Por: Martha Verónica Guerrero Aranda
Autlán de Navarro, Jalisco. 05 de abril de 2022. (Letra Fría) Históricamente parece que las mujeres llegamos tarde a todo, a la educación, a la política, a la generación del conocimiento, a la producción de tecnología y a todos los ámbitos públicos en los que pensemos; pero esta tardanza no tiene nada que ver con nosotras y mucho menos, con nuestra capacidad o interés; se la debemos a un sistema que por muchos años nos ha impuesto una especie de camisa de fuerza.
Aún en pleno siglo XXI hay espacios en los que no hay ni una sola mujer que pueda ser mencionada o sirva de referencia porque simplemente no ha sido posible para ninguna estar ahí, incluso existen países en los que la educación sigue siendo restringida para ellas, son casadas en matrimonios arreglados y a una edad muy temprana, o se ven sometidas a prácticas inhumanas como es el caso de la mutilación genital femenina que se realiza en algunas regiones de África y en algunos países de Oriente Medio y Asia.
Sin embargo, para nuestra fortuna, en diversas etapas de la historia han vivido mujeres que lograron transgredir lo normalmente establecido para ellas, haciendo aportaciones valiosas para sus épocas en aspectos científicos, artísticos, políticos, intelectuales y muchos mas; lamentablemente para muchas de ellas eso les significo la muerte.
Una de estas mujeres fue Hipatia de Alejandría quien nació a mediados del siglo IV, fue una destacada filósofa, matemática, astrónoma y maestra. Se le considera pionera en la historia de las mujeres dedicadas a la ciencia y de las primeras mujeres matemáticas. Ella vivió en una metrópoli mediterránea en la que convergían distintas creencias, una época difícil porque el cristianismo buscaba imponer su hegemonía.
Algunos historiadores consideran que la muerte violenta de Hipatia en manos de una turba enfurecida de cristianos, fue resultado de su negativa para convertirse en cristiana, y porque sus enseñanzas eran consideradas contrarias a los intereses políticos de quienes ostentaban el poder ademas de la gran influencia intelectual que tenía entre sus discípulos y la cercanía con uno de ellos, Orestes, prefecto de Egipto quien representaba el poder imperial cuando ella fue violentamente asesinada, por lo que con su muerte buscaban debilitarlo. Aunque él era cristiano defendía la convivencia pacífica entre las diferentes culturas y religiones.
Quise darle el nombre de Hipatia a este espacio de colaboración porque considero extraordinario su trabajo científico a pesar del contexto adverso en el que vivió por ser mujer; la @22 representa el crecimiento exponencial que la ciencia y la tecnología han alcanzado hasta nuestros días; sin embargo, a pesar de que han transcurrido un poco mas de 1,500 años de la muerte de Hipatia, las mujeres aun nos encontramos en la construcción de un mundo socialmente mas igualitario y seguimos en píe de lucha en la defensa de nuestros derechos.
Que la fuerza, tenacidad, inteligencia, perseverancia, amor por la ciencia y la sabiduría de Hipatia y otras grandes mujeres nos sigan inspirando; y que para las mujeres sea una realidad estar siempre a tiempo en la construcción de un mejor mundo. Que sirvan de inspiración sobre todo a las niñas, niños y adolescentes con el deseo de que aprendan a valorar todo lo femenino de la humanidad.
Agradezco a Carmen Aggi la invitación y confianza depositada en mí para colaborar en este espacio, de antemano, gracias. También a quienes amablemente me han leído hasta aquí; los invito para que nos sigamos encontrando a través de este medio cada martes primero del mes. Ojalá también me dejen sus comentarios.
Por último, quiero extender mi felicitación a todo el equipo de Letra Fria por sostener durante diez años este importante proyecto de comunicación, que vengan muchos muchos y mejores años más.
MA/MA
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