fue negativo. Otra corriente de pensamiento sería aquella que considera que los europeos vinieron a civilizar a la gente de por acá, se horrorizan de los sacrificios humanos y, sobre todo, el argumento más sólido sería que, con la evangelización, trajeron el cristianismo a estos pueblos paganos. Lo más sano es ser ecléctico y conservar lo mejor de cada civilización que finalmente han dado pie a otras civilizaciones que no existían. A través de un mestizaje forzado.






