Por: Oscar Cárdenas.
Autlán de Navarro, Jalisco. 09 de abril de 2018. (Letra Fría). – Estimados lectores. A partir de esta entrega la columna tendrá el nombre “A Ciencia Cierta” para coincidir con el espacio radiofónico desde el cual su servidor también realiza actividades de difusión y divulgación científica. ¡Gracias por leer este espacio, continuamos! Aprovechando estos tiempos electorales, cabe hacerse varias preguntas con respecto al valor que se le da a la ciencia por parte de las diferentes fórmulas electorales en nuestro país. ¿Cuánto vale la ciencia? ¿Qué tan importante es la ciencia para el desarrollo? ¿Conviene invertir recursos financieros en ciencia?
Aunque parecieran preguntas triviales, en realidad no lo son. La ciencia (tanto básica como aplicada) es sumamente importante para nuestra sociedad porque nos permite investigar, describir y tratar de entender tanto el planeta en el que habitamos, como el universo que nos rodea. La ciencia nos ha permitido encontrar y utilizar cosas para nuestro beneficio, como por ejemplo la electricidad. Sin ella no podríamos refrigerar nuestros alimentos ni tendría la oportunidad de compartir este espacio a través de internet con ustedes, mis estimados lectores.
De acuerdo con la UNESCO1, la inversión en ciencia, tecnología e innovación (STI por sus siglas en inglés) es esencial para el desarrollo económico y la mejora en la calidad de vida de las personas. La investigación y el desarrollo pueden fomentar el desarrollo sustentable a través de la generación de sociedades más “verdes” e incluyentes.
Y sin embargo, en muchos países, como el nuestro, la ciencia siempre es “castigada” cuando se trata de asignarle un presupuesto financiero. Mientras que en países como Corea del Sur e Israel se asigna más del 4% del Producto Interno Bruto (PIB, que es una magnitud macroeconómica que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de un país o región durante un período determinado, normalmente de un año), en nuestro país raramente se asigna más del 0.5% del PIB (Figura 1).
Figura 1. Recursos humanos y financieros asignados a Investigación y Desarrollo, 20152.
Las siglas BRICS se refieren a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. EU es la Unión Europea. North America se refiere a Norteamérica (incluyendo a México) y Other OECD se refiere a otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
En esta figura se pueden observar tres elementos principales. El primero, que se indica en el eje vertical de la gráfica, indica el número de investigadores por miles de empleos. Mientras que Israel tiene más de 15 investigadores por cada mil empleos, México tiene tan sólo entre uno y dos por cada mil empleos. El segundo elemento que destaca en la gráfica se puede observar en el eje horizontal, en el que se representa el porcentaje del PIB destinado a investigación y Desarrollo. Destacan Israel (ISR) y Corea del Sur (KOR) con una inversión superior al 4% de su PIB, así como Japón (JPN), la República Checa (CHE) y Suecia (SWE) con más del 3% de su PIB, seguidos por Estados Unidos (USA) y Alemania (DEU) con una inversión cercana al 3% de su PIB.
Finalmente, el tercer elemento se caracteriza por el tamaño del círculo: entre mayor es éste, mayor su Producto Interno Bruto. Esto nos indica que la cantidad que invierte en investigación y desarrollo (en millones de dólares al 2010) es superior si el círculo es mayor y viceversa. En este caso, aunque los Estados Unidos y Alemania invierten casi el mismo porcentaje de su PIB en investigación y desarrollo, el monto en dólares invertido por los Estados Unidos es superior por tener un PIB más alto.
En el caso de México, el porcentaje del PIB asignado a investigación y desarrollo se ha incrementado en los últimos veinte años, del 0.26% en 1996, al 0.55%, tal como se indica en la Figura 2.
Figura 2. Gasto en investigación y desarrollo (porcentaje del PIB)3.
Y aunque en los últimos sexenios hemos escuchado decir a los candidatos a la presidencia de la república la frase mágica “¡les prometo que invertiremos hasta el 1% del PIB en el desarrollo científico de nuestro país!”, no se ha logrado esa meta; por el contrario, se recortan fondos presupuestales a las actividades de investigación y desarrollo en nuestro país4, mientras aquellos destinados actividades que no tienen un beneficio real sobre la sociedad (como la publicidad gubernamental) se mantienen o, en algunos casos, se incrementan5.
En este contexto, es imperativo que en el próximo gobierno se considere como una prioridad nacional la inversión en investigación y desarrollo, de tal forma que nuestro país logre avanzar en la búsqueda del desarrollo económico, tecnológico y social. Después de todo, la inversión en ciencia paga enormes dividendos en educación, salud pública y otros componentes de verdadera importancia social para nuestro país.
¡Nos leemos en la próxima!
Para ver:
- Científicos mexicanos exigen mayor inversión en ciencia y tecnología (https://www.youtube.com/watch?v=T96YehkvUGw).
Fuentes consultadas
1 https://en.unesco.org/themes/investing-science-technology-and-innovation.
2 OECD (2017). OECD Science, Technology and Industry Scoreboard 2017: The digital transformation. OECD Publishing, Paris.
3 https://datos.bancomundial.org/indicador/GB.XPD.RSDV.GD.ZS.