Por: Carmen Aggi Cabrera
Autlán de Navarro, Jalisco. 18 de enero de 2023. (Letra Fría) El cambio climático ya es una realidad y sus efectos también: Las Naciones Unidas estiman que 1.23 millones de personas han muerto y 4 mil 200 millones se han visto afectados por sequías, inundaciones e incendios desde el año 2000.
Este tema preocupa a la iglesia católica en el mundo. El Papa Francisco ha tomado este tema como parte de su agenda prioritaria y ha instado a todas las iglesias en el mundo a actuar, porque el daño que la humanidad está haciendo al planeta ya no se limita al clima, al agua y al suelo, «sino que ahora amenaza la vida misma en la Tierra» y, ante esto, «no basta con repetir declaraciones que nos hacen sentir bien».
Las palabras del Papa Francisco han tenido eco en la Diócesis de Autlán, enclavada en el suroeste de Jalisco. El obispo Rafael Sandoval Sandoval ha replicado, en sus homilías, el mensaje del Papa y ha hablado a la feligresía sobre las afectaciones que traerá consigo en esta zona el cambio de uso de suelo, el abuso en la siembra del agave y la deforestación en la Sierra de Manantlán.
Pero el tema del cambio climático y sus afectaciones a la población, sobre todo, a las más vulnerable, no se quedó sólo en el mensaje, en el discurso, ni en las homilías de los domingos. El obispo Rafael, desde hace meses, ha organizado a los sacerdotes y religiosas de la Diócesis de Autlán, para actuar y hacerle frente al calentamiento global, desde la consciencia.
Así comenzaron los primeros pasos que el viernes 13 de enero dieron vida al primer conversatorio por la casa común, es decir, la Madre Tierra.
En este conversatorio, que se llevó a cabo en el edificio de posgrados del Centro Universitario de la Costa Sur (antigua preparatoria), participaron diversos actores que han dedicado su vida a impulsar la agenda ambiental.
Uno de los participantes en el conversatorio fue el Dr. Salvador García Ruvalcaba, quien durante años ha promovido la educación para el desarrollo sostenible y ha incentivado la producción de alimentos orgánicos en la comunidad universitaria y en toda la región. Durante su intervención habló de la importancia de ser conscientes que los efectos del cambio climático son una realidad y Autlán y la región no está a salvo.
Consideró que para avanzar en la construcción de un mundo mejor, primero cada persona debe ser consciente que cada acto personal como comprar, tiene una repercusión en la Madre Tierra. Por ello habló del consumo responsable, del rescate de los saberes tradicionales y de la importancia de la educación desde la familia.
Para García Ruvalcaba, desde la familia se puede sembrar esa semilla de la consciencia que provoque que los demás actúen y cuiden a la Madre Tierra.
El Dr. Luis Manuel Martínez Rivera es experto en manejo de cuencas y ha impulsado la educación ambiental. Él formó parte del primer conversatorio por la casa común y expuso sus reflexiones sobre las diversas problemáticas ambientales. Enfatizó que las soluciones no vendrán de parte de las autoridades, sino de la sociedad organizada, y para lograrlas, debe darse un cambio de consciencia.
En el conversatorio también participaron activistas, como Pepe Godoy y Evangelina Robles del Colectivo por la Autonomía. Ellos, como luchadores sociales, expusieron que defienden lo que aman «y lo amamos porque lo conocemos».
En ese sentido, ellos propusieron organizarse y escuchar propuestas de todos para saber «cómo hacerle para que los niños y jóvenes amen a la Madre Tierra. Cambiar la relación con nuestro entorno. Volver a tomar esto como una madre que te alimenta y te cobija, que alimenta tu alma con el canto de los pájaros. Es pensar realmente en producir de forma responsable y libre de químicos. Estamos en un momento que es una oportunidad. La naturaleza no es renovable sino un bien común para todos, y que tenemos que amar», reflexionó Evangelina Robles.
La necesidad de escucharse
El obispo de la Diócesis de Autlán, Rafael Sandoval Sandoval estuvo presente durante el primer conversatorio. Durante su participación externó su opinión respecto al cambio climático, hablando de problemas locales que nos afectan a todos.
El obispo dijo sentir dolor, porque no hemos tomado la consciencia de los impactos del cambio climático, ni de las consecuencias que son desastrosas. Habló de la deforestación, de los tráilers que bajan de la sierra cargados con parotas muertas. También habló de la siembra del agave que en los últimos años ha ganado terreno en la zona.
«Dolor por el desinterés que hay porque el hombre parece duro… pero parecemos depredadores. Aparece el hombre en la Tierra y no respetamos a los vivientes, a las plantas, a los animales, a la Madre Tierra que es un seno que se va perforando y no se puede vivir (así). Parece que en 30 años sí así seguimos va a ser muy difícil vivir», reflexionó.
Rafael Sandoval dijo que cuando se entiende mal la palabra de Dios hay consecuencias desastrosas.
«No les dijo dominen la Tierra. (Sino) cuiden la Tierra. Ese es el trabajo del ser humano, cuiden la Tierra… Nuestra oración debería ser levantarnos y decir, gracias por esta vida y por el sol que me das. Gracias señor porque esto pasó de mano en mano. Cuando comemos. No comemos, devoramos».
El obispo dijo que este primer conversatorio tiene como principal objetivo escucharnos, escucharse y sembrar la semilla de la consciencia para unirse, actuar y reducir el impacto ambiental.
«Si no cuidamos la casa común, que es la casa de todos, los efectos que viviremos serán desastrosos»
El Vicario de Pastoral de la Diócesis de Autlán, Rafael Rico Jiménez, considera que la realidad demanda acciones conjuntas. El cambio climático y sus efectos representan un problema de tal magnitud que solos, en lo individual, no puede afrontarse. Debe hacerse en equipo.
«Si no cuidamos la casa común, que es la casa de todos, los efectos que viviremos serán desastrosos. Habrá mucho dolor, mucho sufrimiento, personas que sufren por la escasez de agua, la contaminación, la calidad de vida, enfermedades, es decir, es un ciclo destructivo. La casa se destruye y nos destruimos como sociedad, y nos destruimos como personas. O hacemos algo o llegaremos al punto en donde las consecuencias serán desastrosas«, dijo.
Todo este análisis y reflexión ya lo hizo la Diócesis de Autlán. Ahora, dan un paso importante al unirse, buscar aliados y trabajar por la casa común.
«Hemos tomado la determinación, hemos hecho oración, hemos caído en cuenta que es un llamado que Dios nos está haciendo. Así como debemos estar atentos al sufrimiento de las personas, de los enfermos, de los migrantes, hoy estamos experimentando como la casa común nos está gritando y nos está pidiendo ayuda y por eso la Diócesis, respondiendo a esto, iniciamos con este pequeño círculo que irá extendiéndose hasta llegar a las parroquias de toda la región».
Esta iniciativa permeará en las 52 parroquias que están ubicadas en los 18 municipios del suroeste de Jalisco, también en los 7 decanatos que abarcan diferentes zonas.
«El trabajo es un trabajo de consciencia, un llamamiento de la conciencia y del corazón. Aquí ya se ha señalado el camino, que es la persona, la familia, el barrio, la colonia, la escuela, la parroquia, es ir escalando para que este mensaje llegue al corazón de cada uno y cada uno vea más allá de sus propios intereses y que vea que sus acciones tienen consecuencias. Es un trabajo de conciencia, es un llamamiento a la conciencia porque los efectos nadie se va a escapar. Nadie puede decir, yo tengo el dinero suficiente y voy a poder librarlo, no», dijo el sacerdote en entrevista.
El Vicario de Pastoral enfatizó que «el cambio climático es una realidad y no tiene vuelta para atrás. O hacemos algo ahora o nos lamentaremos de las consecuencias. El mensaje es, estamos a tiempo, hagamos algo. Evalúate a ti mismo», subrayó.
Un conversatorio abierto, libre de intereses políticos
Al primer conversatorio acudieron personas por invitación directa de la Diócesis de Autlán. No fue abierta al público, pero esto no significa que así permanecerá.
El Vicario de Pastoral dijo que este primer ejercicio se hizo de esta forma porque consideran importante, primero, conocerse, organizarse y fortalecerse, para después, invitar a más personas que se sumen.
«No podemos quedarnos reducidos a un grupo. Por eso no puede ser cerrado, ni será cerrado, pero hemos iniciado nosotros porque debemos ser coherentes, no podemos pedirle a la sociedad, a otros actores sociales, algo que nosotros no estamos haciendo. Por eso esta primera etapa de conversatorios nos está convocando a nosotros como iglesia para decir, hay que ser coherentes con lo que estamos diciendo. Necesitamos primero trabajar nosotros, para poder convocar a más actores para que nos sumemos», dijo Rafael Rico Jiménez a pregunta expresa de la reportera.
El sacerdote dejó claro que este espacio es abierto y libre de intereses políticos. El objetivo es generar consciencia en la gente, para proteger y cuidar la casa común.
«Nosotros no buscamos protagonismo, ni liderar, lo que queremos es sumarnos al trabajo de muchos, porque hay muchos, colectivos, agrupaciones, asociaciones que están trabajando y nosotros lo único que queremos es sumarnos«, dijo.
El próximo conversatorio se llevará a cabo el 10 de febrero, aún no han definido el horario ni la sede.
En este primer conversatorio participaron ciudadanos, activistas, religiosas, laicos comprometidos, sacerdotes. Del Centro universitario de la Costa Sur participaron el Coordinador del Centro Regional de Especialización en Educación para el Desarrollo sostenible del Occidente de Jalisco del CUCSUR, Dr. Salvador García Ruvalcaba; el Dr. Luis Manuel Martínez Rivera del Departamento de Ecología y Recursos Naturales (DERN), así como académicos del Departamento de Ciencias de la Salud y Ecología Humana y del Departamento de Producción Agrícola.
¿Qué dice el Papa Francisco sobre el cuidado de la Casa Común?
El 24 de mayo de 2015 el Papa Francisco publicó la carta encíclica Laudato si‘ (Alabado seas, mi Señor), el nuevo texto guía de su pontificado, en el que propuso un modelo de ecología integral.
De acuerdo con el sitio web Carta de la Tierra «la Encíclica resalta la ética del cuidado que es central en la Carta de la Tierra, y se enfoca en algunos temas importantes enmarcados en la Carta como el principio de la responsabilidad universal, la interdependencia, el bien común, y la justicia económica y social».
Para que la conozcas, aquí puedes consultarla en este PDF.
Edición: MV
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