Con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención, el Senado de Argentina dijo sí al aborto legal. Es el sexto país de América Latina en legalizar la interrupción voluntaria del embarazo en todo su territorio. Antes lo han hecho Cuba, Uruguay, Guayana, Guayana Francesa y Puerto Rico
Texto: María Ruiz
Fotos: Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, Senado Argentina y Amnistía Internacional.
En un debate de doce horas, Argentina decidió legalizar la interrupción voluntaria del embarazo. Un debate que comenzó hace 15 años con la lucha de las feministas argentinas y que llegó al senado por primera vez en el 2018.
Desde las 16 horas ( 1 de la tarde en México) 59 senadoras y senadores se dedicaron a exponer sus razones a favor y en contra del proyecto de ley. La votación se realizó al rededor de las 04:13 hrs.
Con un giro inesperado al terrible 2020, el penúltimo día del año comenzó con la noticia de que en Argentina el aborto es ley, convirtiéndose en el sexto país de América Latina en legalizar el aborto junto con Cuba, Uruguay, Guayana, Guayana Francesa y Puerto Rico.
Doce horas, 59 oradores y solo 23 mujeres
Previo a la votación se anotaron 59 oradores de los cuáles únicamente 23 eran mujeres. Cada uno tuvo entre cinco y veinticinco minutos para participar.
La primera en participar fue la senadora Norma Durango quien compartió una síntesis del Proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo y recordó al pleno que una vez más tenían la posibilidad de legislar por y para las mujeres y las personas con capacidades gestantes. Agregó que el proyecto de ley reivindica la maternidad como un derecho y no como una obligación.
“La penalización del aborto se encuentra dentro de los resagoz mas oscuros dentro del paradigma del sometimiento. Si este tema fuera un tema de varones, hace décadas que sería ley”
Senadora Norma Durango
De las 28 mujeres senadoras, diecinueve votaron a favor, ocho en contra y una se ausentó. La mayoría de los votos en contra fueron de hombres. Durante el debate el senador Óscar Parrilli compartió que la mayoría de las encuestas los hombres están en contra del aborto y las mujeres a favor, Resaltó que en el Senado pasa algo similar:
La mayoría de las encuestas dicen que los hombres están en contra, mayoritariamente las mujeres están a favor. Pero veamos aquí, somos 72 senadores y senadoras, 44 hombres y 28 mujeres. De los hombres, la mayoria vota en contra; de las mujeres la mayoria a favor dijo el senador de Neuquen.
La senadora Nancy González expresó que después del 2018 no hubo soluciones para las mujeres que abortaron clandestinamente:
¿Quien carga sobre sus hombros las muertes de las mujeres ? Antes en el 2018 era tarde, hoy es más tarde porque la vida de esas mujeres no las recuperamos más.A los dos días de haberlo tratado nosotros mueren dos mujeres. A los diez días seis niños quedaron huérfanos por dos abortos clandestinos que realizaron sus madres. Rechazan el proyecto, ¿qué otra respuesta les estamos dando a esas mujeres más que rechazar el proyecto?
A esta opinión se sumó la senadora Pamela Verasay que recordó que bajo el lema de salvemos las dos vidas en dos años no se resolvió el problema de muertes y el aborto clandestino siguió ocurriendo. Y como lo dijo María Eugenia Catalfamo, senadora por San Luis: “Las mujeres abortan desde que el mundo es mundo”
Uno de los votos distintos de este año fue el de Silvina García Larraburo, quien hace dos años votó negativo y este año habló de los cambios de paradigmas, de las nuevas generaciones, del patriarcado y la deconstrucción:
Todas somos víctimas de un sistema creado por y para hombres. Esa normalidad es el patriarcado. Ahora también sabemos que ese proceso reflexivo en el que cuestionamos nuestra realidad se llama deconstrucción […]. Estamos entrando a un cambio de paradigma y este cambio lo lideran las luchas feministas y ambientales. […] Como dirigente política tengo la obligación de cuestionar y analizar; de comprometerme con las luchas, los anhelos de las nuevas generaciones porque estamos legislando a futuro, a su futuro.
Mi voto señora presidenta, es un voto deconstruido, es un voto afirmativo”
Silvia Sapag contextualizó el avance que implica para las mujeres la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo:
Vengo de una época en la que a las niñas no las dejaban andar en bicicleta porque sus madres querían entregarlas puras y castas. Donde a las hijas no se les permitía estudiar en la universidad porque lo que tenían que hacer era conseguir un buen marido.
Las mujeres cuando yo nací no éramos nadie. Hemos logrado todo esto gracias a colectivos de mujeres que tuvieron consciencia de que su vida era injusta”
Al inicio de la sesión dos senadores y dos senadoras mantenían su voto como indeciso. Con el paso de las horas destaparon que votarían a favor. La primera en hacerlo público fue Stella Olalla quien pidió inversión en la salus sexual integral.
A Olalla se sumó Lucía Crexell quien agregó: “ No se trata de feminismo o religión, el aborto clandestino ecribe historias muy triste en nuestro país que muchos se niegan a ver. Voy a acompañar este proyecto de ley”.
“Tenemos que desdramatizar el aborto y desromantizar la maternidad. Tenemos que poder elegir cuándo, cómo y con quién maternar. Que ningún poder fáctico nos pueda decir quién, cómo y por quién. De lo que estamos hablando es de poner justicia en una situación donde no la hay, es una cuestión de derechos humanos”
María Inés Pilatti senadora de Chaco
Uno de los momentos más fuertes del debate fue cuando la senadora Gladys González habló de su decisión de apoyar el proyecto de ley, el choque de esta decisión con su religión y cuestionó a la iglesia sobre las imposiciones a las mujeres:
El 8 de agosto del 2018 estaba embarazada de nueve semanas de mi cuarto embarazo. Antes, durante y después de aquel debate todos no solo yo recibimos insultos y amenazas, a la par de ello recibí mensajes muy dolorosos de mis hermanos cristianos diciendo que rezaban para que me vaya al infierno y que Dios me iba a castigar. El 10 de agosto del 2018, dos días después de aquella votación perdí mi embarazo y por un instante pensé que Dios me había castigado por votar a favor del aborto
Al igual que Olalla y Crexell, los senadores Sergio Leavy y Alberto Weretilneck, que en un principio estaban indecisos votaron a favor, lo que le dio la ventaja final al proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo.
A las 04:13 de la mañana se realizó la votación: 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención con la que las argentinas hicieron historia.
La vigilia de las pibas
Durante el debate al interior del Senado el agradecimiento a las mujeres que sostienen esta lucha fue pronunciado una y otra vez. Especialmente a mujeres de las nuevas generaciones.
Quiero dedicar mi voto afirmativo primero a mis hijos. A todas las mujeres que han levantado esta bandera de lucha y que me viene a la mente la palabra de hace dos años de Juana Garay, que, mirándome a los ojos nos dijo: las sociedades cambian, evolucionan y esta sociedad para la que hoy tienen que legislar no es en la que se criaron, tienen que legislar para nosotras compartió la senadora María Inés Pilatti.
Afuera del Senado se convocó a una vigilia desde las 14 horas. Ésta fue una de las 120 vigilias donde miles de mujeres de distintas edades esperaron los resultados con la esperanza de terminar el año con acceso a su derecho a abortar. Algunas, como la abogada Nelly Miyersky, presenciaron dentro del recinto cada momento de la votación.
Una de las fotografías más emblemáticas durante las votaciones de este mes fue en la cámara de diputados el pasado 12 de diciembre, la postal la que tomó Laura Reyes y son nada menos que la historiadora feminsita Dora Barrancos, la psicoanalista feminista Martha Rosenberg y las abogadas feministas Nelly Minyersky y Nina Brugo celebrando la llegada de la marea verde.
Este martes se volvieron a unir a la vigilia:
Durante la tarde realizaron diversas actividades, desde conciertos, pega de carteles, hasta partidos de fútbol.
Como en 2018 miles de mujeres acudieron a la vigilia e inundaron las calles de al rededor del Senado sus pañuelos verdes. Sus gritos de alegría, a la par de las bocinas de los coches, se escucharon con el resultado final. Las pibas terminaron bailando, felices y volvieron la calle una verdadera fiesta.