Cada inicio de año tengo mi Fe puesta en que será diferente a los anteriores, en el sentido de que ahora sí en este año bajarán los índices de agresiones hacia nuestrx gente, y aunque debo de aceptar que estamos avanzando mucho en nuestra lucha cada día, pareciera inevitable no toparnos con una mala noticia de alguna agresión o en el peor de los casos, un asesinato.
Para todo mal existe una cura.
En nuestro campo de batalla nos hemos dado cuenta cómo las marchas han ayudado a que en otros países tomen en serio a nuestra comunidad. En México estamos en esa lucha, y por eso invito a cualquier persona a marchar en nuestras respectivas participaciones; a las empresas que tanto les consumimos les invito a que nos patrocinen; a los ayuntamientos por los cuales votamos les invito a que nos den permisos libres de costo para organizar eventos que nos ayudan a obtener recursos económicos para financiar nuestras luchas; y a ti te no perteneces pero que de una u otra manera te haz beneficiado de un personaje LGBT te invito a que asistas a presenciarlas, de esta manera estás apoyando y en gran escala.
¡A marchar!
Guadalajara se ha perfilado en esta época moderna como la ciudad más abierta hacia esta minoría. A partir de los años 90’s se convirtió en la ciudad escape para muchos mexicanos que pertenecemos a este sector de la población.

Y es esta bella ciudad en donde viviremos el próximo 15 de Junio nuestra respectiva marcha anual, la marcha de la comunidad LGBT. Es momento de agendarla, detrás de esta confirmación se vienen en nuestra región sus similares, siendo nuestros amigos de El Grullo los primeros en confirmar su marcha para el 22 de junio, sin duda, estaremos presentes y apoyando ambos eventos.

Por los transfeminicidios de la Dra. Samantha Gómez y de Gabby Ortiz, así como las agresiones que recibieron Paola Suárez y Nicte Chávez es necesario marchar. Expresamos nuestro reclamo a este sistema que nos ha fallado por tanto tiempo. Es momento de ser visibles y de decir ¡ya basta! Pongamos fin a las agresiones y exijamos castigos severos para quienes nos agreden, en cualquiera que sea la forma.
