La semana pasada se llevó a cabo el XIII del Congreso Internacional de la Red Internacional de Investigadores en Turismo, Desarrollo y Sustentabilidad (RITURDES) colaborando como coorganizadores el profesorado que integra el Cuerpo Académico Turismo Sostenible e Interculturalidad (CATSI), la sede anfitriona fue la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo (UIMQROO) y el lema que se estableció fue “Construyamos un Turismo Sostenible para un Futuro de Paz”, basado en los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS).
Lo anterior pone como prioridad erradicar la pobreza, y en la Organización Mundial del Turismo que para El Día Mundial del Turismo 2024 eligió por lema “Turismo y Paz”, reconociendo al turismo como un motor de desarrollo que promueve el aprecio por la biodiversidad y las culturas del mundo. (RITURDES, 2024). El municipio donde se encuentra la (UIMQROO) es José María Morelos, ubicado dentro de la zona maya al oeste del Estado de Quintana Roo.
El programa general estuvo dividido en dos partes, en la primera se analizó este mundo maya desde una lógica académica con la participación de investigadores (as) de diferentes universidades del país. La segunda parte sería el trabajo de campo que incluyó la interacción con comunidades mayas que están desarrollando proyectos comunitarios basados en su ancestral riqueza biocultural.
La perspectiva académica
Algunas de las ponencias que se presentaron fueron: Cultura de la paz y sostenibilidad del turismo: seguridad ciudadana en dos destinos turísticos de Chiapas, Calidad del servicio en Pueblos Mágicos; enfoque de los prestadores de servicios turísticos en El Fuerte, Sinaloa, Estrategias para la revalorización de los saberes sobre plantas medicinales, con enfoque de turismo rural en San Carlos, Quintana Roo, Turismo y Violencia: La actividad turística en San Cristóbal de Las Casas.

Trabajo de campo
Un pequeño acercamiento al otro México
Comunidad de Tihosuco, que los habitantes lo describen como “un pueblo maya vivo, testigo de los flujos de la historia”. Probar sus alimentos es un verdadero placer, utilizan la chaya en diferentes platillos y presentaciones, ni se diga del maíz y en general su gastronomía que hay que decirlo: huele más a Maya que a España, pero que es parte del sincretismo que inevitablemente se produjo. Ahí pudimos interactuar con los habitantes, créanme que es gente educada, respetuosa, no consumen clonazepam para dormir en paz, ni van al psiquiatra para tratar de encontrarse con lo mejor de ellos mismos, con su espiritualidad.


No son perfectos porque son humanos como tú o como yo, pero son bastantes solidarios y saben bien de donde vienen, en donde están, quienes son y a donde quieren ir.
En Tihosuco destaca el museo “único en México dedicado a la historia de la resistencia indígena y la Guerra de Castas”, esta Guerra Social Maya que se prolongó hasta principios del siglo XX.
También estuvimos la iglesia del Divino Niño de Tihosuco, la cual se encuentra en mal estado y requiere un plan de restauración.

Taller Lool Chuy
Comunidad X-Pichil ubicada en Felipe Carrillo Puerto, es un taller textil integrado por mujeres que, gracias a su esfuerzo y enorme capacidad de trabajo, se han organizado al grado de obtener reconocimientos nacionales e internacionales. Magaly Pech Chuc es su representante, es admirable el nivel cultural y simpatía que tiene. Al igual que sus compañeras hablan sonriendo viéndote directamente a los ojos, como tratando de vincular conciencias. Nada de egos.
Sacalaca comunidad que produce sus propios alimentos mediante la milpa maya, intercambia productos con otras localidades y conserva su idioma, ahí se tuvo una charla de aprendizaje colectivo con los responsables de proyectos comunitarios. Ellos le apuestan al modelo de turismo comunitario, rural, apegado a su valioso patrimonio biocultural, se encuentra un cenote que con las debidas precauciones se puede visitar acompañado de un guía local, tres colegas fueron los valientes que se animaron a meterse a esas míticas aguas. Cabe mencionar que uno de los encargados del emprendimiento es Alfredo, egresado de la UIMQROO y ahora profesor, investigador y astuto preservador de la cultura maya.

Recorrido en el Tren Maya (Trayecto Felipe Carrillo Puerto a Tulum)
Se nos había dicho que “La construcción y el inicio de las operaciones del ‘Tren Maya’ es un parte aguas que se concibió como uno de los megaproyectos federales para apoyar a las comunidades locales, generar empleo y oportunidades económicas sostenibles, haciendo necesario estudiar cómo ha sido su planificación e incidencia”.
Algo que destaca es la seguridad que existe, de la cual son responsables directos elementos del ejército y guardia nacional. Es evidente que aún le falta para quedar totalmente construido, incluyendo los hoteles que se piensan instalar en cada estación. Es económico, el recorrido Felipe Carrillo Puerto a Tulum costó poco menos de ochenta pesos, hay descuentos para diversos sectores sociales, estudiantes, maestros, gente de la tercera edad y habitantes de las comunidades cercanas que con una identificación comprueban su residencia. Gente joven es la que trabaja en el interior de los vagones, dentro de sus funciones les corresponde atender el servicio de alimentos y bebidas. Les falta mayor fogueo o capacitación. Están Chavos (as) tienen futuro.

Y después varios días
Un fenómeno que desde mi perspectiva logré observar consiste en las opciones que tienen los jóvenes mayas: irse a trabajar en el área de alimentos y bebidas y hotelería en los destinos más conocidos a nivel global: Cancún, Tulum, Playa del Carmen, entre otros. Con todos los beneficios y contradicciones de la globalización que como paradigma genera.
La segunda opción sería la de quienes le apuestan al turismo comunitario, como en Sacalaca, por ejemplo. Este modelo se basa en los saberes y ecosistemas que de alguna manera subsistieron resistiendo los diversos efectos que produjo la invasión española que inició en el siglo XV, y que son parte de la actual identidad nacional o al menos de una parte de este territorio que hoy llamamos México.
Ese México es el mismo territorio que la cultura occidental “descubrió”, es decir; esas comunidades pertenecientes a la civilización maya fueron “conquistadas”: los mayas o los aztecas no fueron a invadir la Península Ibérica y a generar un proceso de colonización, los tarascos no fueron a imponer el idioma purépecha, ni los Texcocanos fueron a derrumbar catedrales y levantar pirámides con Tláloc a la cabeza exigiendo olvidarse de sus principios religiosos.
En el México del siglo XXI y para evitar misiones imposibles, como volver al futuro o al túnel del tiempo, es recomendable reconocer los principales elementos culturales que siglos de mestizaje fueron construyendo, asumir una postura ecléctica y rescatar lo mejor de la cultura Ibérica, así como de las civilizaciones precolombinas. La historia al igual que la naturaleza tienden a ser pragmáticas, a veces sin tener conciencia de ello, la sobrevivencia marca pautas y moldea paulatinamente a las realidades. En muchas ocasiones de forma violenta e insensible al dolor ajeno.
Hierro sobre madera es la historia
Sucesión de puntos la existencia
Arroyos de temporal nuestras vidas
Esta semana se dio a conocer que arqueólogos de la Universidad de Arizona liderados por el doctor Thomas Lucke descubrieron una ciudad maya perdida en la península de Yucatán. Este asentamiento contiene miles de edificios densamente agrupados en un área pequeña. Gracias al uso de tecnología de radar láser o LIDAR (Light Detection and Ranging), el equipo identificó cerca de 7,000 estructuras, entre ellas pirámides y un juego de pelota, además de construcciones residenciales, distribuidas densamente en unos 129 kilómetros cuadrados.
“No sólo encontramos áreas rurales y asentamientos más pequeños. También encontramos una gran ciudad con pirámides justo al lado de la única carretera de la zona, cerca de un pueblo donde la gente ha estado cultivando activamente entre las ruinas durante años”
Aún hay mucho que investigar, profundizar en los conceptos teóricos, correlacionar estudios, encontrar los vínculos entre ese mundo maya y el actual mestizaje del México del siglo XXI.
En cierta ocasión un par de extranjeros que recorrían la Zona Arqueológica de Chichen Itzá comentaron entre ellos (en inglés):
– ¿A dónde se habrán ido las personas que hicieron estas maravillas?
El maya que ahora trabajaba de guía de turistas en las “maravillas” que alguna vez construyeron sus antepasados, les respondió:
– No nos hemos ido, aquí estamos todavía.
Wiinikil yöok ol ´kaab, jée bixo´ one: Ser en el mundo, ser nosotros.
Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo.
