Autlán de Navarro, Jalisco.- De acuerdo a resultados de una investigación preliminar de investigadores del Centro Universitario del Sur (CUSur) de la Universidad de Guadalajara (UDG) los sismos ocurridos el pasado 15 de abril en la localidad de Los Mazos en el municipio de Tuxpan, no están relacionados con el surgimiento de un volcán en la zona, de acuerdo a un artículo publicado en la Gaceta UDG.
Según esta investigación preliminar sobre los eventos hidrotermales en la comunidad de San Marcos Evangelista y el enjambre sísmico en Los Mazos, los sismos del pasado 15 de abril -uno de magnitud 4.8 y otros de menor intensidad- resultaron del acumulamiento de magma en el subsuelo.
Los investigadores afirmaron que los sismos ocurridos en las faldas del Volcán de Colima y el Nevado de Colima derivan del acumulamiento de magma, que empuja una capa de tierra llamada “sello de transición”.
A decir del investigador, Juan Ignacio Pinzón López, académico del CUSur, cuando surge un volcán el movimiento se registra debajo del edificio volcánico, expulsando el magma hacia arriba; en este caso es más probable que se registre flujo volcánico surgiendo de las laderas.
El investigador, desmintió además que los plantíos de aguacate de la región estén vinculados con el aumento de la actividad sísmica, tal y como estaba circulando información en redes, pues los efectos de esta cosecha afectan el subsuelo a poca profundidad.
Sobre el géiser de San Marcos Evangelista

Por su parte, el investigador del Centro de Estudios de la Tierra de la UDG, Danny Alexander Cocuñame, recordó que el 27 de enero pasado, en la comunidad de San Marcos Evangelista en el municipio de Zacoalco de Torres surgió una manifestación geotermal o gésier que expulsaba vapor de agua y otros materiales.
Sobre este géiser dijo, resultó de una fisura en el subsuelo, en una zona en la que convergen placas tectónicas, lo que también favorece el calentamiento de las arcillas y otros materiales, expulsándolas a altas temperaturas.
“El suelo de la zona tiene alto contenido de arcillas, y cuando surge el agua caliente se puede comportar como un sello, pero la presión lo hace reventar y aflora en la superficie”, detalló según la publicación de la Gaceta UDG.
Explicó que para conocer el comportamiento de esta manifestación, se llevan a cabo estudios para saber con certeza la profundidad de esta fisura, así como los materiales que componen el subsuelo que se fracturó y dio pie a este géiser, que puede estar relacionado con un sismo del 12 de enero en el municipio de Coalcomán, Michoacán.
El jefe del Laboratorio de Geofísica del CUSur, Juan Manuel Sandoval Hernández mencionó que el calor de la Tierra es el que calienta el agua expulsada, y se cree que esta fuente de energía se encuentra a 15 metros de profundidad.
Agregó como una cuestión importante, analizar el posible aumento del agua en la zona para evitar hundimientos relacionados con la aparición de estos eventos geotérmicos, así como monitoreos de la actividad sísmica y localizar las fallas para evitar accidentes.
Recomendaciones a la población de la zona
Juan Manuel Sandoval Hernández recomendó a la población mantener distancia de los géiseres, porque pueden expulsar agua a altas temperaturas a presión, en cualquier momento; esto implica un riesgo porque no se sabe con precisión cuando puede ocurrir una expulsión.
“De repente el agua puede salir con mucha presión y golpear o quemar a alguien con su temperatura, por lo que existe un riesgo; pero también es un área de oportunidad, ya que al haber agua caliente la industria puede aprovechar la zona”, afirmó.
*Con información de la Gaceta de la Universidad de Guadalajara.