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El origen de la “faustina” de San Gabriel, Jalisco | Desde El Llano rulfiano

José de Jesús Guzmán Mora, cronista de San Gabriel, Jalisco, en su Columna Desde el Llano rulfiano, escribe acercade los orígenes de la “faustina“, una bebida típica de su pueblo de origen, creada en 1962, por don Fausto de la Torre Larios.

(Foto: Sección Amarilla)

Por José de Jesús Guzmán Mora, Cronista de San Gabriel, Jalisco.

Autlán de Navarro, Jalisco, 22 de mayo de 2022,(Letra Fría). El origen de la “faustina”. Según el Lic. J. Ventura Mendoza Vázquez, “… en este lugar se puede disfrutar de una bebida típica que poco a poco ha recorrido la región y el Estado; y que ya es conocida  en el extranjero. Me refiero a la tradicional y sabrosa “faustina” que aunque tiene nombre de mujer, no hace alusión a ella, pero si se le parece en lo dulce, en su color, en su sabor, en su textura; no en lo frío, pero sí provoca que te inspires y que aflore el sentimiento para cantar, para componer versos, para escribir, para soñar y para algunos, hasta les da por llorar. Te proporciona valor para hacer muchas cosas que en otro momento no se te ocurrirían, si no es porque te tomes unas dos que tres faustinas”. 

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Entrevisté en 2012 a diferentes personajes sobre el origen de la “faustina”, como el señor Manuel Rodríguez Blas y la señora María de la Luz Larios Robles, que tan amablemente han ilustrado en el tema, señalando que la creación de esta bebida popular y refrescante se remonta al año de 1962. 

Ambos me refieren que era una calurosa tarde de mayo de 1962, cuando un grupo de bohemios  -gabrielenses casi todos- se reunían continuamente en la casa y huerta de doña María de Jesús “Chuy” Robles Fuentes, quien tenía una pequeña tienda justamente en la esquina de las Calles Matamoros y Mariano Morett, en el barrio de La Quinta, en San Gabriel, Jalisco.  

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La casa de doña “Chuy” Robles era muy amplia, ya que contaba con una enorme huerta, tenía tres albercas que se llenaban con agua de una zanja que pasaba por en medio, agua que provenía desde la hacienda de “La Sauceda”, de allí se tomaba para diferentes usos,  asegura la señora Luz Larios.

En esa fresca huerta había una gran variedad de árboles frutales tales como mangos, cafetos, mandarinos, naranjos, limoneros, granados, arrayanes, guayabos, limas y sin faltar los ciruelos de los que pendían redondas, maduras y rojas frutas, esperando para deleite de los amigos que allí se encontraban.

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La sombra de aquellos vetustos árboles de oloroso mango servían de cobijo a esos entrañables amigos quienes se daban puntual cita para paladear un rico vino mezcal elaborado por don Antonio Castañeda Galindo. Esas reuniones se daban  después de laborar cada quien en sus diferentes actividades, especialmente los lunes.

Por su parte Manuel Rodríguez Blas, uno de los miembros de aquel grupo de amigos señala que “(…)  esas reuniones de los lunes, que después las hacíamos en la Casa de la Música, eran más que nada para convivir. La costumbre era tomar una copa de vino puro, la medida era conocida por “una media” y se la bajaba uno con un refresco, que por lo regular era un Seven Up”. 

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Se contaba entre el grupo el señor Juan Fausto de la Torre Larios, que en ese tiempo era Presidente Municipal de San Gabriel, allí estaban también Leoncio Estrada Sánchez, que atendía el oficio de sastre; Tiburcio Benavides  Rodríguez “El rábano”, Homobono “Mogo” Reyes Rodríguez, Alfonso Quintero Rodríguez “El caballo”,  Fausto Rodríguez Aguilar, Pedro Peralta Sánchez, Gaspar Castañeda Martínez, Virginio Villalvazo Blas, Virginio Ramírez Palacios, Bernardino Velasco Ortega,  J. Jesús Gómez Torres, los hermanos Ramón, Manuel, Pedro y Luis Rodríguez Blas, Austreberto Estrada Michel, “El temblor” que en aquel tiempo era un muchacho, y algunos otros personajes. 

Se reunían a degustar de su bebida y a platicar alegremente; pero el “trago” solo no caía muy bien, le faltaba algo, por lo que empezaron a preparar el famoso “bote” platillo típico gabrielense que les servía para comer.  

Mendoza Vázquez, se asegura que “… ese día de referencia, al estar debajo de la sombra de un gran árbol de mango, de pronto don Fausto de la Torre, sin decir nada, se levantó de su silla y se dirigió hacia la huerta; en ese tiempo la casa llegaba de esquina a esquina hasta donde hoy se encuentra (en 2013) la Oficina del Ministerio Público.

Don Fausto comenzó a cortar ciruelas, naranjas y limones y así llegó con sus frutos en la mano nuevamente hasta la mesa, tomó su vaso que ya estaba vacío y le puso un “caballito” de mezcal del que fabricaba don Toño Castañeda, lentamente exprimió tres rojas ciruelas depositando su jugo con todo y huesito y la roja cáscara, extrajo el jugo de una naranja, de un medio limón y añadió unos granitos de sal; ante el asombro de sus amigos y una vez terminado con este ritual como si fuera un alquimista de la antigüedad, le sirvió refresco Seven Up y Pepsi- Cola, de los cuales era distribuidor.

Culminó su obra con un buen pedazo de hielo, surgiendo así una deliciosa bebida refrescante, y al mismo tiempo, el inicio de una tradición gabrielense, levantó su vaso con extrema ceremonia y lo bebió saboreando cada uno de los ingredientes, moviendo la cabeza afirmativamente, aprobando su reciente creación, mientras sus amigos lo miraban atónitos sin poder dar crédito a la fórmula ya expuesta. 

De inmediato se dieron a la tarea de preparar cada quien su bebida, siguiendo el procedimiento ya visto y aprendido y con toda prestancia se tuvieron que traer más refrescos, mezcal, hielo, naranjas, limones y por supuesto cortar más ciruelas para probar este descubrimiento”. 

Una vez preparada la deliciosa bebida vieron que su obra estaba prácticamente realizada, y considerándola como su mejor obra de arte, levantaron su vaso para decir… ¡salud! El siguiente momento se convirtió en mágico, fue como si todos se hubieran puesto de acuerdo con anterioridad, y al unísono y de pie dijeron: 

¡Salud, por don Fausto de la Torre, 

quien inventó esta bebida, 

y que de hoy en adelante 

se llamará… ¡faustina! 

A partir de ese día se ha venido acostumbrando la “faustina” como una bebida refrescante, eminentemente popular, típica del pueblo de San Gabriel, que debe ser consumida con medida y no abusar de los excesos; es frecuente degustarla en alegres fiestas, en cumpleaños, aniversarios, bodas, primeras comuniones, bautizos, reuniones familiares y hasta en recibimientos ya que mucha gente acostumbra conservar la ciruela congelada por lo que durante todo el año se preparan las famosas y deliciosas “faustinas”.

Cabe aclarar que dicha bebida se debe preparar preferentemente con ciruela roja de temporada que abunda por esta región. También se puede disfrutar como agua fresca para las personas que no toman licor. 

Uno de los típicos personajes de San Gabriel que más dio a conocer la “faustina”, ya servida en copas anchas, durante mucho tiempo fue el corpulento, bonachón y simpático Carlos Villalvazo Yáñez, “Carlucho” quien tenía en su bar “El Toril”, situado en la Calle del Santuario, un gran letrero que decía: ¡Faustina, mi amor!

La “faustina” es Patrimonio Cultural. La auténtica “faustina” es originaria de San Gabriel, Jalisco, y desde el 19 de mayo de 2013 con motivo del XVI Festival Cultural San Gabriel, en homenaje a Juan Rulfo, en el que se llevó a cabo el “Primer Festival de la Faustina” se le ha declarado “Patrimonio del Municipio de San Gabriel” colocándose y develándose una placa metálica en la casa marcada con el número 15 del Portal Guerrero, finca que fue de don Fausto de la Torre. Estuvieron presentes autoridades municipales y los numerosos familiares directos de don Fausto de la Torre.

Placa conmemorativa del Primer Festival de la Faustina,San Gabriel, Jalisco, 19 de mayo de 2013.

Así es que, amable lector, si viene a San Gabriel y no conoce el templo del Señor de la Misericordia de Amula, el Puente Montenegro, si no subes al Cerrito de la Cruz,no toma “faustinas”, entonces “no conoce totalmente San Gabriel”. En la actualidad los familiares directos de don Fausto le siguen dando proyección a esta bebida popular, típica de San Gabriel.  

Apenas el pasado 15 de mayo del presente año, se realizó con gran éxito el 8° Festival de la “faustina”, organizado por la familia De la Torre y las Autoridades Municipales; festival que en 2020 y 2021 no se llevó a cabo con motivo de la contigencia sanitaria. 

Casi a la par, y desde 2015, se ha organizado un concurso de la mejor “faustina”, que el 21 de mayo de 2022 tuvo su edición número siete. Dicho certamen es organizado por el Equipo de Fútbol “San Gabriel”. 

Ambos eventos tienen lugaar en la explanada de la “Plaza Juan Rulfo”.

Registro y nominación de la “faustina”. La  “faustina” ha recibido el título de Registro de Marca número 759905 como marca Nominativa Clase 32 aplicable al rubro de “Preparaciones para hacer bebidas” ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) desde el 21 de agosto de 2002, bajo el expediente número 558023. Los efectos de este registro tienen una duración de diez años, contados a partir de la fecha de su presentación que fue el 25 de julio de 2002, y que es renovable de acuerdo a las disposiciones legales aplicables. 

En la actualidad la “faustina” todavía goza de vigencia en su nombre, componentes e ingredientes, ya que el mismo Instituto ha renovado el registro con número 217609/2012 y su nominación desde el 25 de julio de 2012, de conformidad con los artículos 95°, 130°, 133° y 134° de la Ley de la Propiedad Industrial.

Ambas solicitudes y registro fueron gestionados ante la Dirección Divisional de Marcas, ante el IMPI, por Juan Fausto de la Torre Ceballos, el mayor de los hijos de la familia de la Torre Ceballos.

Ingredientes. (Porción para una persona).  Seis cubos de hielo, un poco de sal, medio limón, una naranja, cinco ciruelas criollas, un “caballito” de vino mezcal blanco, Seven Up, y Pepsi-Cola.

Preparación. En una copa ancha, se colocan los seis cubos de hielo, enseguida se añade el “vino mezcal” blanco que se produce en la región, se le agrega el jugo de medio limón, un poco de sal, se le añade el jugo de una naranja; se exprimen las ciruelas procurando que se incorporen el jugo así como la cáscara y el huesito que se depositan con los demás ingredientes. Enseguida se le pone el Seven Up y para darle color se le añade un poco de Pepsi-Cola, finalmente se agitan con una cucharita todos los componentes para mezclarlos apropiadamente, si lo desea puede tomar la “faustina” con un popote y listo… ¡salud! 

El creador de la “faustina”. Don Juan Fausto de la Torre Larios, nació en San Gabriel, Jalisco, el 26 de Junio de 1920, fue hijo de don  Juan C. de la Torre Curiel y de doña Francisca Larios Quintero. Tuvo como hermanas a Natalia Bertha y Alicia.

Realizó sus estudios primarios en San Gabriel. Cursó la carrera de Contador Privado en el Instituto “Luis Silva” de Guadalajara, capital del Estado. A raíz de que el joven Fausto sufriera una grave enfermedad durante su vida estudiantil en Guadalajara, su madre doña Francisca Larios, le pidió a la Virgen de Guadalupe que le sanara; una vez que el joven recobró totalmente la salud, en señal de acción de gracias, doña Francisca mandó colocar, el 12 de abril de 1948, la ermita de “la Virgencita” de Guadalupe que se localiza a pocos kilómetros de la carretera San Gabriel-Sayula.

Don Fausto contrajo matrimonio el 5 de mayo de 1956, con la señorita Angelina Ceballos de la Mora, originaria de Pihuamo, procreando cinco hijos: Juan Fausto, Angelina, Juan Carlos, Juan Manuel y Dora María. 

Su actividad principal fue la de comerciante, siendo distribuidor de la cerveza Carta Blanca, de la Pepsi-Cola, del 7up, de los deliciosos Jarritos desde el 17 de diciembre del año de 1958, ya que en esa fecha se convierte en concesionario exclusivo de los productos ya mencionados que producía la Compañía “Embotelladora de Occidente” S. A. establecida en la capital del Estado. 

Los refrescos que costaban solo $ 0.45 centavos eran distribuidos en San Gabriel, Jiquilpan, Apango, El Pelillo, El Veladero y Totolimispa. Al principio, el reparto de los refrescos se hacía en una carreta, pues no tenía vehículo de motor.  

Fue propietario de “Casa Fausto” en donde tenía a la venta artículos electrodomésticos, tales como refrigeradores, estufas, cilindros de gas, también ofrecía a sus clientes relojes, telas,  etc.

Se desempeñó en esta ciudad como encargado de la Oficina de Estadística e Inspección Agrícola y Ganadera, fue Presidente del Club de Leones, practicó exitosamente la agricultura y la porcicultura y se desempeñó, a sus veintitrés años de edad, como Regidor del Ayuntamiento en los años de 1943, luego en 1947 y en 1953. Tenía una pequeña fábrica de paletas de diversos sabores en un local anexo a su casa habitación. 

Fue Presidente Municipal del 31 de diciembre de 1961 al 31 de diciembre de 1963. 

Corría diciembre de 1970, cuando don Fausto, propuso a un grupo de amigos y a los miembros de la Banda de Música “Ireneo Monroy”, la idea de traer como invitado para predicar en las fiestas patronales de enero de 1971 a fray José Francisco de Guadalupe Mojica.

La idea fue aceptada por todos y se le propuso lo anterior al señor Cura Luis Javier Santana Lepe, el cual estuvo de acuerdo. El mismo señor de la Torre fue el encargado para comunicarse con fray José Mojica hasta Lima, Perú, lugar donde radicaba.

El Padre Mojica llegó a San Gabriel acompañado de su medio hermano Fortunato Chávez, quien lo trajo en su coche; el señor de la Torre, junto con  Luis y Manuel Rodríguez Blas fueron los encargados de recibirlo; el Padre Mojica llegó un día antes de que empezara el novenario de aquellas inolvidables fiestas religiosas  de enero de 1971 y se hospedó en la casa de don Fausto. Todos los días ofició misa y predicó en el horario de las 7:30 de la noche durante la fiesta religiosa.

Durante su estancia, el Padre Mojica empleaba sus ratos libres en visitar las escuelas y caminar por las calles que en otros tiempos lo vieron correr en sus años de infancia, también visitaba el Santuario de la Virgen de Guadalupe, que tantos recuerdos traía a su memoria.

Al otro día de la función, 18 de enero, convivió el Padre Mojica en la Casa de Música con los integrantes de la Banda “Ireneo Monroy” y muchos amigos más. Se notaba que era feliz  entre su gente, con su pueblo.

Por la noche, fue objeto de un gran homenaje, junto con los hijos ausentes, en el Teatro de la Casa de la Juventud, con la participación de números artísticos preparados por los Maestros y alumnos de las diferentes escuelas y el Colegio “Independencia”; hubo bailables, declamaciones, canciones, y la actuación del Quinteto Romántico San Gabriel. Un día después del homenaje se despidió de todos, pues tenía que regresar al Perú, a continuar su peregrinar.

Don Fausto falleció en el Hospital México-Americano de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, el 16 de Noviembre de 1976, víctima de un derrame cerebral. 

Su esposa y sus hijos se hicieron cargo del negocio heredado por don Fausto desde 1977; doña Angelina Ceballos falleció el 10 de mayo de 1988.

Actualmente sus hijos Juan Fausto, Juan Carlos y Juan Manuel, junto con sus esposas, hijos e hijas, son los responsables de la distribución y comercialización de los productos embotellados ya citados, bajo la denominación GRUPO DE LA TORRE CEBALLOS, S. A. de C. V. desde el año de 1996.

REFERENCIAS

GUZMÁN Mora José de Jesús, “El verdadero origen de la faustina”,  mayo de 2014. 

Talleres gráficos de Vázquez & Murguía editores, Guadalajara, Jalisco.

MA/MA

Profesor, músico y cronista municipal, originario de San Gabriel, Jalisco.

El 1° de septiembre de 1994, recibió el nombramiento de “Cronista de la ciudad”, de manos de la autoridad municipal.

Es miembro Cofundador de la Asociación de Cronistas Municipales del Estado de Jalisco, A. C., desde el 19 de octubre de 1996.

Primer cronista vitalicio de San Gabriel, desde el 28 de julio de 2010.

En noviembre de 2011 se integró a la Asociación de Cronistas Municipales del Occidente de México, formada por Jalisco, Colima, Michoacán y Nayarit.

Con treinta y cinco años de servicio en el magisterio estatal en primaria y secundaria, es maestro jubilado desde el 1° de junio de 2011.

Ingresó como consocio a la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco, Capítulo Sur, el 15 de octubre de 2016 con el tema: “La hacienda de Nuestra Señora de Guadalupe del Salto del Agua”.

De 2009 a 2021 fue el responsable del Archivo Histórico Municipal de San Gabriel, Jalisco.

Ha publicado una treintena de libros con temas históricos, genealógicos y monográficos. Ha participado en la prensa jalisciense, en revistas locales y en programas de radio y televisión estatal, nacional y del extranjero.

Correo: cronistademipueblo1994@hotmail.com

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