Cenamos temprano, por ahí de las siete de la tarde. Ella un consomé de pollo y yo una sopa azteca, platillos inusuales para una merienda pero nos ganó el antojo. A nuestro lado los viajeros de una excursión colectiva recién llegados celebraban
La primera vez que probé la leche bronca (sin pasteurizar) fue cuando iniciaba la primaria.
La efervescencia… las pasiones, los desencantos, las tristezas, las alegrías, las amarguras, las frustraciones…todas las emociones juntas apostadas a un balón que rueda y a veintidós incautos que no lo pierden de vista…lo persiguen, lo acorralan, lo golpean, lo disputan, lo anhelan.