Por: Pedro Figueroa Bautista y Horacio Ochoa Ramos
El Limón, Jalisco.- En los últimos años, la promoción, difusión y el conocimiento de la agricultura orgánica en la región Costa Sur, Sur y Sierra de Amula del estado de Jalisco, es una realidad. Por todos estos lugares es posible encontrar experiencias reales y locales de producción, y como ejemplos encontramos:
- El Limón, con su declaratoria de Agroecológico,
- Unión de Tula, la Escuela Campesina “La Piñuela”
- Cuautitlán de García Barragán; diversas experiencias de organización social y producción orgánica
En este caso nos enfocaremos a La Escuela Campesina de Casimiro Castillo. Estas experiencias se derivan en la necesidad de que pasen a una escala mayor, no solo entre el número de productores o pequeños propietarios (una a 10 hectáreas) que en el campo representan el 93% del total. Como parte de ello, dos ejidos están planteando celebrar aniversarios de su fundación con “cursos de talleres sobre agricultura orgánica”.
El ejido de Casimiro Castillo cumplirá 90 años este año, por lo cual lanza la invitación como parte de la celebración de su fundación, a que participen ejidatarios y público en general en el seminario teórico-práctico sobre agricultura sustentable. Este seminario tendrá una duración de seis sesiones quincenales de cuatro horas cada una, en las instalaciones de la casa ejidal de Casimiro Castillo. Curso que dará inicio el próximo 31 de agosto del presente año.
Este curso será la tercera etapa. Recordemos que la primera etapa inicio hace dos años, el cual estuvo dirigido a productores de caña de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar, CNC de Casimiro Castillo.
Las vivencias y las experiencias locales desarrolladas por los participantes en estos dos años, nos comprueban la factibilidad de poder transitar a procesos productivos mucho más sostenibles y económicos para los productores. A la fecha podemos decir que en Casimiro Castillo se cuenta con más de cuarenta productores involucrados directamente en la elaboración de abonos orgánicos, recuperando técnicas y regresando al “saber hacer”. Modos de producción que resulten alternos al modelo económico neoliberal industrializado. Sin contar o evaluar toda la influencia que el grupo de productores ha tenido a los municipios vecinos como La Huerta, Villa de Purificación y Cuautitlán.
Algunos hechos que resaltan en estos dos años son: la formación de un grupo que se auto nominan “Escuela Campesina de Casimiro Castillo”, generando lazos de amistad y colaboración. Al mismo tiempo se viene dando vínculos de colaboración y solidaridad sobre dudas en momentos de elaboración de los abonos, como de los materiales necesarios o requeridos. Estas acciones vienen generando un proceso transitorio de camino a la organización local: acción que tanta falta nos hace en el campo mexicano.
Es inminente un vuelco total de la manera de producir los alimentos, de cuidar los suelos y las semillas. También de generar alimentos respetando el medio ambiente y pasar de innumerables “experiencias aisladas” a acciones visibles en manos campesinas.
Lo anterior está generando una movilización, por un lado, de los agricultores, como de técnicos, e instituciones y un interés general de la población, en la búsqueda de opciones reales para alcanzar otras maneras de generar nuestros alimentos.
Estas acumulaciones de experiencias se explican a lo largo de más de dos décadas de promoción en el uso y manejo de abonos orgánicos, pero a raíz del problema con el alza de los insumos para la producción (en el precio de los fertilizantes), se dio un interés, que escala proporciones inimaginables. Hoy en día, es posible encontrar productores de hortalizas que están usando entre tres a cinco diferentes tipos de abonos orgánicos.
MV
