Autlán de Navarro, Jalisco.- El 15 de mayo pasado nació en el Hospital Regional de Autlán, Neylan Guadalupe Rodríguez Ramírez, «Lupita», la bebé prematura más pequeña que ha visto la luz en este lugar y después de un sinfín de síntomas y enfermedades, este miércoles 14 de agosto -a 90 días de su nacimiento- la dieron de alta entre felicidad y reconocimiento.
La madre de la pequeña, Marlen Ramírez de la Cruz, ingresó desde cuatro semanas antes del nacimiento de la niña, el personal médico intentó de todo para alargar el proceso de embarazo, pero Lupita tenía otros planes y llegó a las 28 semanas de gestación (7 meses) pesando 800 gramos.
El director del hospital regional, Abraham Quirarte Brambila agradeció a todo el equipo del hospital, las áreas médicas, administrativas, de mantenimiento porque dar de alta a Lupita –con los menores riesgos y secuelas- después de tres meses de permanecer en la Unidad de Cuidados Neonatales (UCIN) implicó un esfuerzo y disposición conjuntas.
Como parte del festejo para darla de alta se escucharon frases como “Lupita es una celebridad”, “ella nació el Día del Maestro y vino a enseñarnos muchas cosas de la vida”, “esta pequeña nos recuerda que los milagros sí existen”.
A la celebración de este nacimiento, acudió un grupo nutrido del personal del hospital, del área médica, administrativa, laboratorio, Rayos X, enfermería, archivo, almacén, pasantes; todos para brindar un aplauso por el trabajo y acompañamiento; así como a la persistencia de Marlen, la madre.
Atención y acompañamiento constante para Lupita
Entre las cosas que destacaron los médicos pediatras -Óscar Alejandro Carrión Guerrero e Indira Valera- que dieron seguimiento a la atención de la niña, estuvo: la alimentación con leche materna; el seguimiento de cuidados intensivos humanizados que incluían el acompañamiento principalmente de su madre, todo el tiempo y la atención médica constante.
“Fue muy difícil y no, Lupita fue una niña muy fuerte y a todo tratamiento que le dábamos y todas las situaciones que se iban presentando respondía muy bien y eso nos daba la pauta día con día, a pesar de todos los retos que representó”, agregó la doctora Indira Valera.
Por su parte, el doctor Óscar Carrión reconoció que el trabajo hecho para sacar adelante a Lupita una bebé prematura en sus condiciones implicó un reto grande, porque en un hospital de segundo nivel como lo es el Regional en Autlán, no se tiene todo el equipamiento necesario para una bebé tan pequeña.
“Gracias por darle la oportunidad de vivir”: Marlen Ramírez
En medio de una estructura llena de globos con el nombre de Lupita escrito con letras doradas, estaba Marlene Ramírez sentada con su hija en brazos y cuando le tocó el momento de hablar, se puso de pie mientras una de las enfermeras cuidaba a la pequeña.
Con voz entrecortada agradeció a todas las personas del hospital que hicieron posible que su hija mejorara, día a día, les expresó que ella en todo momento confió en cada una de las cosas que le recomendaron y finalmente les agradeció por darle la oportunidad a la niña de vivir.
Aunque el papá de Lupita – Erick Antonio Roderguiez Salazar- está trabajando en Estados Unidos, estuvo en Autlán 10 días para verla, en el período más difícil de la recuperación de la niña.
El camino de Lupita y sus otros dos hermanos apenas comenzará desde casa y para ello, Marlen recibió una capacitación de parte de médicos y enfermeras para atenderla en sus cuidados básicos.
Como parte de su mensaje, Marlen pidió a las autoridades de salud en el estado que busquen dotar de capacitación, personal y equipamiento a los hospitales de las ciudades pequeñas o alejadas de la capital para que los bebés prematuros que nacen en estos lugares tengan más posibilidades de ser tratados adecuadamente y vivir.