Por: Davidnia García
Autlán de Navarro, Jalisco. 14 de julio de 2022. (Letra Fría) Existen muchos mitos acerca de la alimentación que debe recibir un bebé, que si le debemos dar probaditas, que los tecitos son buenos para los cólicos, que la leche materna no es suficiente y no les llena, entre muchos otros.
Pero efectivamente, la leche materna es el mejor alimento que le puedes brindar a tu bebé ya que está compuesta por los nutrientes precisos que necesita.
Tal vez no lo sabías, pero a lo largo de la lactancia, la leche cambia su composición de acuerdo al desarrollo del niño, por ejemplo, durante los primeros días de vida de tu bebé puedes darte cuenta que, la leche tiene una composición amarillenta que la conocemos como calostro, esta “primera leche” tiene altos niveles de anticuerpos que protegen a los bebés de enfermedades.
Estos anticuerpos son lo que las madres adquieren a lo largo de su vida, y se los transfieren a sus hijos a través de la leche materna, por lo que tendrán mejores defensas para las enfermedades que se presentan a lo largo de su vida.
Algunas madres, pueden llegar a preocuparse, considerando que la cantidad de leche que producen los primeros días es poca, y que puede no satisfacer el hambre de su bebé.
Ahora bien, la cantidad de leche que necesita un recién nacido, es poca, alrededor de 15-20 ml por toma (lo equivalente a una cucharada sopera), se estima que los recién nacidos comen cada 2 a 3 horas, por lo que la leche que necesitan, es la suficiente que produce la madre. Con el paso de los días y meses, esta cantidad aumentará, dependiendo de lo que el bebé necesite, y la producción de leche de la madre podrá ir aumentando de igual forma.
Además, la composición de la leche cambia si nuestro bebé se enferma, ya que hay un sistema de retroalimentación entre madre y bebé que le indica al cuerpo de la madre que su leche necesitará una cantidad de nutrientes específicos para poder ayudar a combatir enfermedades del bebé.
La leche materna como único alimento, es recomendable hasta los 6 meses de edad, esto quiere decir, que no es necesario darle al bebé otro alimento diferente a leche materna.
En ocasiones la comadre, la vecina, incluso nuestras propias madres, nos pueden recomendar ir dando probaditas de nuestra comida, para que “se vayan acostumbrando”, o darles un té cuando tienen cólicos o incluso darles agua natural porque consideran que están deshidratados, pero esto es un grave error, dado que el cuerpo del niño no está listo aún para poder digerir estos alimentos, y a causa de esto podemos enfermarlos.
Ahora bien, si nuestro pequeño tiene síntomas de deshidratación o cólicos constantes, entonces debemos de acudir inmediatamente con el pediatra.
Es a partir de los 6 meses de edad que debemos de comenzar a incluir alimentos a la dieta del bebé, primero verduras, para que el niño se acostumbre a alimentos “no dulces”. Una vez acostumbrado a las verduras, se puede continuar con las frutas, ya que si incluimos primero estas, que son dulces, es probable que rechace las verduras.
Es muy importante recalcar que no se debe agregar ni sal, ni azúcar a los alimentos, dado que el niño no los necesita, y al agregárselos a la comida, estamos favoreciendo a que en un futuro pueda desarrollar enfermedades.
Existen alimentos no recomendables, incluso después de los 6 meses de edad, por su alta relación con alergias, como huevos, cacahuates, mariscos, algunas frutas como la fresa, leche de vaca, entre otros, estos alimentos deben de incluirse cuidando su tolerancia. Lo más recomendable es consultar a un nutriólogo que se especialice en niños, y que pueda guiar a la madre en la introducción de nuevos alimentos.
Organizaciones internacionales, como la Organización mundial de la Salud (OMS) y la UNICEF, recomiendan proporcionar lactancia materna hasta los 2 años de vida, dado que si bien, después de los 6 meses se debe complementar con otros alimentos, aun así seguirá proporcionándole beneficios al niño.
Debemos de tener en cuenta que las fórmulas lácteas se deben de dar, única y exclusivamente en ciertas circunstancias, dado que éstas pueden aumentar el riesgo de obesidad en niños, por lo que es solamente recomendable cuando la madre tiene alguna infección que pueda ser transmitida, o esté consumiendo medicamentos, y su médico así se lo indique.
Es recomendable aprender técnicas correctas de amamantar, para evitar cólicos en niños y dolor de pecho en las madres. Por lo regular, en muchos de los hospitales o centros de salud del país, en los lactarios se ofrecen talleres o platicas, relacionadas con este y otros temas.
Existen muchos mitos en torno a la lactancia materna, por eso, siempre que tengamos alguna duda, debemos de acudir con nuestro especialista de confianza.
Optemos por una infancia más sana, y brindemos leche materna.
Fuentes:
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/infant-and-young-child-feeding
https://www.unicef.org/mexico/lactancia-materna
Edición: CAC