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Breve Historia del Carnaval de Autlán

Aprovechando que este sábado comenzó el Carnaval Autlán 2025, Jesús Medina García nos da un recorrido por la historia de la máxima fiesta del municipio.

Foto: Patronato Organizador del Carnaval 2025

Para la historiadora Patricia Núñez Gómez, en su obra “ El carnaval y la historia social de Autlán” ( 2006), “oficialmente” considera el año de 1831 como  la fecha en que se celebró por primera vez el Carnaval del Autlán, tomando como referencia los trabajos de Ernesto Medina Lima (q.e.p.d) cronista de la ciudad durante muchos años, quien en  su libro “Crónicas de Autlán” ( 2005),  indica:

“En 1831 el Ayuntamiento concedió permiso a un vecino apellidado Mardueño, para llevar a cabo diez corridas de toros con la condición expresa de que terminaran el Martes de Carnaval”.  Mientras no se encuentre otra fuente fidedigna seguiremos considerando esta fecha.

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JRA

 Núñez señala que Antonio de Ciudad Real enviado de la corona española quien recorrió estos territorios en el siglo XVI narra que “en los festejos de los indios utilizaban trompetas, flautas, chirimías y bailes a su modo”, estos festejos se conocían como “mitotes”, pero no se ha encontrado alguna relación con el motivo de la celebración del carnaval o “bochinches

 El carnaval no es ajeno a los movimientos sociales que han ocurrido a lo largo de la historia, por ejemplo en 1847 hubo lluvias torrenciales, de 1915 a 1919 no se efectuó debido a la Revolución Mexicana, en 1927 por la Guerra Cristera o Cristiada y en la pasada pandemia se utilizó de alguna manera la virtualidad pero prácticamente no se llevaron a cabo las actividades ya establecidas.

Asimismo, en 1935 se celebraba una edición más del carnaval y coincidió con la inauguración de la carretera Autlán-Guadalajara, que facilitó la comunicación entre esta región del estado y la capital.

 En el Archivo Histórico Municipal de Autlán existe un documento fechado en 1867 donde se señala que se designará a un grupo de personas para organizar el carnaval, ahí se puede observar la relevancia de los ganaderos de la región ya que ellos prestaban gratuitamente a los animales de lidia, pues en ese entonces no se sacrificaban. El acuerdo era entonces:

“recoger [al animal] en su ganadería, alimentarlo bien, lidiarlo y luego curarle las heridas”.

Una vez terminada la corrida, el toro regresaba a su propietario excepto cuando un torero o el público mismo pedía su muerte. Cuando llegaban los ganaderos con sus toros se les recibía con gran fiesta y celebración, de ahí el origen de los recibimientos.

Carnaval Autlán
Siglo XXI. Parte del espectáculo creado aquí, hace siglos en el Planeta Tierra en la etapa primitiva y salvaje del Homo Sapiens el de la inteligencia y resiliencia cristiano-espiritual. Archivo: Jesús D Medina G.

El año de 1887 resulta significativo ya que “vino a lidiar las corridas, por primera vez, un torero vestido de luces y con la clásica y luenga coleta natural; Manuel Villarreal “El Nene”. Debe haber causado admiración y atraído mayor cantidad de espectadores, aunque no se tienen noticias fidedignas de otros matadores vestidos de luces hasta el carnaval del año 1900, último del siglo XIX.

De entonces para acá ya todos lo hicieron así, lo mismo que sus subalternos, viniendo las cuadrillas generalmente completas, es decir, dos matadores con sus correspondientes picadores, banderilleros y los llamados entonces arrastradores”.

Carnaval Autlán
Maestra de Ritmos Latinos Alejandra Venegas (q.e.p.d) y Alí Sosa Entierro del Mal Humor. 2017. Comparsa del CUCSUR. ¡Y ganaron el primer lugar!!! Foto: archivo Jesús D Medina.

Gremio de Pollos y Choferes

Otra fecha significativa sería la de 1921 “A la distribución tradicional de los diez días del carnaval entre los diversos grupos o gremios, el año 1921 se abrió espacio a un nuevo grupo que revolucionaría la fiesta, dándole una proyección diferente, inyectándole mayor entusiasmo y que en el aspecto puramente taurino le dio otra dimensión: El Gremio de Los Pollos, o sea los jóvenes de la ciudad, cubriendo exclusivamente el día viernes”.

 Al respecto, Rubén Valencia Luna dice: “Este era el festejo máximo de las fiestas. Los aficionados salían a torear y a exponer el pellejo. Presidían la corrida cuatro hermosas reinas o manolas. Su paseo en el ruedo era un espectáculo maravilloso. El público de pie las ovacionaba. Toda la concurrencia esperaba el fin de la corrida para admirar la salida de las reinas, que tenía un ceremonial semejante al de la entrada”.

Las Reinas del Carnaval

“En su primer año de presencia… los pollos coronaron la primera reina de carnaval, que fue Piedad Arias, a quien acompañó como princesa Teresa Pelayo, el mismo gremio que presentó también la segunda reina el año de 1928, Laura Villaseñor, acompañándola como princesas Rosa García Merino y Hermelinda Godoy, con la circunstancia de que para su entrada al ruedo se tendió una alfombra de terciopelo blanco, desde la puerta de cuadrillas hasta el palco de honor, situado al frente”.

Piedad Arias

Primera Reina del Carnaval de Autlán

1921

Carnaval Autlán
Carnaval Autlán

Laura Villaseñor Corona y princesas

Reina del Carnaval

1928

Y el año siguiente (1929), se abrió espacio el día sábado a otro gremio que, en algunos aspectos de la celebración de su día, tenía semejanzas con el gremio de los pollos, pero en otros, diferencias que hasta cierto punto motivaron competencia entre ambos, que redundó en mayor esplendor del carnaval: El gremio de “Los Choferes”.

Por otra parte “en la actualidad cada año se corona una reina del carnaval. Desde 1921 hasta 1951, sólo hubo dos reinas. Bastaba con las guapas muchachas que presidían como reinas las corridas de los pollos y de los choferes, quienes eran admiradas, respetadas y aplaudidas en el lugar donde se presentasen. Ser reina de una de aquellas corridas era un honor y un privilegio y en el decenio de los años veinte varias de ellas se dieron el lujo de lucir auténticos peinetones y mantones sevillanos, y en algunas ocasiones legítimos mantones de Manila. De los que empezó a traer el Galeón de Manila desde Asia en el siglo XVI.

En el año de 1952 se instituyó oficialmente la elección anual de reina del carnaval, a base de votos con un determinado valor. A este certamen se canalizó también la competencia de pollos y choferes, alcanzando en varias ocasiones altos resultados económicos”. En 1997 acababa de llegar de Guadalajara a radicar a Autlán, a trabajar en el CUCSUR, iniciaba la implementación de la Reforma Académica y había que crear la Red de Centros Universitarios. Jamás ´había asistido a una “corrida de toros”. Estaba absorto e impresionado por lo que veía escuchaba y sentía. Así que saliendo me fui a un bar y esto fue lo que salió:

Sangre de Toro en la Arena

Sombreros y zapatillas

en la arena,

arrogancia y vanidad

saturan la plaza.

Razón y habilidad

contra los ojos negros

de 500 kilos.

La música inicia la danza,

sale el toro y cimbra la tierra.

Espadas que matan

regocijo humano

manos aplaudiendo

ritos y bufidos…

Carnaval de Autlán.

Billete de 100

dólares

sobre la mesa,

tarjeta dorada

revirando.

Reto en las miradas.

Música de banda en las calles

alcohol en la sangre,

mujeres expectantes.

risas desmesuradas.

Sexo a punto de hervir

pronto cenizas

                                           Carnaval de Autlán

(El poema original se publicó en el poemario “Pescados vivos que peces fueron”. Colección de poesía de la Secretaría de cultura).

Lo contemporáneo

Actualmente se montan cuatro corridas formales, y otras tardes se realizan presentaciones de artistas reconocidos, durante varios años se habían suprimido las que por muchos años fueron las más “atrayentes”, corridas del carnaval: Las de pollos y choferes, también llamadas “charlotadas”.

En parte, porque degeneraron hasta convertirse en simples “pachangas”, y en parte, quizá la principal, por criterios económicos. Para esta edición 2025 se han anunciado algunos cambios que esperemos resulten en beneficio de la celebración. Algo digno de mencionar es la variedad de eventos programados, muchos de ellos gratuitos y de calidad.

El programa es incluyente también porque genera espacios para los diferentes gustos y generaciones. Los eventos se presentarán en el domo de La Alameda los días 28 de febrero y 1 de marzo a partir de las 6 de la tarde. Vienen grupos consolidados como Garigoles y se da oportunidad a artistas jóvenes locales como los músicos que integran el Grupo Los Miopes y otros locales también con una amplia trayectoria y reconocimiento, como Soul Sacrifice y su estilo Carlos Santana.

También en el centro, en el llamado Teatro del Pueblo existe un programa popular donde familias completas tienen sino a felicidad para toda la vida, sí encuentran momentos de alegría, dentro de esta vorágine clasista y peligrosa que estamos viviendo, que en esencia se trata de obtener más poder utilizando tecnología, violencia física y verbal de parte de Donald Trump.

El clásico gringo hijo de la chingada que será devorado por su interés egoísta y por sus propios tiburones multimillonarios de los que se ha rodeado, a ver que le tiene preparado la Rueda de la Fortuna o del Infortunio.

 No sé cómo vayan a terminar sus vidas. No lo sé. Lo que sí sé es que el la hace la paga, y si se pasa de lanza … en su salud lo hallará, no sé si en otra dimensión, infierno o en el SAT. Y eso va para todas y todos quienes a veces de rebote llegaron a un cargo administrativo y de plano pierden ya no piso, pierden calidez y calidad humana…ah y algunas de estas personas además de marrulleras son bastante ineficientes. …ja ja, pero no lo saben.

Se ha enriquecido el carnaval con hermosos desfiles de los jardines de niños con farola, carros alegóricos, caballistas, flores, globos de colores y su carrito con pipón con agua fresca en lugar de ponche, recibimiento y la presentación de sus manolitas en la plaza de toros, aunque la modernidad “arrolló” a las serenatas, desaparecieron los recibimientos tradicionales y bailes de los gremios.

En la actualidad el carnaval es una tradición fundamental para la identidad no solo de Autlán sino de Jalisco que propicia la cohesión social y genera a una comunidad unida por una celebración popular, el carnaval es un verdadero patrimonio cultural intangible y vivo, dinámico y con capacidad de transformarse, como se mencionó con anterioridad.

La fiesta no está exenta de la dinámica social y económica del país, ya no son tiempos en que los ganaderos prestaban a sus toros, los recibimientos no son gratuitos, algunas actividades se han dejado de realizar y han surgido otras. La comercialización del mismo es un signo de nuestra sociedad postcovid, globalizada y digitalizada.

Despedida con Papaquis

Si bien es la música de la chirimía la que anuncia el inicio del carnaval, en los años veinte y treinta, al lidiarse el último toro el Martes de Carnaval la Banda de Música tocaba “Las Golondrinas”, y desde el día siguiente “Miércoles de Ceniza”, entrada la cuaresma, tiempo de penitencia y por varios días más, la música que se escuchaba era de “Los Papaquis” de la voz náhuatl papaque que significa festejo, alboroto. Por ello, en la época referida, se oía a los muchachos cantar por las calles, con la música de “Los Papaquis”, este estribillo:

             (anónimo)

            “Ya se acabaron las fiestas,

            ya quitaron los tablados.

            Aprevénganse las viejas

Pa’ que acusen sus pecados”.

Carnaval Autlán

Historiador y escritor. Ha publicado en diversas revistas, medios y modalidades. Es profesor investigador titular de la Universidad de Guadalajara.

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