La razón por la que una sociedad es violenta
es porque la gente que la integra practica
la violencia
¿y por qué la practica? porque suponen
que es una forma válida de “atender”
o incluso de “ganar”- en un problema o conflicto.
Mientras esta lógica –un tanto ilógica
en sí misma– siga prevaleciendo,
la violencia persistirá.
Fernando Montiel T.
Profesor en la Cátedra UNESCO
¿Qué es la Paz?
Al final de la guerra fría se pensó que se habían ampliado las posibilidades de reforzar una cultura de paz. Expresando profunda preocupación por la persistencia y la proliferación de la violencia y los conflictos en diversas partes del mundo.
Una definición ecléctica de la cultura de paz sería: conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida basados en la necesidad de eliminar todas las formas de discriminación e intolerancia, incluidas las basadas en la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la propiedad, las discapacidades, el nacimiento u otra condición.
Tal vez suene algo utópico, pero la búsqueda de la paz es algo racional y que se debe buscar garantizar para detener la violencia que parece extenderse a nivel global y en diferentes actividades de la sociedad, por ello es relevante que las nuevas generaciones crezcan en ambientes más proclives a los principios esenciales de la cultura por la paz y la espiritualidad humana.
Desde los orígenes de la humanidad han existido periodos de paz y de guerra, en diferentes épocas y lugares, como una especie de dualidad que aún persiste.
Lograr la paz a través de la violencia (pax romana) ha sido una práctica común, que sin embargo puede ser percibida desde ópticas encontradas.
Por ejemplo: para la cultura occidental o grecolatina Alejandro Magno es un gran héroe que propició la expansión de la cultura Helénica, sin embargo, el mismo personaje es repudiado en la India o la antigua Persia y su cultura y religión, (actualmente se trata de Irán que es bombardeado y a su vez responde), pues lo ven como un violento conquistador occidental que invadió y se apoderó de sus territorios. Lo mismo se podría decir de Cristóbal Colón o Hernán Cortés, entre muchos otros personajes históricos.
¿Se podría afirmar que la violencia es intrínseca al ser humano? ¿Somos violentos y pacíficos por naturaleza?
Tal vez la idea central de la denominada Paz homínidasea el reconocimiento de actitudes cooperativas, solidarias, empáticas, sin especificar si estas actitudes las tenemos los humanos por naturaleza o serían adquiridas mediante la educación la formación; es decir: por sus propios elementos culturales.
Pensando principalmente en las actuales comunidades judeocristianas a nivel global que profesan la religión católica o alguna otra que reconozca a Jesucristo como el Mesías, observamos que muchas de ellas son potencias económicas o bélicas, o ambas. Pensemos en España, cómo en el siglo XV inició una política de conquista e invasión. Y dentro de las órdenes que traían los misioneros era la evangelización de los pueblos, bautizarlos.
La paradoja es que los principios del cristianismo primitivo se relacionan con la paz, con el amor y sin embargo en nombre de Dios se siguen cometiendo infinidad de injusticias y crímenes. Una vez que el cristianismo fue reconocido en el siglo IV como la religión oficial de Roma, se inició un largo recorrido para justificar, teorizar, explicar la creación y su fundamentación filosófica y teológica. A esta época conocida como La Patrística, con destacados pensadores como San Agustín (ama a Dios y haz lo que quieras), se deben muchos de los actuales preceptos de la iglesia católica.
Sin embargo, paulatinamente se fueron estableciendo normas y dogmas más orientados a la administración de la fe, al poder moral, económico y bélico de los papas, a los comportamientos egoístas y violentos. Y es ahí donde me atrevo a señalar que se perdió una gran oportunidad de establecer las bases sólidas para la paz, al menos para medio planeta, para quienes nos regimos por el paradigma de la cultura occidental. Hablamos de normas sociales y prácticas culturales apegadas a esos principios de: no dañes a tu prójimo, no robes, no mates, se compasivo, entre otros.
La historia demuestra que se impuso la visión de intentar vivir en paz privilegiando el poder y las ambiciones humanas. (pax romana).
Actualmente daría la impresión que las posturas encontradas se han fortalecido, observamos actos de violencia que se aproximan al terror, entre individuos y entre diversos países. Se ha desarrollado una industria bélica y una sofisticada tecnología de destrucción masiva como nunca antes.
Sin embargo, también observamos cómo el conocimiento y la creatividad han logrado el desarrollo tecnológico aplicado al bienestar, como el caso de las ciencias de la salud o la física cuántica, o la estación espacial. O las obras de Mozart, Leonardo o Diego Rivera. Concibiendo al arte como una de las más elaboradas manifestaciones estéticas de la humanidad.
Alternativas o utopías
La primera referencia estructurada del concepto “cultura de paz” la encontramos en 1983, durante el III Congreso de Teología “Cristianos por la paz y la pobreza” de la Asociación de Teólogos Juan XXIII que se lleva a cabo en Madrid. Ese mismo año se funda en Lima, bajo la dirección del Padre Felipe Mac Gregor, la Asociación Peruana de Estudios para la Paz. El año 1986 fue declarado, por La Asamblea General de las Naciones Unidas, como el Año Internacional de la Paz. Paulatinamente y ante los crecientes conflictos en el orbe la ONU, hizo suya estas iniciativas, por lo que se organizó la
Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Objetivos del Milenio
Declaración final
Poniendo de manifesto el reconocimiento de los Jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo a la inaplazable transición desde una cultura de imposición, dominio y violencia a una nueva etapa que incluye cultura de encuentro, diálogo, conciliación, alianza y paz.
Se considera que las condiciones necesarias para la edificación de la paz serían:
- El compromiso con el arreglo pacífico de los conflictos
- El correcto funcionamiento del gobierno
- Bajos niveles de corrupción
- Altos niveles de capital humano (educación)
- Apego a los elementos y valores culturales identitarios
- Arte y activación física
- Atención a la salud mental
- Distribución equitativa de recursos.
- Buenas relaciones con los vecinos
- Libre traspaso de información
- Aceptación de los derechos de los demás
- Un entorno económico sólido
Bueno, pues si consideramos que estas condiciones son las necesarias para la edificación de la paz, entonces es más facil entender porqué padecemos lo siguiente:



