Cuautitlán de García Barragán, Jalisco.- El Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico presentó su informe ‘Fue el Estado (1965-1990)’. En el documento se reconocen, por primera vez, las graves violaciones a derechos humanos que desde 1920 se han documentado en la comunidad nahua de Ayotitlán, Cuautitlán de García Barragán.
El documento, signado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, se enlistan una serie de eventos violatorios a derechos humanos que hasta el día de hoy tienen repercusiones, advierten. Dos de ellos son las matanzas de Timbillos y Tenamaxtla, ocurridas en 1920 y 1954 respectivamente.
De la primera, que dejó 13 indígenas muertos, entre ellos un niño, responsabilizan a los cacicazgos colimenses que buscaban quedarse con las tierras de la comunidad indígena, hecho que al final terminó concretándose entre 1940 y 1950 a causa de que el juzgado de Autlán despojó de los títulos de propiedad a los comuneros, aprovechándose de que no hablaban español, describe.
De Tenamaxtla no se especifica a cuántas personas asesinaron, pero sí se responsabiliza al general Marcelino García Barragán. Los sobrevivientes huyeron y el pueblo desapareció. Este clima de inseguridad lo aprovecharon el Consorcio Minero Benito Juárez Peña Colorada y aserraderos, quienes además de quedarse con los recursos naturales, explotaron a al menos 400 indígenas.
Desde ese entonces comenzó una serie de hostigamientos, amenazas, desplazamientos forzados, homicidios, desapariciones y más graves violaciones a derechos humanos, que, advierte el Mecanismo, persisten hasta el día de hoy.
“A través de generaciones, los habitantes han sufrido pérdidas de miembros de su familia debido al conflicto produciendo una deficiente calidad de vida, con miedo permanente a realizar diferentes acciones y organizarse”.
Se pide atender estas violaciones a derechos humanos y, además, involucrarse en la disputa agraria que hay actualmente para el reconocimiento de la comunidad indígena.
Debe haber disculpa por violaciones a derechos humanos en Ayotitlán
Si bien, el reconocimiento de las graves violaciones es un paso histórico, esto no debe quedar sólo en eso, consideró Óscar González Garí, integrante de la Red Jalisciense de Derechos Humanos. Mencionó en entrevista que la presidenta electa Claudia Sheinbaum tendrá la tarea de dar seguimiento.
El primer paso tendrá que ser una disculpa pública y, posteriormente, trabajar en dar garantías de no repetición y también en la reparación integral del daño. Sin embargo, reconoció que estos pasos dependerán de la voluntad política que tenga la próxima presidenta.