Por José de Jesús Guzmán Mora, Cronista de San Gabriel, Jalisco | Desde el llano Rulfiano
Autlán de Navarro, Jalisco, 6 de noviembre de 2022. (Letra Fría). Durante el mes de noviembre el pueblo de Apango, en San Gabriel, Jalisco, celebra sus fiestas patronales, cuya festividad religiosa está dedicada a San Andrés Apóstol, y que se celebrarán del 22 al 30 de este mes en el presente año. Se trata de un pueblo prehispánico que se ubica en la parte más alta de la serranía, entre Sayula y San Gabriel.
Su fiesta religiosa es una celebración muy antigua, pues se dice que “… existen registros de 1801” donde ya se menciona parte de la festividad.
En los últimos años, “… a partir del movimiento cristero y agrarista se da aún más la algarabía a esta fiesta en honor a dicho Apóstol”, según lo asevera el Profr. Abraham Alejandro Matías Ávalos.
Matías Ávalos, dice que “… hay un relato muy peculiar que cuentan los pobladores del lugar, dicen que durante la Revuelta Cristera fueron destruidas la mayoría de las imágenes de los Santos del antiguo templo dejando solo y sin tocar a San Andrés Apóstol por el solo hecho de llevar el nombre de Andrés, pues así se llamaba el padre de un Comandante miembro de las fuerzas federales que resguardaba esta región”.
Los campesinos que eran agraristas y católicos lo convirtieron en su Santo Patrono y realizaron un juramento que está escrito en el Himno que se entona en la fiesta y que dice así:
“Te juramos cual hijo quererte, te juramos jamás olvidarte, servidores de Dios complacerte y en el cielo pedimos loarte…”, porque para ellos tener su propia tierra fue milagro.
El Ejido de Apango, que es el primero en el municipio gabrielense, se creó el 6 de enero de 1918, con una extensión de 2,050 hectáreas.
Hay una tradición en estas fiestas patronales; es la “la entrada de burros” también llamada “entrada de leña”, y siempre debe de realizarse en la víspera de la festividad.
Anteriormente se acostumbraba que los hombres fueran a traer la leña para hacer las fogatas y calentarse en la noche, y así poder soportar la vigilia, ya que el frío cala hasta los huesos, a estas fogatas se les nombra “luminarias”.
El recibimiento de los burros con cargas de leña lo hacían en la entrada del pueblo, donde los comerciantes los recibían colocándoles rosarios de “suales” (pinole o maíz molido), se les daban un jarro de ponche, además quienes los recibían adornaban el burro con banderas de papel de colores, una vez preparados todos entraban al pueblo colocando la leña en el piso por la calle principal y en el atrio del templo, luego hacían las fogatas que iluminaban la oscuridad; así enfrentaban el frío de la noche.
Hoy en día, la peregrinación de la víspera inicia con “Los viejos de la danza” que, según expresan los moradores del pueblo, simbolizan a los demonios; van acompañados de un torito bravo que representa el bien y el mal; y son los viejos de la danza quienes lo torean.
De los “viejos de la danza” el más típico es el que se viste con ropa añeja y destrozada, que significa la pobreza que hay en el pueblo, de allí se desprenden otras representaciones de los males como la tentación, la riqueza, y la vanidad.
Después de éstos, vienen las diversas danzas que, con su emotividad invitan al pueblo a unirse en peregrinación, se acompañan de la imagen de San Andrés (que lleva junto a él banderas de distintos colores), todas las personas que participan llevan en la mano una banderita de papel picado, esto simboliza sus victorias alcanzadas y van cantando el Himno a San Andrés, al final de la procesión van los burros cargados con leña adornados con banderitas coloridas.
UN POCO DE HISTORIA. Antes de la erección de la Parroquia de San Gabriel, en 1814, hubo un hecho lamentable ocurrido en el pueblo gabrielense el 4 de noviembre de 1812, ese día…
“… entró en este pueblo la gavilla del insurgente Gordiano Guzmán, la que robó todos los libros pertenecientes a esta Ayuda de Parroquia y muchísimos pliegos matrimoniales”.
De esto dio aviso al Obispado de Guadalajara, el Dr. don Salvador Apodaca y Loreto, cura de Tuxcacuesco, encargado de San Gabril, pues esta vicaría estaba bajo su jurisdicción en aquellos lejanos días.
En ese año de 1812, la comunidad religiosa de Apango pertenecía a la iglesia de Tapalpa, Jalisco.
Así que para atender de mejor manera las necesidades espirituales de los numerosos feligreses de la región y “… previendo que no serían suficientes los vicarios de Tonaya y San Gabriel”, el Excelentísimo y Reverendísimo señor Obispo de Guadalajara, don Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo, decidió (por petición) elevar a la categoría de Parroquia, la Vicaría de San Gabriel; acontecimiento efectuado el 10 de marzo de 1814, adjudicándole la atención de 4,186 feligreses (1,267 en la cabecera) más otros 500 habitantes del pueblo de Apango.
Fue nombrado el 2 de abril del mismo año, como primer párroco, Fr. Mariano Carlos de Godoy y Carrillo que se hizo cargo de su ministerio hasta el 13 de julio del mismo año; en tanto tomó posesión a su nombre, -mientras llegaba Carlos de Godoy- don Francisco de Barreda, que pasó a Tuxcacuesco.
Sin embargo, y a pesar de haberse pedido por los feligreses, el pueblo Apango no entró en jurisdicción de la parroquia gabrielense.
En 1815, se produjo en la región una peste de viruela, por lo que la población se vio sumamente afectada, a tal grado que los indígenas de Apango, que pertenecían al clero de Tapalpa, -como ya se dijo- se vieron en la necesidad de solicitarle al párroco don Carlos de Godoy que su pueblo se agregara a San Gabriel, para que pudiera confesar a los múltiples enfermos.
Carlos de Godoy, elevó dicha petición al Obispo de Guadalajara; con fecha 4 de abril comunicaba al Obispo Ruiz de Cabañas que…
“… en estas partes ahora es quando entra la peste de viruelas, pero con tal fuerza, que han venido hoy mismo los yndios de Apango a rogarme que les confiese 30 enfermos y, conociendo su necesidad, aunque no son de mi feligresía, no me puedo excusar.
Digo a V. S. Y., esto de Apango… para que, si fuere de su agrado, se agregue ahora sí a San Gabriel…”.
Por su parte el señor Obispo accedió positivamente a la urgentísima petición. En su segundo informe cuatrimestral de 1820 a la Mitra tapatía, el Cura Carlos de Godoy, escribió:
He logrado que hasta el día haya escuela en Apango; la hay muy bien en Jiquilpan, y puede decirse que en cada rancho hay una escuela; aquí, (en San Gabriel), a pesar mío, se desbarató en el último mes de este informe; debo creer que el Ayuntamiento, según el sabio y benéfico nuevo sistema constitucional, la restablecerá con perfección, y positivamente sé que ha consultado a la superioridad sobre los fondos de que se debe echar mano para establecimiento tan importante.
Respecto de la manutención de la iglesia de Apango dejó por escrito lo siguiente:
En Apango solo sé de las tierras que llaman de La Cofradía, que siembran aquellos ciudadanos; los de Jiquilpan tienen unos cuantos animales que también llaman de Cofradía, pero sin institución alguna o formalidad; van siempre a menos y me atreviera a decir que solo componen una ocasión próxima de hurto, por lo que sería muy al caso que Vuestra Excelencia Ilustrísima me diera, como se lo suplico, su superior licencia para venderlo”.
El 3 de noviembre en 1920, se erigió la Vicaría Fija de Apango, durante la administración del señor Cura don Ireneo Monroy Nuño. Su primer Vicario fue el Presbítero don Francisco G. Mendoza.
El 6 de enero de 1921, siendo párroco de San Gabriel don Yreneo Monroy, el Padre Vicario de Apango abrió el libro de bautismos y registró como primer bautizado al niño J. Leocadio Ávalos Nepomuceno, nacido en Apango el 9 de diciembre de 1920, hijo de don Alberto Ávalos y de doña Jovita Nepomuceno.
El 11 de febrero de 1921, nació en Apango de este municipio, Rosario (Chayito) Morales Rodríguez, compositora de la famosa canción “Puerto de ilusión”, dedicada a La Paz, Baja California Sur, misma que popularizara el dueto de “Las Hermanas Huerta”. También escribió un libro de poemas y grabó varios discos. Murió en Guadalajara, Jalisco, en 2016.
Son varios sacerdotes originarios de Apango, quienes han ejercido su ministerio, entre ellos, don José Guadalupe Arias Córdova, don Justo Silva Díaz, don Jesús López Magaña y don José Guadalupe Chávez López, este último ordenado en Estados Unidos en 1958.
Los oriundos de este pueblo aún producen artesanías consistentes en servilletas con motivos florales, tejido de canastos pequeños y canastas pizcadoras, piñatas, bolsas de tejido crochet, muebles rústicos con troncos de árboles, producen manzanillas, duraznos y membrillos.
RELACIÓN de Capellanes o Vicarios que han conducido al pueblo de Apango en su vida espiritual.
- Presbítero don Gumesindo Rico, primer capellán, 1884. Luego pasó a Jiquilpan, Jalisco.
- Padre Andrés Arias. Capellán de Apango, 1906-1908 y de 1909 a 1916. En 1913 fue Cura interino en San Gabriel.
- Padre Ponciano M. Canal. Capellán de Apango, 1912-1913.
- Padre Gerardo Martínez. Capellán de Apango, 1914 a 1917.
- Padre Jesús Luna. Capellán de Apango, 1917-1919.
- Padre Francisco G. Mendoza. Primer Vicario de Apango, 1921-1924.
- Padre Dámaso Quintana. Vicario de Apango, 1924, fue Cura Interino en San Gabriel durante el mismo año.
- Padre Simón Pedro Cobián. 1924-1925. Vicario de Apango.
- Padre Almaquio Rodríguez. 1925. Vicario de Apango.
- Padre José Reyes Portillo. 1925-1926. Vicario de Apango.
- Padre Joaquín Santana García. 1926-1929. Vicario de Apango.
- Padre José Ma. Sahagún. 1930-1933. Vicario de Apango.
- Padre Apolinar Pérez. 1940-1941. Vicario de Apango.
- Padre Reinaldo Flores. 1941-1943. Vicario de Apango.
- Padre Antonio Gala. 1943. De visita en Apango.
- Padre Bartolomé Islas Rodríguez. 1943-1984. Vicario de Apango. Se trata del Vicario que ha durado más tiempo al frente de la feligresía de dicho pueblo. Murió en 1986.
- Padre Rafael de Haro. 1943-1945. Vicario de Apango.
- Padre Pablo Barajas.1945-1949. Vicario de Apango.
- Padre Manuel Díaz. 1949. De visita en Apango.
- Padre J. Guadalupe Cervantes. 1949. De visita en Apango.
- Padre J. Ismael Rosales M. 1982. Vicario de Apango.
- Padre Efrén Oceguera Contreras. 1981-1982. Vicario de Apango.
Debido a la escasez de sacerdotes, en los últimos años, el señor Obispo de la Diócesis de Ciudad Guzmán, ha girado instrucciones para que quien funja como Párroco de la iglesia de Jiquilpan, Jalisco, también atienda a la feligresía de Apango.
Al día de hoy el párroco de Jiquilpan, Presbítero don Juan Manuel Hurtado López, atiende la iglesia de Apango.
REFERENCIAS:
MATÍAS Ávalos, Abraham Alejandro, “Las vísperas de la fiesta en Apango”, No. 3 en periódico “El Páramo”, sección “De Apango para la Región”; San Gabriel, Jalisco, octubre de 2021.
GUZMÁN Mora, José de Jesús, “Como hoy en San Gabriel, Cronología histórica”. Gobierno Municipal de San Gabriel, Jalisco, 2012-2015, primera edición 2013.