Por: Gerardo Cruz Sandoval, Pedro Figueroa B., Víctor M. Villalvazo L., V. Manuel Sánchez B., Profesores Investigadores del Departamento de Ecología y Recursos Naturales del Centro Universitario de la Costa Sur, de la Universidad de Guadalajara.
El Grullo, Jalisco. 16 de enero de 2023. (Letra Fría) El municipio de El Grullo, es uno de los principales lugares de producción de ladrillo artesanal de la región Sierra de Amula, donde se localiza la única cooperativa denominada “Productores de Ladrillo Zacate Grullo S.C. de R.L.”, los cuales están formalmente constituidos de conformidad a la legislación vigente en materia.
La cooperativa se formó con apoyo del gobierno del Estado en el año 2004, con 31 integrantes, “éramos muchos, la mayoría pensaba que recibirían dinero para trabajar, como se trató de dar cooperación se fueron saliendo”, narra uno de sus integrantes.
Al inicio los integrantes estaban dispersos. Después de algunos años se logró obtener un lugar propio, “entre todos pagamos una cuota para tener fondos”, compartieron.
Después se recibió apoyo para la techumbre, se construyó por la carretera que va de El Grullo a El Aguacate en el kilómetro 4.5, ahí se hizo porque el ayuntamiento de El Grullo donó el terreno, “después se donó al gobierno del Estado para que se nos otorgara en calidad de comodato la techumbre, se dijo que, si trabajábamos bien, se nos donaría, pero a la fecha no se ha hecho nada”.
Actualmente se está realizando los trámites para regularizar el comodato, porque se estaba haciendo cada 5 años, “ahora se hará cada año, para los gastos, se aporta 300 pesos para gastos de contador y tener algo para las cuentas que se tenga que pagar”.
De los 31 integrantes, ya sólo quedan 7 trabajando, «al principio trabajamos el ladrillo como grupo, pero no funcionó porque cada quien tiene su forma de trabajar, unos producían más que otros, se llegaba en diferentes horarios, la calidad del ladrillo también era diferente, para evitar problemas, se repartió el espacio y se dijo: el que quiere ganar que trabaje”, comparten.
En la cooperativa se produce tres tipos de ladrillo para la construcción conocidos como tabique, bóveda, tecata, “son los más vendidos”, y otros productos que se hacen sobre pedido, como el ladrillo catalán.
¿Cómo se produce el ladrillo artesanal?
El ladrillo se fabrica con tierra, primero se remoja, después se agrega pajoso o viruta o aserrín, se baten, se dejan en reposo hasta otro día para que agarre correa, de ahí se traslada en carretillas, se moldean los ladrillos, después se refilan con un machete, se jaranean para que se seque, después de arrima al horno y se quema durante 24 a 25 horas “todo depende del tamaño del horno”, así como la cantidad de leña.
Para un horno normal de 13 a 15 piezas se ocupa 4 a 5 camionetas tipo pick cup con redilas cargadas de leña al ras de la caseta, o bien dos camionetas doble rodado cargadas al ras de las redilas, pero “la cantidad depende de la calidad de la leña, porque una es liviana como la de sauce, otra es maciza como la de mezquite y guamúchil”.
Aprendieron de sus padres el oficio
La mayoría de los ladrilleros aprendieron a hacer ladrillo por sus padres, “nos llevaban a trabajar desde chiquillos de 6 a los 12 años”, es un trabajo que no es difícil, pero es cansado, “el que aguanta, se queda en el oficio el que no, se sale”, dicen.
Por otra parte, también se desanima el bajo precio del ladrillo, “por ejemplo el tabique, se vende a $3,600.00 pesos a tratar por millar, más el flete, que se cobra a $600.00 pesos, depende del cliente y la cantidad que compra”.
El ladrillo se vende al público en general y al que va llegando, también se le vende a algunos arquitectos y contratistas, porque al ladrillero le gusta trabajar “a lo grande”.
Los obstáculos
La cooperativa de ladrilleros, enfrenta algunos problemas: “yo miro que las tierras se están acabando, cada día es más difícil conseguir bancos de tierra y se encarecen”, además, dicen que no hay gente que quiera trabajar en esta actividad, “nos estamos acabando los viejos y la juventud no quiere trabajar en el oficio”.
Otro de los problemas es lo de la contaminación, “hubo un tiempo en que se metió lo de la ecología por el asunto de las quemas, pero con nosotros no porque estamos fuera del pueblo y a la fecha ya no se han metido”.
En el caso de la leña, consideran, no hay problema, “hay mucha y estamos cerca de los cerros, si se mete el gobierno a regularizar, sería un problema para nosotros”.
Para contribuir al tema de la leña, durante el 2022, personal del laboratorio de Desarrollo Rural adscrito al Departamento de Ecología y Recursos Naturales del Centro Universitario de la Costa sur de la Universidad de Guadalajara, con apoyo de estudiantes de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales y Agropecuarios, en colaboración con la cooperativa de ladrilleros, pone en marcha un proyecto para conocer qué cantidad de leña se necesita durante la producción de ladrillo, ya que actualmente solamente se tiene conocimientos basados en la experiencia, más no de forma sistemática.
El interés de implementar este proyecto, se debe principalmente al desconocimiento técnico de la cantidad de leña que se consume durante la cocción de ladrillo, es decir, el problema a resolver es la de obtener un indicador que les permitan administrar y financiar la compra de su principal recurso energético: la leña.
