El Limón, Jalisco.- Con la iniciativa de la comunidad escolar, las madres de familia y el apoyo del programa Alas y Raíces de la Secretaría de Cultura Jalisco, van a rescatar el primer huerto pedagógico escolar, ubicado en la primaria Josefa Ortiz de Domínguez, en la localidad de La Ciénega, en el municipio de El Limón, dijo en entrevista para Letra Fría, el activista y maestro en Agroecología, Cultura y Desarrollo Endógeno Sostenible, Rodolfo González Figueroa.
En la primera sesión, además de los trabajos de rehabilitación del huerto, las y los niños conocieron maíces nativos de más de nueve variedades distintas y hablaron sobre la importancia del maíz como una parte esencial de la cultura en Mesoamérica.
La primera actividad fue limpiar, preparar el suelo y dejarlo así para la siguiente semana poder empezar a sembrar.
En cada una de las camas van a sembrar un sistema milpa, además de hortalizas, plantas medicinales y algunas de ornato.
En una región que se ha visto afectada por la intoxicación de plaguicidas derivada de la producción agrícola, es importante que las y los niños desde sus entornos escolares tengan la posibilidad de interactuar con el huerto y aprender técnicas de producción agroecológica.
Un primer comienzo
A finales del año 2019, Rodolfo González les propuso al Comité de Padres de familia y maestros de la primaria Josefa Ortiz de Domínguez crear un espacio de huerto escolar en sus instalaciones.
La propuesta resultó llamativa y enseguida se organizaron, conformaron un comité de huerto, solicitaron un volteo de composta al ayuntamiento, consiguieron las tablas para contener las camas y pusieron manos a la obra.
Construyeron 16 camas, cada grado escolar se quedó con dos camas, dos para padres y madres de familia y dos para maestros.
Para la construcción del huerto se contó con el apoyo de Everardo Pérez Cárdenas del Centro de Investigación y Recursos para el Desarrollo y también de la Red de Acción sobre Plaguicidas y sus Alternativas en México (RAPAM) miembro de la Red Internacional de Acción contra los Plaguicidas.
De esta última organización se recibieron 25 mil pesos que se invirtieron en la instalación de una mallasombra, postes y la compra de herramientas a cambio de la impartición de talleres de temáticas relacionadas con la agroecología y los huertos.
En aquel momento el huerto se hizo posible a través de una acción comunitaria y colaborativa, entre todos llevaron semillas, materias primas, herramientas y trabajo.
En el 2020 con la llegada de la pandemia se suspendieron las clases presenciales y el comité de padres de familia se encargó de darle mantenimiento al huerto, con esos cuidados alcanzó a sobrevivir ese período.
Posteriormente los estudiantes regresaron a la escuela y se hicieron cargo del huerto, aunque con menor intensidad.
El primero de marzo de 2023, el Gobierno del Estado arrancó la obra de remodelación de la infraestructua de esta escuela con una inversión de 11.48 millones de pesos, por lo que la plantilla escolar se cambió de instalaciones y el huerto quedó abandonado.
La segunda oportunidad
Hace aproximadamente un mes y medio las y los niños estrenaron las instalaciones renovadas de la primaria, donde el gobernador del estado, Enrique Alfaro y la secretaria de desarrollo rural (Sader), Lucía Camacho se comprometieron a habilitar un huerto y un vivero que hasta la fecha (7 marzo de 2024) no se ha materializado, comentó Rodolfo González.
Sin embargo el interés de las y los niños propició que se gestara otra alternativa.
Mediante un proyecto propuesto -al programa Alas y Raíces promovido por la Secretaría de Cultura Jalisco- para el rescate y preservación del cultivo del sistema milpa (que es esta relación ancestral de tres cultivos: maíz, frijol y calabaza) como un elemento fundamental dentro de la cultura tradicional de los pueblos, el huerto de la primaria Josefa Ortiz de Domínguez tiene una nueva oportunidad para surgir.
A partir del pasado martes 5 de marzo, las y los niños, las madres y los maestros acompañados de Rodolfo González iniciaron la rehabilitación y rescate del huerto de la primaria.
“Fue evidente como los niños estaban emocionados, estaban contentos, agarraron las herramientas empezaron a deshierbar, a acomodar los ladrillos, las tablas para las camas de cultivo y se reactivó esta parte bonita del huerto escolar”.
De aquel primer huerto que nació en 2019 sobrevivieron los ladrillos, algunas plantas medicinales, el romero, la ruda, el limón, la sábila, las camas estaban semidesechas, pero pudieron rescatarse, la idea es reutilizar todo lo que sea posible.
El “producto” que se propuso como parte del programa de Alas y Raíces son 8 talleres para el rescate de la tradición del sistema milpa, además del huerto escolar, que será también un espacio de utilidad para los procesos pedagógicos de la escuela, donde varios maestros pueden hacer uso del huerto para complementar la labor de enseñanza.
