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“La tecnología nos quitó la capacidad de asombro”; obispo Rafael Sandoval

El obispo de la Diócesis de Autlán, Rafael Sandoval, dijo que la sociedad está perdiendo la capacidad de asombro ante las cosas pequeñas de la vida, esto se debe -en su opinión- a que gran parte del tiempo se consume en el mundo digital y los dispositivos móviles: «Es cierto que en este mundo hemos perdido la capacidad de asombro, como estamos tan metidos en los medios digitales y en el celular ya perdimos la capacidad de asombro, ya no nos asombra nada», expresó.

Por: Angeles Claustro y Carmen Aggi

Autlán de Navarro, Jalisco. 06 de julio de 2021. (Letra Fría) Durante la homilía de este domingo el obispo de la Diócesis de Autlán, Rafael Sandoval Sandoval, dijo que la sociedad está perdiendo la capacidad de asombro ante las cosas pequeñas de la vida, debido a la tecnología.

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Al reflexionar el evangelio de San Marcos, el obispo preguntó a quienes acudieron a la misa y a los que siguieron la eucaristía por redes sociales, desde cuándo no se asombran y cómo está su capacidad de asombro.

«Me acuerdo de mi tierra cuando pasaba el tren y nos asombrábamos, parecía algo nuevo cuando hacíamos unos zancos, si llovía nos metíamos ahí en la lluvia en el lodo con los zancos, todos nos asombrábamos. Parece que hoy hemos perdido la capacidad de asombro.

¿Desde cuándo no nos asombramos? Cuando venimos, por ejemplo a la misa, ¿Venimos con la capacidad de asombro? ¿Nos asombramos cuando nace un niño? ¿Nos hemos asombrado ahora que ha llovido tanto? ¿Nos asombramos cuando sale el sol? ¿Nos asombramos de la caricia de alguien que nos quiere? ¿Nos asombramos?

Es cierto que en este mundo hemos perdido la capacidad de asombro, como estamos tan metidos en los medios digitales y en el celular ya perdimos la capacidad de asombro, ya no nos asombra nada», dijo.

De acuerdo a un artículo publicado por Mariana Ramos, en México existen 92.01 millones de personas utilizan el internet desde cualquier dispositivo, esta cifra representa el 71 por ciento de 129.6 millones de habitantes en el país. A su vez, las conexiones móviles ya alcanzan al 89,1% de la población, que es igual a 115.4 millones de personas. Comparando enero 2021 contra 2020, se puede observar una disminución de -0,4% en los usuarios móviles pero un incremento de 4% en la cantidad de personas usando internet (3.5 millones más).

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Sandoval Sandoval también señaló que hay sacerdotes que han perdido la capacidad de asombro: «Ya no nos asombra la eucaristía, ya no nos asombra levantar al señor y decir aquellas palabras, esto es mi cuerpo, esta es mi sangre. Ya no nos asombramos de la alegría de levantarnos de un confesionario, asombrarnos de la maravilla de la misericordia de un Dios que nos renueva y perdona».

«Hay que saber asombrarnos de un cielo estrellado, de ver las ganancias, las innumerables estrellas, o asombrarnos de las hormiguitas que andan por ahí, asombrarnos de lo pequeño y de lo grande. Tal vez hemos perdido la capacidad de asombro, sin embargo, puede venirnos la dureza, como a los paisanos de Jesús que de una manera burlesca se llenan de envidia y de prejuicios: ¿Acaso no es el hijo de María? ¿Qué nos viene a enseñar este? ¿Qué cosas pudo haber aprendido? ¿De dónde sacó la capacidad de hacer milagros? ¿Qué acaso no lo conocemos? ¡Qué duro es el prejuicio!».

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Al final, el obispo dio un mensaje de esperanza.

«A veces nos espantamos y tenemos razón de nuestras debilidades, de las debilidades de la iglesia, de los malos ejemplos que vemos y nosotros mismos provocamos el escándalo en los demás. Sin embargo, gloriarnos no de lo malo si no de lo que se manifieste, tanta bondad de Dios cuando somos débiles, que no perdamos la esperanza, la esperanza no significa el optimismo. No. El optimismo viene por temperamento…. No perder la esperanza cuando un muchacho estudia en la secundaria, en la prepa, en la universidad espera terminar, pero son esperanzas pasajeras, importantes, pero pasajeras.

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Que nadie nos prive de la esperanza, porque la esperanza es lo mismo que la alegría, una alegría profunda que en medio de nuestras debilidades, de los achaques, de las enfermedades, de las persecuciones, a veces de las calumnias… Que podamos decir, Cristo es mi esperanza y así como él se fue a predicar a los lugares cercanos y después emprendió otra vez el viaje para seguir anunciando el evangelio de Dios, que nosotros también, los que creemos en él, no bajemos la guardia. El amor es más grande que el odio, la vida es más grande que la muerte, la eternidad está sobre el tiempo. Existe el amor, existe gente que nos quiere, existen razones para estar alegres, tanto así que San Pablo cada rato nos dice ¡Alégrense, alégrense!», finalizó.

Ma/Ma

*Queda prohibida la reproducción total o parcial. El contenido es propiedad de Letra Fría*

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