Autlán de Navarro, Jalisco.- Las personas de la tercera edad, para un sano desarrollo de su vejez requieren que las familias no los sobreprotejan, es decir que les permitan tener cierto nivel de autonomía y por otro lado que no los abandonen porque corren el riesgo de caer en una depresión.
A propósito del próximo Día del Abuelo y la Abuela, la psicóloga clínica con una maestría en terapia cognitivo-conductual, especializada en geriatría, gerontología y tanatología, Nanci Cecilia Salazar Moreno, habló para Letra Fría sobre algunos de los aspectos más importantes a considerar en el cuidado de las personas mayores y también para quienes aún no lo son, pero tarde o temprano llegarán a serlo.
Según datos del INEGI y la Secretaría de Salud, para el 2030 la esperanza de vida proyectada para las mujeres es de 79 años de edad y para los hombres de 74 años de edad. Y de acuerdo al Instituto Nacional de Geriatría en México, el 21 por ciento de la población en el país tiene 60 años de edad o más.
Mayor esperanza de vida que debe cuidarse con anticipación
El avance en la medicina y los cuidados les han permitido a las personas tener una mayor esperanza de vida, sin embargo es fundamental tomar conciencia, que además de la cuestión física debe también mantenerse una buena salud emocional y mental.
La psicóloga Nanci Salazar compartió que aún en estos tiempos resulta común para las personas dejar ciertas decisiones o acciones para cuando cumplan 60 años de edad, aunque el proceso del envejecimiento comienza desde el día que las personas nacen.
Recomendó que así como se hacen aportaciones económicas para la jubilación o pensión, también desde ya, cada quien empiece a abonarle a su red de apoyo y al cuidado de su salud emocional y mental.
Para llegar a una vejez saludable con antelación, deben tomarse en cuenta una serie de cuidados encaminados a preservar buenas condiciones físicas, emocionales y mentales.
En términos físicos es fundamental cuidar la alimentación, ejercicio, preservar los músculos que son los que apoyan el tema de la movilidad y tener conciencia que con el paso de la edad va a mermarse la capacidad corporal, pero lo más importante es no dejar de moverse.
Por ejemplo, Nanci Salazar habló de habilidades intrínsecas como la movilidad, la vista y el oído que por naturaleza van en deterioro conforme la edad avanza.
Más adultos mayores propensos a la depresión

Envejecer también requiere de un proceso de preparación mental, para tener apertura y entendimiento a los cambios que pueden ocurrir, como el distanciamiento de los hijos, la jubilación, la viudez, la propia disminución de la capacidad física y cognitiva. Algunas alternativas para enfrentarlas por ejemplo son: fortalecer o ampliar las redes de apoyo social, fomentar la realización de actividades más allá del trabajo y cultivar la paciencia.
“Irse preparando para la jubilación, (pensar) qué otras alternativas tengo, en qué otros ámbitos sociales me puedo desempeñar, si estoy en un grupo social, de la iglesia, de danza, música, desarrollar otras habilidades”, agregó la especialista.
Un pilar fundamental para una buena salud mental en una persona adulta mayor, comentó Nanci Salazar es la socialización, que es un factor protector tanto emocional como mental y físico.
Por otra parte, es importante que quienes acompañan a las personas mayores tengan mucha paciencia para entender que son más lentos, requieren apoyo para moverse y ya no escuchan igual
“Es necesario mirarlos con mucho amor y caridad, porque si yo los trato mal, ellos también se van a sentir inútiles, como una carga, ellos ya se dan cuenta de su deterioro y si además la familia le agrega un poco al perder la paciencia, llegan a deprimirse”, comentó Nanci Salazar
Las personas adultas mayores tienen muchas probabilidades de entrar en depresión al ver que ya no tienen la misma fuerza, no se pueden mover igual, llegan a pensar que ya no sirven para nada o que no le importan a nadie cuando pasan por situaciones de abandono.
El abandono de la familia, un factor importante para la depresión
En la atención que Nanci como especialista brinda en el Centro Integral de Salud Mental (CISAME) de Autlán, ha notado un incremento en los casos de personas adultas mayores con depresión derivado de situaciones de abandono de parte de las familias.
Al hablar un poco de su experiencia en contacto con las personas adultas mayores, Nanci Salazar compartió que la soledad está causando mucha depresión en ellas (mujeres y hombres) porque sus hijos y familiares no las visitan, no las llaman y eso provoca que vayan perdiendo el sentido de la vida, sienten que ya no tienen nada más por hacer y al contrario se siente como un estorbo.
“Hay que regresarles esa dignidad, hacerlos sentir que son importantes en nuestra sociedad, anteriormente los abuelitos estaban en casa, nos platicaban sus historias, iban los nietos, eran vistos con mucho respeto, incluso en muchas sociedades el ancianito era visto con mucho respeto porque nos transmitían sus conocimientos”, expresó Nanci.
Ahora es cada vez más común escuchar expresiones como: ¡Ay ya estás viejo!, ¡ya va a empezar con lo mismo!, ¡ay que enfadoso!, ¡es que ya no haces las cosas como antes!, a través de estas expresiones las personas adultas mayores van perdiendo su confianza en sí mismas.
La familia juega un papel muy importante para que los abuelos se sientan queridos, amados y no pierdan tan fácil el sentido de su vida, agregó la especialista.
“Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre”
El otro extremo del abandono, es la sobreprotección, hay familias que al cuidar a sus personas adultas mayores, les impiden que hagan cualquier actividad por su cuenta y eso también los perjudica. Es indispensable compartió Nanci Salazar permitirles ser independientes, tanto como puedan.
Que ellos tomen algunas decisiones como qué quieren comer, a dónde quieren ir, si quieren salir, qué ropa se quieren poner.
Porque muchas veces las personas se refieren a los abuelitos o abuelitas como es “que son como niños” y en realidad son adultos mayores, ya tuvieron una vida y tienen derecho a que se les respete su capacidad para decidir sobre si mismos y sus tiempos.
La psicóloga compartió que hay dos escalas para valorar las cuestiones intrínsecas de los abuelos y abuelas, unas son preguntas para saber que tan autónomos pueden ser en aspectos como: bañarse, vestirse, ir al baño, moverse dentro de la casa, alimentarse y contener sus necesidades básicas.
La otra escala tiene que ver con actividades instrumentales, como usar un teléfono, el transporte, tomar la medicación, manejar sus finanzas, hacer compras, cocinar, hacer ciertas labores del hogar como lavar.
Conocer estas capacidades en los adultos mayores de la casa ayuda a la familia a encontrar justos medios en los cuidados.
¿Qué tan preparada esta la sociedad para cuidar a los abuelos y abuelas?

Ante la pregunta expresa de si la sociedad está preparada para cuidar a los abuelos y abuelas, Nanci Salazar no tardó en argumentar que la sociedad no está lista, incluso desde el área médica y psicológica puede verse, no hay suficientes especialistas en geriatría y gerontología, mientras la población está envejeciendo.
En términos sociales, las familias y la sociedad en general le han ido perdiendo el respeto a los abuelos y abuelas; incluso en el espacio público tampoco hay calles e infraestructura que les permita transitar de manera amable y sin riesgos o con los menos posibles.
Hay espacios importantes como el caso de Casa DIA que depende de los DIF municipales y que son espacios donde las personas adultas mayores pueden desarrollar actividades diversas que les ayudan física y mentalmente, además de socializar.
Incluso Nanci Salazar recordó haber leído sobre una iniciativa en España, donde personas adultas sin hijos o hijas compran en colectivo o rentan una casa donde viven todos y todas, comparten gastos, se cuidan mutuamente y fomentan la socialización en su vida en común. Sin embargo, acá poco se habla de posibilidades como esta
Algunas recomendaciones para cuidar a los abuelos y abuelas
Con la experiencia de Nanci Salazar en la atención a personas de la tercera edad, compartió algunas recomendaciones importantes.
Una realidad en la vida de los abuelos es que el procesamiento mental se vuelve más lento, repiten las cosas, las olvidan, se les mezcla la información y una manera de retrasar los efectos de este deterioro es jugar con ellos lotería, memorama, pintar mandalas o cualquier ejercicio de gimnasia cerebral que les sea atractivo.
Es importante tener el hábito de hacerles chequeos o revisiones periódicas con el médico, hablar con ellos, escucharlos, darles el lugar, respeto que merecen; de ser posible proveerles un hogar amigable, saludable, con espacios más adecuados a ellos, que todo les sea más sencillo y que se sientan seguros.
Las familias deben estar conscientes que ellos están pasando por el duelo de perder su juventud, se sienten tristes porque hay cosas que no pueden hacer, ya no generan económicamente y peor aún si no los visitan.
Socialmente hacen falta más espacios públicos para el esparcimiento de las personas de la tercera edad.
Incluso fomentar que haya mayor cantidad de espacios productivos donde los adultos mayores pueden desarrollar sus habilidades, que no sean solo cerillitos en una tienda de autoservicio; sino crear cooperativas o buscar espacios donde realicen funciones diversas en cualquier espacio productivo.
Expresiones que marcan
Al brindar atención a los abuelos y abuelas, Nanci Salazar conoce cualquier cantidad de historias, lo que más la ha impactado en su experiencia es escucharlos decir que se sienten solos, que no sirven para nada o que solo son un estorbo.
Para ella, el abandono emocional que experimentan las personas adultas mayores es algo que deja una huella considerable.
Hay casos en los que las familias le pagan a una enfermera o persona que los cuide, pero no los van a visitar nunca, así que son abuelitos cuidados, pero carentes de cariño y amor.
Otra situación que la ha impactado mucho son las personas adultas mayores que tienen que trabajar para mantenerse, porque no cuentan con el sustento económico necesario.
“A mi me duele mucho cuando veo a los abuelitos que tienen que trabajar porque tienen que comer, porque no hay nadie que los apoye, es muy dolorosa esa parte, como sociedad y como familias tentemos mucho que hacer por ellos y yo pugno mucho por no los dejen solos, apapacharlos, valorarlos y validarlos en todas sus emociones”, expresó Nanci.
La especialista compartió que una parte importante para las personas es la trascendencia, que toma mayor fuerza en “la última etapa de la vida”, así que darles a las y los adultos mayores el justo valor ayuda a reforzar esto.
“En la tercera edad buscamos eso, trascender, nos preguntamos qué dejé en este mundo y ayuda que nos reconozcan… y hay que reconocerles a ellos la importancia que tienen en esta sociedad, no dejarlos atrás”, enfatizó la especialista.