Por: Jade Ramírez
Guadalajara, Jalisco. Viernes 1 de abril de 2022. (Letra Fría) Las redes sociales se incendiaron cuando apareció un vídeo austero en datos y producción, donde los estelares no eran los ecosistemas en peligro y ya con daños documentados en la selva del sureste por el megaproyecto Tren Maya, sino famosos inesperados hablando de ecología.
Y como la vida en México ya es binaria y tajante: ¡tas conmigo o en mi contra! gracias al presidente macho que va soltando los bonos sociales con lo que ganó, fue fácil desarticular a quienes protagonizaron tal clip ambientalista.
La embestida vino incluso desde la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales: ¿Dónde estaban? coreó la plaza a través de un boletín de prensa, fugaz, pero que como pólvora se dejó correr en medios. También la brigada de propaganda 4.0 llamada Comunicadores del Pueblo hizo lo suyo, al evaporar el foco de lo que la farándula y artisteada apuntaba: daño ambiental, parar el Tren Maya.
¿Que contaminan y son oportunistas Albarrán -a quien no todos ven con buenos ojos en wirikuta- Eugenio Derbez, Natalia Lafourcade, Bárbara Morí -que nada en cenotes y hoteles boutique en el Caribe mexicano a destajo, de esos que despojan- y etcéteras? Sí.
Y sus intenciones resultan inoportunas a estas alturas, por varias razones dónde, como siempre, la carga simbólica a diseccionar recae en el de a pie: ¿Qué y desde donde buscan lo que buscan con ese vídeo?
Pero sobre todo la coherencia condicionada es lo que se pone en cuestión.
Selvas, ríos, mares, valles y desiertos, cactaceas y mariposas urge protegerlas pues están en riesgo y son sujetos de derechos.
Pero el ecologismo de buró, cuando se tiene el potencial de llamar la atención como ellas y ellos…. mmmhj estorba, más que ayudar.
En silencio o mayor sigilo, ese lobby farandulero serviría a montones en los valles y pueblos envenenados en todo México. En el sur de Jalisco, por ejemplo. Ahí donde no son selvas las derribadas, pero sí cientos de personas cuyo cuerpo está siendo envenenado en silencio por los plaguicidas de la agroinduatria global, basificada en la región. Y ya no solo por agua, sino por riego aéreo: <<la apocalipsis>> como lo catalogan las y los activistas de la región.
Qué tal pegarle a Bayer y Monsanto, a regidores, presidentes municipales y gobernadores socios, cómplices, de aceitar las estrategias corporativas que describe Silvia Ribeiro como «los causantes del cambio climático, la obesidad, pandemia y enfermedades de la gente y el planeta», (La Jornada, 26 de marzo 2022).
Eso sería renunciar o cerrarse ¿Cuántas puertas en Hollywood, disqueras, y hasta Televisa?
¿Las personas necesitamos consciencia de clase y esa se despierta en cualquier momento de la noche a la mañana? No.
Es un largo amanecer que duele, que implica renunciar, que casi siempre viene de la emergencia, del apuro de la comadre, del árbol afuera de tu casa, de que tardas más horas en volver a tu hogar por el tráfico, de que te salen tumores inexplicables y sorpresivos, que el colesterol no lo controlas aunque seas un palo, que el tequila ya te pega uno crudones como nunca antes, cuando despiertas una madrugada con ansiedad porque tus hijes no la van armar a los 20, porque a esto le queda…menos, mucho menos de lo que sabemos.
Ser coherente es doloroso, impreciso y un deporte de largo aliento que te cuesta la vida.
Un vídeo mal producido y escandaloso, te protege y se te paga en cash, pero no te salva. El gobierno nos tiene tomada la medida y los famosos también. Olas y marea, pero desde la comodidad del móvil.
¡Pero para eso está la prensa rosa!
Y veamos cómo les cuestiona el oportunismo en Ventaneando el lunes a las 3. ¿Cierto? #OkNo.
MA/MA
