Río Ayuquila requiere una solución integral, señala especialista

El investigador Brian Arturo Rodríguez Aguilar, egresado del CUCSur y académico en la Universidad de Colima, asume que la situación y el tema son complejos y es por ello que se deben abordar de manera integral, desde la perspectiva de salud, biofísica, legal, social y económica.

“Análisis de plaguicidas como fuente de contaminación de agua superficial dentro de la cuenca del río Ayuquila-Armería”, investigación realizada por el ahora estudiante de doctorado en el Centro Universitario de la Costa Sur, Brian Arturo Rodríguez Aguilar. (Foto: Brian Rodríguez Aguilar)

Autlán de Navarro, Jalisco.- Para revertir el efecto perjudicial de los plaguicidas en el río, arroyos, el medio ambiente y la población de esta región, resulta indispensable una solución integral donde se involucre la academia, los tres niveles de gobierno, la sociedad civil, la iniciativa privada y los productores.

De otra manera la transición será más complicada y corre el riesgo de que económicamente sea inviable, dijo en entrevista para Letra Fría, Brian Arturo Rodríguez Aguilar, doctor en Ciencias en Biosistemática, Ecología y Manejo de Recursos Naturales y Agrícolas por Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur) y académico en la Universidad de Colima.

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El especialista agregó, que sí se ha visto un cambio importante, tanto en algunos productores que han empezado a trabajar de manera orgánica, como entre la población que cada vez tiene más conciencia para consumir y exigir alimentos libres de plaguicidas, sin embargo hace falta que el impulso ocurra de manera integral.

Como ejemplo, el investigador Brian mencionó que para lograr el interés de los productores en los cultivos orgánicos es indispensable buscar estrategias, para abaratar los costos de los bioplaguicidas y que el gobierno genere apoyos que sirvan para sostener “mejores rendimientos”.

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“Por qué no el gobierno genera un subsidio para los bioplaguicidas, hay compañeros que hacen el esfuerzo de aplicar este tipo de plaguicidas, pero también las plagas son tan fuertes -tienen más de 60 años de un proceso evolutivo- entonces resulta que dicen los bioplaguicidas ya no me dan la protección necesaria”, especificó el investigador.

Un ordenamiento territorial que proteja de los plaguicidas

Teniendo en cuenta el antecedente ocurrido en el municipio de Autlán con las y los niños de El Mentidero, donde encontraron presencia de plaguicidas en su organismo. Las autoridades deben tomar medidas para proteger a los centros de población de la posible contaminación de plaguicidas comentó Brian.

Hay muchas zonas habitacionales que están rodeadas de campos agrícolas o los tienen cercanos, se ha visto que el uso de ciertos cercos de árboles o arbustos pueden funcionar de manera natural como barreras como una “zona buffer” que no deje salir los plaguicidas, sin embargo esto tendría un impacto económico y social.

Para ello sería necesario que dentro de los planes de ordenamiento del territorio, se tuvieran en consideración estas medidas de mitigación. El investigador asume que la situación y el tema son complejos y es por ello que se deben abordar de manera integral, desde la perspectiva de salud, biofísica, legal, social y económica.

La contaminación de los plaguicidas afecta el agua, el suelo, el viento y las especies que viven en estos ecosistemas, incluyendo a las personas.

Contaminación del río Ayuquila, una situación preocupante

(Foto: Brian Rodríguez Aguilar)

Rodríguez Aguilar habló de la delicada contaminación del río, que tiene dos grandes amenazas; por un lado están las descargas residuales domésticas, principalmente en la zona del estado de Jalisco -más que en Colima, donde sí funciona la planta de tratamiento de aguas residuales- que lo han llevado en ciertos puntos a no tener el oxígeno suficiente para las especies que viven ahí y se vuelve un problema de salud pública.

Por el otro lado, también existe contaminación difusa, que está vinculada a los plaguicidas usados en las zonas de producción agrícola y ganadera, así como los usados para el control del dengue.

“Es muy común que se hagan estas aplicaciones prácticamente al aire de plaguicida, de las cuales solo una pequeña parte llega a la plaga, lo demás se distribuye por el aire, se distribuye en los organismos, inclusive en nosotros -somos organismos expuestos- lo cual ha conllevado a presentar un panorama le llaman de tipo coctel dentro del agua de nuestra región”, agregó Brian.

El río tiene no solo bacterias y virus que son contaminación orgánica, sino que también tiene químicos, metales, plaguicidas, fármacos, productos veterinarios que -al no haber tratamiento de agua- terminan de manera directa en el río. Esto trae un impacto negativo para el cauce, la fauna que vive en él y también para las personas.

El agua de río se utiliza en diferentes actividades humanas, hay áreas naturales recreativas, pesca para venta y localidades que residen aledañas al río que se alimentan de las especies que viven en el cauce.

Es por ello que la solución que se requiere es integral para ver los resultados esperados.

Tengo más de veinte años contando historias -o quizá a estas alturas del partido ellas me cuentan a mi-. He trabajado para diferentes medios, casi todos escritos y algunos radiofónicos. Busco que el periodismo mueva algo en mí, en las demás personas, en la sociedad. Creo en el periodismo hiperlocal, este que hacemos aquí, que impacta.

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