El año 1939 fue abundante en homenajes al general autlense Paulino Navarro en diversos lugares del país, especialmente mediante la imposición de su nombre a lugares públicos de todo tipo.
Sabemos que en ese año, en el mes de julio, el Congreso de Jalisco le impuso el apellido de Navarro al municipio de Autlán y que en el mes de diciembre de ese mismo 1939 fue inaugurada la estatua que se erige todavía en la alameda de su municipio natal. Pero fuera del terruño también hubo manifestaciones de este tipo, en obras que se inauguraron en ese tiempo y a las que les fue impuesto su nombre.
Una de estas obras fue el mercado municipal de Ciudad Guzmán, abierto al público en el año 1939, luego de 26 años de iniciada su construcción. Realizada en un estilo art deco, la obra de este mercado sufrió una serie de obstáculos desde el año 1913, quedando a cargo de ella varios comités pro construcción, más o menos a la manera de la carretera Autlán-Purificación. Terminado por fin en 1939, se le bautizó con el nombre de Paulino Navarro, mismo que lleva hasta la fecha.
Paulino Navarro en Atotonilco el Alto
Un poco más lejos de Autlán, pero más cercano a la vocación guerrera del general Paulino, en Atotonilco el Alto fue inaugurado el 5 de mayo de 1939 un campo de maniobras militares, al que se bautizó como Paulino Navarro.
Este campo, que contenía pista de aterrizaje y campo para ejercicios hípicos, fue construido bajo las gestiones del general José García Márquez, comandante militar de los Altos, y a su inauguración acudieron representantes del Presidente de la República, del gobernador del Estado y otros altos funcionarios.
Ese día hubo, desde luego, honores a la Bandera, presentaciones artísticas a cargo de alumnos de educación primaria de Atotonilco y competencias de deportes a caballo: carreras romanas, polo y “caída de la muerte”.
La inmigración
Poco antes, en 1937, en la ciudad de México se vivía un fenómeno de inmigración intensa, que propició una escasez de vivienda. Ante esto, no faltaron las invasiones a terrenos baldíos, donde nacieron nuevas colonias y asentamientos irregulares, algunos de los cuales se irían regularizando con el tiempo.
Uno de estos casos fue el de la colonia Paulino Navarro, integrada por socios de la cooperativa denominada “Colonia General Paulino Navarro, Asociación Civil de Colonos”, que habían sido desalojados de terrenos vecinos a la colonia Tránsito y se habían organizado legalmente para adquirir otro espacio.
Para esto, acudieron al Presidente de la República, general Lázaro Cárdenas, a quien le propusieron bautizar a su sociedad con su nombre, él mismo les habría sugerido usar el de Paulino Navarro, como un homenaje a un general que había dado su vida heroicamente y a quien la historia no había reconocido justamente.
Fue precisamente Lázaro Cárdenas, antiguo compañero de armas de Paulino Navarro, quien impulsó este homenaje al militar autlense.
Cien años después de su muerte, Navarro ya no tiene a un amigo en los altos puestos del gobierno, por lo que toca a los autlenses enterados de su valía recordarlo y evitar que se pierda de la memoria colectiva.
Fuentes: Se inaugura hoy el campo de maniobras en Atotonilco, Jal.. El Informador, viernes 5 de mayo de 1939, páginas 1 y 2; Con gran animación continúan las fiestas en Atotonilco, Jal. El Informador, domingo 7 de mayo de 1939, páginas 1 y 2; González Castolo, Fernando. Mercado Municipal Paulino Navarro, en el sitio web del gobierno de Ciudad Guzmán; y Herrera, María Eugenia. General Paulino Navarro, una colonia del Distrito Federal. En Diacronías, Revista de Divulgación Histórica, año 7, número 13, junio de 2015.