Por: Guillermo Tovar Vázquez, cronista de Autlán | Historias de plaza pública
Autlán de Navarro, Jalisco. 02 de diciembre de 2022. (Letra Fría).- En el ámbito cultural de nuestra región la noticia más importante de finales de noviembre es, sin duda, la de los resultados de la sexta edición de la Bienal de Pintura «José Atanasio Monroy«. El boletín que expidió el Centro Universitario de la Costa Sur para dar a conocer esta noticia ha sido difundido por los medios locales con cierta profusión.
Esta bienal, cuya convocatoria ya es nacional, tuvo su origen en el proceso de descentralización que vivió la Universidad de Guadalajara en la década de 1990 y que propició la creación del Centro Universitario de la Costa Sur en 1994, junto con otros centros regionales que llevarían educación superior a lugares alejados de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Dentro de este proceso, a cada centro se le buscó una vocación cultural, acorde a las circunstancias y a la historia regionales, para cumplir cabalmente con una de las funciones sustantivas de la Universidad, que es la extensión.
Bueno, pues en esta asignación o reconocimiento de vocaciones a Autlán le tocó la de las artes plásticas, gracias a la obra de don Atanasio Monroy, el pintor que llevó los rostros y los colores autlenses por el mundo, y a que el maestro, para entonces, ya vivía en Autlán.
El centro universitario de Lagos de Moreno tendría, según se pensaba en esos años, una vocación hacia la música antigua, el de Zapotlán hacia las letras y el de Puerto Vallarta al cine, mientras que el de Ocotlán se inclinaría hacia la danza.
Estas vocaciones no serían solo una etiqueta, sino que servirían para dirigir los esfuerzos de promoción cultural de cada centro: así nacieron, por ejemplo, el Concurso Nacional de Cuento «Juan José Arreola», en el Centro Universitario del Sur, y el Premio de Pintura «José Atanasio Monroy», en el de la Costa Sur.
El premio Atanasio Monroy nació en 1999 como un premio regional, que convocaba a pintores de los Estados de Jalisco, Nayarit, Colima, Aguascalientes, Guanajuato y Michoacán, en una sola categoría, aunque enfocada en artistas jóvenes.
En la rueda de prensa en que se lanzó la convocatoria, celebrada en agosto de 1999, el coordinador general de Extensión de la UdeG, Roberto Castelán Rueda, explicó que uno de los objetivos del premio, cuyos cuadros ganadores pasarían a formar parte del patrimonio de la Universidad, era que el Centro Universitario de la Costa Sur comenzara a formar su propia pinacoteca, junto con las obras que se le comprarían a don Atanasio Monroy. En esos días ya se pensaba en convertirlo en un premio nacional, aunque antes debería comenzar a consolidarse como regional.
El maestro Jesús Medina era coordinador de Extensión del CUCSur y estuvo presente en esa rueda de prensa. Él habló de don Atanasio y su obra, de su reticencia inicial para permitir que se usara su nombre en el premio y cómo al final lo aceptó. “Se declara en estos momentos aislado del mundo, dice que es enemigo de la publicidad, sin embargo, tiene un gran respeto y un gran amor por los jóvenes”, así describió el maestro Medina a don Atanasio.
Fue muy pronto, el 20 de septiembre de ese año, cuando se dio a conocer el resultado de esa primera convocatoria, cuya fecha límite fue el día 4: el entonces rector del CUCSur, Salvador Acosta Romero, explicó en rueda de prensa que se recibieron 115 obras para el concurso; la mayoría (90) llegaron a Casa Vallarta y el resto al CUCSur, 24 eran de pintores de nuestra región. Fueron seleccionadas 34 obras para ser expuestas en la Casa Universitaria entre el 10 y el 20 de septiembre, fecha ésta última en que el jurado daría a conocer su veredicto.
Los ganadores de ese primer premio fueron Antonio Martínez Guzmán, cuyo cuadro Prehispánicos recuerdos atrapados ganó el primer lugar; Roberto Pulido González obtuvo el segundo con El cielo guarda sus secretos y Víctor Charles, con Viricuta, quedó en tercero. El autlense Pedro Amador Hernández Real obtuvo mención honorífica con Girasoles y Amapolas, lo mismo que Abel Galván con Inmigrante Ilegal. El jurado estuvo conformado por el arquitecto Fabián Medina, el licenciado Gutierre Aceves Piña, quien entonces era director del Instituto Cultural Cabañas, y el diseñador gráfico Rafael Araiza. La ceremonia de premiación tuvo lugar el 25 de septiembre.
El doctor Castelán afirmó en esa rueda de prensa que se esperaba que en un plazo de 3 a 5 años “al mismo tiempo y en todas las regiones se realicen festivales culturales”. En ese sentido, el modesto premio regional se ha convertido en una exitosa bienal a cuya convocatoria acuden artistas de todas las regiones del país y el Centro Universitario de la Costa Sur tiene bien consolidados una Semana Cultural Universitaria y festivales de la Muerte y de Navidad.
Fuente:
- El Informador, 8 de agosto de 1999. Página 6-D.
- El Informador, 29 de agosto de 1999. Página 11-B
- El Informador, 21 de septiembre de 1999. Página 5-D.
