Rieleras y juanes, es raro que los senadores estén de acuerdo en todo, pero en esto de incluir los nombres de 24 mujeres como figuras emblemáticas de la historia de México para ser reconocidas de manera pública en la conmemoración de sus diversas aportaciones a la Patria sí que se unificaron.
¿Será que la ola feminista al fin ha tocado la conciencia de los pasillos del senado? o ¿será que muchos se suman para ser políticamente correctos? La respuesta la tienen ellos y ellas, pero mientras esto es una buena noticia, al menos para establecer en la agenda cívica nacional y de paso divulgar las vicisitudes de vida de estas mujeres, cuyas acciones hicieron la diferencia en la sociedad, en el reconocimiento de los derechos humanos, la ciencia, la educación y la impartición de justicia.
¿Quiénes son?
Las mujeres incluidas en el honroso listado son la prolífica escritora Sor Juana Inés de la Cruz; la heredera del último hueytlatoani Moctezuma Xocoyotzin, me refiero a Tecuichpo Ixcaxochitzin, cuyo testamento escrito en 1550 se considera el primer acto de la emancipación de la esclavitud registrado en América; Josefa Ortiz de Domínguez, figura clave en la Independencia de México (acuérdense de sus clases de historia, fue quien organizaba en su casa la conspiración de Querétaro).
La periodista, intelectual, activista social y notable heroína también de la Independencia, Leona Vicario; la aguerrida revolucionaria, Carmen Serdán; la sufragista y política yucateca Elvia Carrillo Puerto; la luchadora contra las desapariciones forzadas Rosario Ibarra; la reina maya Tz’ak-b’u Ajaw; la gobernante mixteca Ñuñu, conocida como la “Señora 6 Mono”; la gobernante tolteca Xiuhtzatzin; Agustina Ramírez, heroína de Mocorito y símbolo materno fundacional de compromiso patriótico.
Ignacia Riesch Mallén, nacida en Guadalajara y participante de la Guerra de Reforma en el bando liberal; Margarita Maza, asistencialista social; la maestra e intelectual feminista Rita Cetina Gutiérrez; la periodista, escritora y feminista Laureana Wright; Dolores Jiménez y Muro, revolucionaria, maestra y sufragista; Matilde Montoya, primera mujer médica del país.
Más mujeres históricas
También están Sara Pérez Romero, promotora del movimiento feminista revolucionario; Juana Belén Gutiérrez, periodista feminista y defensora de los derechos de indígenas y trabajadoras; Elena Arizmendi, voluntaria médica en la revolución y promotora de atención humanitaria; María Arias Bernal, educadora y médica diplomática; Hermila Galindo Acosta, primera mujer candidata a diputada federal en 1917; María Refugio “Cuca” García, defensora de derechos municipales y comunitarios y la insurgente michoacana Gertrudis Bocanegra.
Omitieron a la Malinche, cuya historia de sobrevivencia en un contexto complicado históricamente hablando todavía sigue pesando pues, aunque propuesta, no fue incluida en esta lista.
Lo cierto es que recorrer sus nombres y aportaciones da mucha tela de análisis y conocimiento por integrar a nuestro imaginario social, como un inicio para recuperar la invisibilidad marginadora de los historiadores… así que retiemble la vagina de la madre tierra mexicana.
