Por: Carmen Aggi Cabrera
Atengo, Jalisco. 02 de noviembre de 2022. (Letra Fría) El pueblo de Huaxtla está a 4.4 kilómetros de Soyatlán del Oro, la localidad más poblada de Atengo y famosa por sus quesos y panelas. Ahí viven una veintena de personas que hasta hace una semana, no contaban con el servicio de agua en su comunidad.
En Huaxtla hay dos pozos que fueron perforados hace más de veinte años, entre el 2000 y 2002, recuerdan pobladores. Con uno -racionando el agua- lograron satisfacer las necesidades básicas durante varios años, pero este pozo se secó hace poco más de dos años tras una sequía y no volvió a dar agua.
Ante esta situación los pobladores pidieron el apoyo al gobierno municipal 2018-2021 y éste les envió una pipa cada tercer día. Los habitantes se cooperaban para pagar los 1,500 pesos que costaba cada pipa que recorría más de 7 kilómetros desde Atengo hasta Huaxtla. Así lo hicieron hasta octubre del año pasado.
Cuando entró la actual administración municipal, en octubre de 2022, los pobladores hablaron con la nueva alcaldesa, Teresa Valle, y le expusieron la problemática, también le solicitaron que mantuviera el envío de pipas, una cada tercer día por un costo de 1,500 pesos cada una.
La alcaldesa Tere Valle dijo en entrevista a Letra Fría que tras esta primera reunión con los habitantes de Huaxtla, acudió a las oficinas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) del Gobierno del Estado para gestionar una pipa en donación o comodato, para seguir llevando agua a Soyatlán y a Huaxtla y eliminar el cobro que se le hacía a los habitantes.
Logró una pipa en comodato.
«Desde el primer día de mi administración estuve gestionando esta obra y ahora ya pudimos resolverlo, a mi me da gusto que la comunidad se una y que juntos jalemos la carreta y le demos, hasta solucionar la problemática como pasó en Huaxtla, que lo logramos, tenían más de dos años sin agua y ahora ya tienen agua, ya no vamos a mandar las pipas y nosotros no cobramos ni una pipa»
Teresa Valle, alcaldesa de Atengo
Tenían pozo pero no podían sacar agua
El envío de pipas fue una acción inmediata, pero no resolvía el problema de fondo.
Cuando los pobladores hablaron con la alcaldesa, Tere Valle, le dijeron que había otro pozo y no estaba seco, tenía agua, pero el problema era que no podían sacarle agua por la falta de un sistema de bombeo.
En mayo de este año un equipo de técnicos y especialistas en perforación de pozos profundos, acudieron a Huaxtla e hicieron un diagnóstico. Concluyeron que el pozo tiene un aforo de 1 litro de agua por segundo, cantidad suficiente para dotar de agua a las veinte personas que habitan en la comunidad.
Este estudio del aforo costó 62 mil 060 pesos. Una mitad lo puso la comunidad y la otra mitad, el Ayuntamiento de Atengo con recursos propios.
Una vez que confirmaron con expertos que para hacer funcionar este pozo era necesario un motor sumergible marca Altamira modelo MSX6 253460, inició el proceso de compra y fue instalado a 198 metros de profundidad, junto con una bomba.
El costo total de la obra fue de 165 mil 712.16 pesos. La bomba tuvo un costo total de 96 mil 252.16 pesos y el servicio de aforo 62 mil 060 pesos. La instalación costó 5 mil pesos y los materiales (un PTR y una manguera) tuvieron una inversión de 2 mil 400 pesos, dando un total de 7 mil 400 pesos, informó la Dirección de Agua Potable.
Resolver esta problemática no significó una inversión millonaria, sin embargo, para un municipio como Atengo, cuyos ingresos estimados para el ejercicio fiscal 2022 ascienden a la cantidad de 43 millones 796 mil 899.65 pesos y su presupuesto para Agua Potable es de 829 mil 167.70 pesos, esta inversión representó el 19.98 por ciento del presupuesto anual.
«Estas obras aunque parezca poquito, pero es a medida de las posibilidades el Ayuntamiento. Con esto ya le resolvimos un problema a Huaxtla y la gente ya tiene agua. Es muy satisfactorio ver que la comunidad progrese», dijo la alcaldesa.
Adiós a las pipas
Desde la semana pasada las pipas dejaron de entrar a la comunidad de Huaxtla.
Durante más de dos años los pobladores acaparaban en tambos, pilas y cubetas, la mayor cantidad de agua posible y esperaban cada tercer día las pipas para rellenar sus recipientes.
El martes de la semana pasada el gobierno local echó a andar el sistema de bombeo, reguló el aforo y la gente vio brotar el agua del pozo.
«La gente está muy agradecida. Ellos pusieron la mitad del gasto para la bomba y yo puse la otra mitad para la bomba, lo equipamos y lo demás, para meter la manguera, corrió por cuenta del Ayuntamiento», explicó la funcionaria.
Aunque el derecho al agua no significa que todos deban tener acceso a agua y servicios de saneamiento dentro del hogar, sí presupone que estos servicios se encuentren en las cercanías o a una distancia razonable de la vivienda.
Según la OMS, para tener un acceso básico a 20 litros de agua por día la fuente debe estar a no más de 1.000 m del hogar y el tiempo necesario para ir a buscar agua no debe exceder de 30 minutos.
Con la activación del sistema de bombeo de este pozo, las personas que habitan en Huaxtla, tienen acceso básico al agua, esto fue reconocido como un derecho humano por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 28 de julio de 2010.
«Ya llegamos a Huaxtla, ya hemos obras en Atengo, hemos hecho varias obras en Soyaltán, vamos a comenzar una obra en La Yerbabuena y después en Tacota, también llegamos a Cofradía de Lepe. Para el próximo año ya le toca a Macuchi, al Trigo, a San Pedro, Cofradía de Pimienta y aunque sean comunidades pequeñas, vamos a llegar. No hemos parado en gestionar y gestionar, para lograr que Atengo salga del pozo en donde estaba aterrado», subrayó la alcaldesa.