Cuautitlán de García Barragán, Jalisco.- La comunidad indígena de Ayotitlán en Cuautitlán de García Barragán, además de ser uno de los sitios más inseguros para las personas defensoras de la tierra, como lo han señalado organizaciones como Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), también enfrentan la problemática de la contaminación de su agua.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Jalisco, evidenció lo anterior por medio del informe ambiental Reserva de la Biósfera de la Sierra de Manantlán, liberado hace algunas semanas.
A mediados de enero, Letra Fría publicó que este documento muestra cómo entre 2020 y 2023 asesinaron a seis personas defensoras en esta comunidad indígena, pero además de esta información, la CEDH también agregó que los ríos que abastecen de agua a los pobladores nahuas están contaminados por la minera Benito Juárez – Peña Colorada e industrias que existen en los municipios cercanos.
“A nivel urbano, aunque las ciudades en esta región son pequeñas, enfrentan problemáticas ambientales que incluyen la escasez de agua potable, la contaminación de cuerpos de agua por el vertido de aguas residuales sin tratamiento adecuado, y la acumulación de residuos sólidos”, menciona el documento.
La CEDH detectó como focos de contaminación del agua en esta zona, a los ingenios azucareros de Casimiro Castillo y Autlán de Navarro, así como a la mina de hierro Peña Colorada. De igual forma, la agricultura intensiva representa un riesgo dado que el uso de pesticidas y más químicos derivan en contaminación del agua.
Y, aunado a esto, los municipios no están tratando las aguas residuales de sus demarcaciones, pues las plantas de tratamiento no sirven. De las 12 plantas detectadas en los municipios de Autlán de Navarro, Cuautitlán de García Barragán, Casimiro Castillo, Tolimán y Tuxcacuesco, sólo una en Autlán está en operación, pero con baja capacidad.
Por lo tanto, el agua se va sin tratar a los ríos Ayuquila, Tuxcacuesco, Marabasco y Purificación, “lo que pone en evidencia la inadecuada gestión de aguas residuales en la zona, lo que pone en riesgo la salud y bienestar de las comunidades y poblaciones locales”.