“La dignidad humana de las mujeres no será silenciada por la decisión del gobierno que ha decidido prohibir el sonido de su voz”.
Por: Martha Verónica Guerrero Aranda
El grupo fundamentalista talibán tomó por la fuerza el poder en el mes de agosto del 2021, desde ese día hasta la fecha han entrado en vigor una serie de restricciones para la población afgana, siendo más severas con las mujeres, a quienes se les impusieron normas que incluyen algunas de las siguientes medidas:
- Esta vetada la educación para las niñas y mujeres.
- Les está prohibido trabajar fuera del hogar.
- Deben ocultar sus rostros en la calle para ello tendrán que cubrirlos con el velo islámico integral que es de uso obligatorio.
- No deben de llevar ropa ajustada o atractiva con el propósito de impedir que se revele la forma del cuerpo y evitar que “causen tentación”.
- Se les ha prohibido usar cosméticos o perfumes para que no imiten la manera de ser y de vestir de mujeres no musulmanas.
- Las mujeres no pueden viajar sin la compañía de un mahram (un pariente varón que puede ser el padre, esposo o hermano).
- Tienen prohibido practicar deporte.
Ahora entra en vigor una nueva norma que endurece aun más las medidas contra las mujeres y niñas, sometiéndolas a una represión mucho mayor.
Se trata de la primera declaración formal de leyes “sobre el vicio y la virtud”. El documento, que consta de más de 100 páginas con 35 artículos, fue promulgado y publicado oficialmente el 23 de agosto de este año.
Esta norma integra medidas como la prohibición de que se escuchen sus voces en espacios públicos incluye hablar, cantar, leer, recitar o hablar frente un micrófono. Consideran que la voz de las mujeres es una falta de modestia, es decir su voz en público se considera una grave falta a la moral.
El pasado jueves 29 de agosto, algunas mujeres afganas iniciaron una protesta en la que hacen un llamado para que nos solidaricemos con la situación que están atravesando; bajo las siguientes consignas: «Los talibanes han impedido mi voz, mi rostro, mi mirada y mi presencia. Ven y sé mi voz por última vez y di: Mujeres, vida y libertad»,
No habrá silencio. «Nuestra voz no es Aurat (privada) y tentadora, tus ojos fabrican tentaciones» y «mi rostro no es tentación, tus ojos fabrican tentaciones».
«Me has encarcelado en casa por el crimen de ser mujer» «Pusiste el sello del silencio en mi boca hasta nuevo aviso».
«Si nos mantenemos juntas, el derrocamiento del talibán y nuestro éxito están asegurados. Crees que mi voz es desnuda, pero cantaré el himno de la libertad»
Estas son algunas de las frases de las canciones que decenas de mujeres afganas han entonado en las redes sociales. Con la intención de que a nivel internacional nos demos cuenta de su situación que las mantiene limitadas al espacio privado; no solo se trata de una violación a los derechos humanos; es la manera más cruel de limitar la vida de un ser humano.
Bajo la concepción de que las voces y cuerpos de las mujeres son un pecado, se esconde un acto terrible del ejercicio del poder, cosificación y sexualización de las mujeres, no solo se ataca su autonomía y personalidad, lo que subyace es la idea de borrarlas de la sociedad y limitarlas cada vez a espacios más reducidos.
Ojalá que la intervención de organismos internacionales, puedan dar mayor protección a las mujeres afganas, que su voz pueda retumbar en todo el mundo.
Desde aquí mi aportación y solidaridad. Por último, como siempre agradezco el favor de su lectura, los invito a enviar o dejar su comentario; espero nos encontremos en la próxima emisión.
