Por: Pedro Figueroa Bautista, Víctor Manuel Villalvazo López, Gerardo Cruz Sandoval y Víctor M. Sánchez Bernal.
Casimiro Castillo, Jalisco. 10 de enero de 2023. (Letra Fría) Desde hace dos décadas profesores del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSUR) de la Universidad de Guadalajara, realizan actividades de vinculación en la región occidente de Jalisco en la promoción de la agricultura orgánica con el propósito de ir eliminando la dependencia de insumos externos (pesticidas) e integrando prácticas sostenibles y/o amigables con el medio ambiente con un fuerte componente de organización y empoderamiento de los actores sociales.
Desde hace año y medio (16 meses) académicos de la UdeG han promovido la integración de la “Escuela de Campo para la Producción Sustentable de Caña de Azúcar”, en colaboración y organizados por Horacio Ochoa Ramos, con la Unión local de Productores de Caña de Azúcar, CNC y el Ejido Casimiro Castillo, en Casimiro Castillo, Jalisco.
Las experiencias de estos 16 meses comprueban la factibilidad de poder transitar a procesos productivos mucho más sostenibles y económicos para los productores.
El trabajo desarrollado contempló diversas acciones, entre ellas; talleres de agricultura orgánica, recorridos de campo entre productores locales y giras para conocer nuevas experiencias en la elaboración de insumos o abonos orgánicos, así como los resultados en los cultivos.
A la fecha se han realizado 15 talleres teóricos prácticos sobre agricultura orgánica, ocho en el auditorio de la CNC-de la Unión Nacional de Productores de Caña y siete en las instalaciones del ejido Casimiro Castillo, con una asistencia en promedio de 40 productores por taller, donde se implementaron diversas técnicas en agricultura orgánica, entre ellas: compostas, biofertilizantes, caldos minerales, reproducción de microorganismos, lombricultura, biorepelentes, hidrolatos, fosfitos y aminoácidos.
Estas tecnologías ayudan a los productores a recorrer el camino de lo orgánico.
La propuesta es que los productores se involucren en el desarrollo de técnicas para volver a “saber hacer” y generar diferentes modos de producción que resulten alternos al modelo económico neoliberal industrializado.
Otras de las actividades desarrolladas durante este tiempo fueron, tres recorridos de campo, donde los productores mostraron sus experiencias en el uso de abonos orgánicos en el cultivo de caña de azúcar y dos giras regionales (una para Cuautitlán y otra para el Limón, Jalisco), en ambas se pudo observar el uso de abonos orgánicos y conocer las experiencias desarrolladas por los agricultores visitados.
¿Qué significa lo anterior para los productores que estuvieron asistiendo a estas diversas actividades?
Como bien lo dijo uno de los agricultores, “un reto”, porque hablar de orgánico no sólo requiere dejar de usar fertilizantes y pesticidas, sino también dejar de quemar la caña, pero sobre todo, que los productores sean capaces de enfrentar este nuevo modo de realizar agricultura.
La construcción de la escuela de campo se finca en la posibilidad y el involucramiento de los productores en generar procesos organizativos, los cuales deberán responder a las necesidades locales como bien lo demuestra esta experiencia de Casimiro Castillo.
A la fecha, gracias a la integración de la escuela de campo los productores han sido capaces de adquirir a precios de mayoreo 70 toneladas de leonardita (materia orgánica indispensable para los procesos de transición orgánicos). Lo anterior, nos demuestra que los talleres de agricultura orgánica permiten encontrar soluciones entre los participantes, también los talleres permiten que los participantes se conozcan, se visiten y luego intercambian experiencias reales de campo.
Finalmente, podemos decir que necesitamos una agricultura más humana, más social. Una agricultura de cambio que sea capaz de trabajar desde la autonomía, que provoque un desarrollo local, lo anterior lo iniciamos a partir de los talleres en abonos orgánicos.
Edición: CAC
