Texto: Arturo Contreras
CIUDAD DE MÉXICO.-El gobierno federal ha decidido intervenir en Nuevo Laredo, Tamaulipas, con el envío de casi 800 efectivos militares que habrán de realizar operaciones de inteligencia con el objetivo de diezmar la capacidad del grupo criminal comandado por Juan Gerardo Treviño Chávez (alias) El Huevo, cuyo arresto suscitó ataques y enfrentamientos que se prolongaron desde la noche del domingo a la madrugada de lunes.
“Vamos a aprovechar este refuerzo para garantizar la protección de los ciudadanos”, dijo el general secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, durante una rueda de prensa convocada la tarde del martes. “Pero también para explotar la información que tenemos sobre este grupo delictivo y obtener resultados”.
Treviño Chávez, a quien las autoridades identifican como “jefe del Cartel del Noreste”, fue entregado las horas previas a agentes estadounidenses por una de las garitas de Tijuana, a donde se le trasladó en medio de un fuerte dispositivo de seguridad. Treviño, sobrino de Miguel Ángel Treviño, Z-40, preso desde julio de 2013, es el último miembro de la familia inmiscuido en acciones criminales, de acuerdo con versiones del mismo gobierno.
Su captura, declaró previamente el canciller Marcelo Ebrad, constituye uno de los más importantes logros anticrimen suscitado en una década, y se logró mediante una operación que involucró a autoridades de México y Estados Unidos.
“Es uno de los capos principales en el tráfico de drogas, en el trasiego de armas y también de tráfico y trata de personas, de abuso contra las personas”, delcaró. “Se trabajó conjuntamente con Estados Unidos. Es un gran golpe- […] Es una de las detenciones más importantes de la última década”.
A la detención de Treviño, presuntos miembros de su organización robaron vehículos de carga para incendiarlos bloquear las vías de acceso al aeropuerto local, además de sostener enfrentamientos y ataques sostenidos durante al menos cinco horas en contra de instalaciones militares así como la sede consular de Estados Unidos. En suma, el secretario de la Defensa informó que se realizaron 38 atentados con armas de fuego, 20 de ellos contra bases del Ejército y seis hacia la unidad militar de la zona, además de 13 bloqueos viales.
Como respuesta, el general dijo que se han desplegado 783 efectivos y cuatro helicópteros de artillería.
El envío de tropas se realiza a pesar de la estrategia de seguridad dictada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, basada en “atacar las causas” y no los efectos de la violencia.
Rosa Icela Rodríguez, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana Federal, presente en la conferencia convocada por los militares, brindó declaraciones que buscan generar seguridad y confianza en una sociedad extenuada por los altos niveles de inseguridad y crimen desde hace más de dos décadas.
“No están solos, vamos a estar ahí”, dijo. “El gobierno está pendiente… Ante las acciones desesperadas de algunos miembros de la delincuencia que causaron escándalo, nosotros mantuvimos una constante comunicación con las autoridades estatales por medio de las mesas de construcción de paz. Queremos decirles que seguimos pendientes y que vamos a continuar con los trabajos”.
Las autoridades reconstruyeron los hechos del operativo para detener a Treviño Chávez. De acuerdo con su versión, las acciones iniciaron hace más de seis meses, con la recopilación de informes en territorio. Ello les permitió planear tres meses después un operativo eficaz, dijeron. En él participaron tanto miembros del Ejército, Fuerza Aérea, Centro Nacional de Inteligencia y de la Fiscalía General de la República, a través de la subprocuraduría en Investigación de la Delincuencia Organizada. No mencionaron la intervención de ninguna autoridad estadounidense.
La noche del 13, una célula criminal dio inicio a una agresión en contra de personal militar y de la Guardia Nacional. Los elementos reaccionaron y lograron dispersar a los agresores. Fue durante esas maniobras que se detuvo a Juan Gerardo Treviño, según el informe oficial. En 16 minutos fue trasladado a un helicóptero que se dirigió de inmediato a la base militar de Piedras Negras, Coahuila, desde donde fue trasladado en un avión de las Fuerzas Armadas a Ciudad de México y puesto a disposición de un Ministerio Público federal, se mostró en un video elaborado por la Sedena.
Durante este operativo no hubo bajas militares ni civiles.
La conferencia sirvió también para aclarar que las operaciones no están vinculadas con la visita del secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas. Operativos como este, señalaron, implican meses de trabajo de inteligencia. Para ello, Sandoval señaló que durante el mismo fin de semana no sólo se detuvo a Treviño, sino también a otros “generadores de la violencia” en Mazatlán [domingo] y en Chiapas [sábado].
MA/MA
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