Manzanillo, Colima.- Investigadores de la Universidad de Colima y la Universidad de Guadalajara trabajan en conjunto con apicultores, para determinar los efectos de los plaguicidas en las abejas, debido a situaciones de mortandad masiva que se han presentado en el estado de Colima desde el año 2022, principalmente en los municipios de Armería y Tecomán, dijo en entrevista con Letra Fría Brian Arturo Rodríguez Aguilar, doctor en Ciencias en Biosistemática, Ecología y Manejo de Recursos Naturales y Agrícolas y académico de la Universidad de Colima.
A decir del especialista, estos trabajos de investigación los iniciaron hace un año y el objetivo es en primera instancia evaluar el nivel de exposición de las abejas a los plaguicidas, para a partir de ello determinar las acciones de protección y conservación requeridas no sólo para la especie Apis mellifera -que es la que comúnmente se conoce- si no sobretodo para las especies nativas de Colima.
En el estado hay alrededor de 300 especies de abejas, de las cuales 101 se consideran son nativas.
“Hay muy poca investigación sobre las abejas nativas, entonces todos consideran que esa cantidad es muy baja para lo que potencialmente puede haber realmente en el estado de Colima”, agregó el investigador.
La intención de trabajar de la mano de los apicultores, es que una vez que se tengan los resultados de las investigaciones, ellos gestionen con los diferentes niveles de gobierno que se establezcan las medidas necesarias para la protección y conservación de las abejas.
En este proceso, dijo Rodríguez Aguilar, los apicultores han tenido un papel fundamental en la recolección de muestras y en el trabajo de campo; para los académicos resulta fundamental involucrar a los sectores interesados en el tema.
Un respaldo que da seguridad a apicultores en Colima
Justo en el tema del trabajo en colaboración, Brian compartió con Letra Fría que cuando en el año 2022 empezaron a presentarse los primeros casos de mortandad de abejas, los apicultores -sin evidencias científicas, pero con su expertis- le explicaban a la autoridad que era por los plaguicidas, sin embargo los funcionarios les pedían pruebas.
“A través de este tipo de estudios ellos tienen el respaldo científico de lo que ocurrió con respaldo de la Universidad de Colima y la Universidad de Guadalajara, eso les da mucha seguridad”, agregó el investigador.
En la lucha de los apicultores por la defensa de la vida de las abejas, el apoyo de los expertos tiene un sentido primordial, porque este tipo de estudios tiene costos altos y a través de esta colaboración van a poder generar estrategias de conservación y protección, tanto a nivel local como estatal y federal.
Las autoridades, tanto municipales como estatales, están enteradas de la investigación, sin embargo hasta el momento sólo han mostrado buenas intenciones de participar pero se han mantenido al margen, dijo Brian Arturo Rodríguez Aguilar.