Ciertamente las fuentes del horror son diversas, pero todas están vinculadas a un afán y ejercicio de poder, real o fáctico, desmedido, sin límites, desconocedores o, peor todavía, desdeñosos de lo que sus acciones impactan en los otros.
Con tristeza puedo incluir en esta entrega periodística los nombres de muchas mujeres, niños, niñas, jóvenes ellos y ellas a quienes sus familiares reclaman en el formato de una ficha descriptiva de nombre, edad, señas particulares, descripción de su fisonomía y vestimenta,
La conclusión a la que llegó la periodista fue reveladora: no, a lo más que llegamos es a interpretar como ellos lo hacen determinados fenómenos sociales. Esto es, aprendemos a dar sistemáticamente su versión y posición. Eso no es ser especialista… y