La representación de comunidades históricamente discriminadas es una valiosa oportunidad para reflexionar sobre lo diversos que somos los humanos. En la actual edición del reality televisivo La Casa de los Famosos México se incluyó como participante a Abel Sáenz, licenciado en Economía por la Universidad Autónoma de Zacatecas, quien se gana la vida como creador de contenidos en redes sociales y que, además de su carisma, es representativo por vivir con una de las 300 condiciones de displasia ósea que generan talla baja.
Es la segunda vez que los productores incluyen a un representante de una comunidad discriminada. En una edición anterior del programa se incluyó a Wendy, una persona que representa a la comunidad transexual en México. Ambas condiciones se asemejan en su poca representatividad y en que son blanco frecuente de discriminación.
Hay una intención de los productores del show de dar visibilidad a una comunidad denostada, y Wendy y Abel han demostrado que, en su agenda y con su estilo, tienen la capacidad de hacer que su voz se escuche.
Abelito es el nombre que Abel Sáenz dio a su personaje. En el desarrollo del programa ha contado su historia y las particularidades de su vida: el romance de sus papás que también son de talla baja; sus primeros pasos en el circo, una de las pocas alternativas que existían para personas con esta condición; la búsqueda de un espacio digno, y las adaptaciones prácticas que requiere para realizar actividades cotidianas, como conducir un vehículo.
Con más humor y menos drama que Wendy, ha compartido experiencias de discriminación y una búsqueda de dignidad, generando entre sus compañeros muestras de empatía y numerosas expresiones de apoyo fuera de la casa.
No participaré en la discusión sobre si el programa ofrece contenido superficial y superfluo; propongo que nos concentremos en esta valiosa oportunidad de reflexionar sobre la inclusión y la diversidad. Datos de la Asociación Civil Gente Pequeña estiman que en el mundo hay 650 mil personas de talla baja; sin embargo, el INEGI carece de una estadística específica que ayude a dimensionar la condición en México. Algunas referencias ayudan a entender su existencia.
En 2022, la Encuesta Nacional sobre Discriminación encontró que el 23.7 % de los mexicanos mayores de edad había sido discriminado por características físicas. La baja estatura era una de esas condiciones, aunque no hay claridad en cuanto a la baja estatura por razones genéticas.
La poca representatividad política de la comunidad con acondroplasia es notable. En enero de este año, y debido a un infarto, falleció la diputada local de Oaxaca Kelly Jannet Cabrera González. Los reportes periodísticos la ubican como la única diputada mexicana de baja estatura.
Históricamente, las personas de talla baja han sido tratadas como objeto de sorna. Ahí están decenas de pinturas antiguas que lo demuestran, y actualmente, la estrella del Barcelona Lamine Yamal enfrenta un proceso legal por contratar a personas de talla baja para una fiesta.
En ese marco, Abelito le ha puesto chispa, rostro y humor a la diversidad; ha levantado la mano en medio de gigantes y ha alzado la voz para hacernos notar que la visibilidad en el entretenimiento no sustituye la necesidad de cerrarle la puerta a la discriminación y abrirla a condiciones públicas que favorezcan su participación en la vida económica, social, política y cultural. Más allá del show.
