Autlán de Navarro, Jalisco.- El diagnóstico de cáncer de mama -aunque aplica para cualquier otro- afecta el ámbito físico, mental, emocional e incluso espiritual de quienes lo padecen y por eso importante fortalecer todos esos ámbitos y sobre todo tener una red de apoyo como acompañamiento, dijo la especialista en psicooncología, Lizeth Méndez Gálvez, en su charla “Más allá del diagnóstico: afrontando el cáncer con fortaleza emocional”, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de Prevención del Cáncer de Mama.
Como parte de las actividades organizadas por el gobierno municipal de Autlán para promover la prevención entre la población, realizaron un espacio para brindar información e incluso realizar exámenes en el Jardín Hidalgo y a la par ofrecieron charlas, no sólo para la detección temprana, sino también para quienes ya tienen un diagnóstico positivo.
La especialista inició su intervención compartiendo con las mujeres asistentes, que un diagnóstico de cáncer impacta no sólo a la persona que lo vive, sino a todo su entorno, por lo cual es importante considerar el acompañamiento psicológico como una herramienta.
Originalmente, Lizeth se especializó en tanatología pero en su proceso de conocimiento de la psicología, se dio cuenta que para brindar un acompañamiento más cercano y adecuado a las personas que viven con cáncer, requería de otra especialidad y así llegó a la psicooncología.
Desde donde ha aprendido herramientas muy importantes para acompañar.
Nadie está preparado para escuchar que tiene cáncer
Independiente de la capacidad de cada persona, Lizeth Méndez reconoció que realmente nadie está preparado para escuchar que tiene cáncer, luego del diagnóstico vienen muchas preguntas, temores, frustraciones, pero ante todo, lo más importante es considerar siempre compartir la noticia con la familia o el círculo de apoyo cercano, porque el acompañamiento es fundamental.
Los factores que influye en cómo afronta una persona esta noticia, son: las características personales, tipo y etapa de cáncer, apoyo familiar y social, antecedentes de salud mental, creencias y espiritualidad.
Otro aspecto fundamental en esta experiencia que compartió la especialista, está relacionado con la salud física, mental y emocional de las personas cuidadoras, ambas partes deben buscar estar en la mejor condición posible.
Vivir con cáncer de mama, más que resignación necesita aceptación, porque cuando la persona vive este proceso de interiorizar su enfermedad está abierta a una adaptación cognitiva, afectiva y emocional.
Para concluir su intervención, hizo un ejercicio con las asistentes pidiéndoles cerraran sus ojos, imaginando que ellas viven el cáncer, cómo vivirían la experiencia, qué sentirían, pensarían, qué necesidades tendrían, qué podrían haber hecho los otros para ayudarlas con sus necesidades, qué actitud de las personas sería de beneficio para ellas, preferirían tener la información completa o no, y qué asuntos resolvería. Todo con la intención de generar un momento de empatía.