El pasado miércoles se cumplieron 460 años que una pequeña flota partía del antiguo puerto de Barra de Navidad rumbo a lo semidesconocido. Esos osados tripulantes ignoraban que con el Tornaviaje estaban dando un paso muy firme para la globalización temprana y la geopolítica actual.
La celebración inició a las 8:00 en el Monumento al IV Centenario de la Expedición a Filipinas, en el malecón de la espléndida y bella bahía de Barra de Navidad, los niños de la escuela López de Legazpi cantaron los himnos de ambos países, los elementos del ejército mexicano estuvieron a cargo del izamiento de banderas, así como de la banda militar.
A las 10:00 am inició el Foro Académico donde se presentaron cinco ponencias, así como la presentación del libro “Historias de un pasado excepcional. Caminos recorridos por la familia De los Reyes” de la autoría de la Dra. Adriana Ruiz Razura, mismo que fue comentado por la artista plástica Margarita Orozco Pointelin.
Cabe hacer mención que se generó un ambiente agradable e interesante con la nutrida participación de los asistentes, entre ellos un grupo de investigadores y cronistas de Colima., algunos ciudadanos filipinos coordinados por Ting Bouffard, quien nos habló del proyecto del Tornaidioma.
Gracias al apoyo de los estudiantes de la Escuela Preparatoria Regional de Cihuatlán llevamos a cabo la muestra gastronómica. Una mesa con productos orientales, otra con productos mesoamericanos, otra con productos europeos y la cuarta: la fusión forzada de culturas a través de la gastronomía pues los platillos incluían productos de los tres continentes.
En todo momento se tuvo la presencia y apoyo de autoridades municipales encabezadas por el C. Presidente Municipal Apolonio de Jesús Pelayo Flores, conocido afectuosamente como Polo, así como el apoyo de la comunidad de la Preparatoria de Cihuatlán coordinado por su director Maestro Julio Mendoza Torres y el profesor Jorge Vega Luna.
La organización recayó en la BSGE en un excelente trabajo de colaboración entre la casa sede y el capítulo costa sur. Gracias a Rosy, al Dr Preciado y al Maestro Alfredo Ortega.
Planteamiento del problema
Desde la época de Marco Polo en el siglo XIV, se fue conformando una incipiente ruta de contactos e intercambios comerciales y culturales entre Europa y Asia, la toma de Constantinopla y la hegemonía de Portugal en ese intercambio; dificultó el tránsito hacia oriente para la corona española, obligándola a buscar nuevos derroteros.
Conforme se fueron descubriendo nuevos territorios por mar (Colón, Magallanes, Elcano, Loaiza) y por tierra (Cortés –también lo intentó por mar-, Pizarro, Núñez de Balboa), el interés por encontrar nuevas rutas también implicaba la misión de expandir el cristianismo por los nuevos territorios con el aval del Vaticano. Barra de Navidad, descubierto en 1523 por Sandoval se convirtió en un bastión para las exploraciones hacia el norte y el sur del Pacífico.
Después de varios intentos por llegar a Asia y regresar exitosamente por el Océano Pacífico (Loaiza, Saavedra, López de Villalobos), fue la expedición encabezada por López de Legazpi y Andrés de Urdaneta que Zarpa de Barra de Navidad un 21 de noviembre de 1564 la que consiguió el tornaviaje y elaboró la carta de navegación de la Ruta del Galeón, al parecer el documento original se encuentra en la Biblioteca Nacional de Perú.
El intercambio que propició la Ruta del Galeón, se fue acrecentando al grado de que se traían productos como vino de coco, sedas de China, Japón, India, capas, camisas, batas, calzones, quimonos, corpiños y para los sacerdotes, casullas de Cantón, perlas, rubíes piedras finas, perfumes, algalia y almizcle de Java y Ceilán, “desde la provincia de Illocos en Filipinas, se enviaban las mantas y telas de algodón, en colores blanco y crudo llamados elefantes; de igual forma, mandaban medias de algodón, camisas, hamacas, pabellones de algodón o de un tejido filipino llamado medriñaque, además de los puertos de Cambay y de Palicut en la India, se traían las cambayas, telas ligeras de algodón, teñidas de azul, y unas mantas de algodón pintadas que aún conocemos como paliacates” (Palazuelos, 2015:53).
En 1964 el presidente filipino Diosdado y el presidente de México Adolfo López Mateos, celebraron en un acto cívico en el malecón de Barra la inauguración de un monumento alusivo al Tornaviaje, en esa ocasión el presidente mexicano señaló la importancia de ese hermanamiento y le otorgó la encomienda a la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística de preservar ese hecho histórico a través de los diversos estudios, investigaciones, publicaciones que hasta la fecha se han venido realizando.
Con el tiempo el evento perdió algo de fuerza, sin embargo, en los últimos años, la celebración se ha fortalecido, con la participación del ayuntamiento de Cihuatlán, la Universidad de Guadalajara, la Delegación de Turismo en Costa Alegre, la Capitanía de Puerto, y una delegación de filipinos agrupados en diferentes cámaras de comercio tanto en Filipinas como en algunos estados de la Unión Americana, así como el cuerpo diplomático de ese país.
A pesar del papel determinante que tuvo Barra de Navidad, desde el siglo XVI en el tornaviaje y la exploración del Pacífico hacia el norte, el sur y el oriente, actualmente sólo se identifica a Barra de Navidad, como un destino de sol y playa, sin ninguna conexión con el papel que desempeñó como astillero y punto de partida para explorar el Pacífico.
Con base en algunos hallazgos que hemos identificado hasta el momento, consideramos que, a partir de la identificación de esos productos naturales y elementos culturales, se puede caracterizar a los principales componentes del patrimonio material e inmaterial, para la generación de una serie de productos turísticos alternativos que impulsen la actividad turística, posicionando a Barra de Navidad como el puerto del cual zarpó la expedición a Filipinas, en el imaginario colectivo tanto en la comunidad receptora como en los turistas y visitantes. Algunos de esos productos turísticos que hemos identificado serian.
- Realización de actividades de recreación y animación, mediante representaciones escénicas que recreen la época del tornaviaje y las incursiones piratas, caracterizando a los principales personajes (Urdaneta, López de Legazpi, Tomás Cavendish, entre otros)
- Presentar degustaciones gastronómicas con productos derivados del mestizaje culinario.
- Impulsar el aprendizaje del idioma español en la comunidad filipina mediante un megaproyecto llamado Torna Idioma
- Generar Exposiciones de indumentaria y objetos de vida cotidiana.
- Creación de un museo interactivo cuyo guion museográfico se fundamente en el mestizaje cultural América – Asia – España.
- Continuar con los eventos académicos y culturales alusivos al tema.
Barra de Navidad: Conclusiones
España se vio favorecida a partir del siglo XVI con el dinámico intercambio establecido de los océanos Atlántico inicialmente y Pacífico posteriormente. La importancia del Galeón de Manila o la Nao de China, va más allá del intercambio de productos y prácticas en ambas culturas, ya sean gastronómicos, comerciales, objetos artísticos, ya que también permitió difundir religión, ideas, personas, el idioma e instituciones culturales como imprentas y universidades gracias en gran parte a los misioneros, pero también al comercio ilegal emprendido por los mismos comerciantes o bien, por las actividades de los piratas en el Océano Pacífico.
A nivel regional si bien es cierto que es en Barra de Navidad el puerto del cual se logró el primer el tornaviaje (1564), fue Acapulco quien por sus características geopolíticas ( una bahía en mejores condiciones y su mayor cercanía a la capital de la Nueva España) , Barra de Navidad no dejó de funcionar como un “puerto alternativo”, en ocasiones para prácticas no reconocidas legalmente, pero que permitieron un continuo mestizaje con Asia el cual tiene diversas manifestaciones como en la gastronomía, las construcciones (palapas) , actividades de recreación (peleas de gallos, indumentaria (mantones, hamacas, guayaberas) o artesanías; entre otros objetos ya señalados.
Habrá que enriquecer el imaginario de Barra de Navidad, fortalecer su identidad regional, así como diversificar y complementar la oferta turística basándose en la riqueza histórica que significa los inicios de la globalización temprana y su impacto en el mestizaje cuyas repercusiones se hacen presentes.
“Mar en calma no forma buenos marineros”, se decía en la época del Galeón. .
Como metáfora sigue vigente en casi todos los aspectos de nuestra globalizada y esquizofrénica sociedad poscovid.